¿Por qué mi erizo me muerde?

Antes de nada, debes saber que morder no es un comportamiento habitual en los erizos, ni siquiera a la hora de defenderse de posibles peligros, momento en que, de hecho, prefieren valerse de la acción de sus púas para protegerse y herir a los que osen acercarse demasiado. Es por esto que si tu erizo comienza a morderte, te lastime o no, es necesario que sepas por qué lo hace para detectar posibles dolencias, entenderlo mejor o inclusive evitar futuros comportamientos indeseados.

A continuación te enumeramos las principales razones por las cuales estos pequeños animales suelen valerse de sus dientes:

Se encuentra enfermo

El malestar físico producto de una enfermedad puede hacer que el erizo te muerda si tratas de cargarlo y acariciarlo, pues, al igual que ocurre contigo mismo, cuando se enferma lo menos que quiere es que lo molesten. De esta forma, el erizo intentará que lo devuelvas a su jaula para seguir descansando.

Sin embargo, si se trata de una enfermedad esta debe venir acompañada de ciertos signos, como caída de las púas o mala apariencia de las mismas, prurito, cansancio, problemas con el equilibrio y falta de apetito, entre otros. Consulta nuestro artículo sobre de las enfermedades más comunes del erizo africano para revisar si es este el motivo que hace que tu erizo te muerda.

Está mudando las púas

Por si no lo sabías, esas púas que forman el mejor mecanismo de defensa de los erizos se caen durante la temporada de muda, para ser sustituidas por otros nuevas, por supuesto. Esto le sucede a los erizos bebé. Suele producir un poco de dolor e incomodidad en el pequeño animalito, por lo que no te querrá cerca ni manipulándolo.

Sufre estrés

El estrés o las situaciones que ponen nervioso a tu erizo causan estragos en su salud, tanto física como emocional. Cuando se siente de esta forma, el erizo trata de ocultarse para mantenerse lejos de aquello que le produce miedo o nerviosismo y estar más seguro, por lo que si intentas cogerlo es posible que te muerda con fuerza para que lo sueltes y le permitas volver a su escondite.

Si esta es la razón que explica por qué tu erizo te muerde, necesitas saber cuál es el estímulo que está provocando el problema para eliminarlo y darle tranquilidad al animal. Entre ellos, es posible mencionar la exposición a ruidos fuertes, las alteraciones en su ciclo de sueño natural (los erizos son nocturnos, por lo que necesitan dormir durante el día), los cambios de temperatura, la presencia de otros animales desconocidos cerca o los olores fuertes y penetrantes que no conoce.

Necesidad de explorar

Aunque pequeños, los erizos son animales sumamente curiosos, que disfrutan explorando todo lo que les rodea. Una de las formas que tienen para descubrir el mundo es utilizando sus dientes para sopesar la textura de los materiales e, incluso, el sabor, ya que cuando esta es su intención lo que hace no es morder sino mordisquear, cosa que no produce dolor y que viene acompañada de lamidas en la zona.

Si esto es lo que hace tu erizo, quizá te está reconociendo, o puede que tus manos estén impregnadas del olor de alimentos o de alguna loción corporal, que le disguste o le de curiosidad.

Problemas de conducta o mala educación

Al igual que los otros animales que queremos tener en casa, el erizo requiere de cierto entrenamiento para adaptarse a su vida entre humanos de forma satisfactoria, y que la convivencia entre las personas y él sea armoniosa.

Por naturaleza son animales solitarios, a los que incluso les cuesta vivir con otros individuos de su misma especie, pues con frecuencia se crean situaciones de competitividad. Es por ello que realmente no son mascotas que disfruten estando con los humanos 24 horas, pues no solo necesitan dormir durante el día, sino que además también requieren tener un espacio propio.

Es por eso que, de forma inconsciente, puede que hayas “enseñado” a tu erizo que cuando te muerde logra quedarse solo. ¿Alguna vez te ha mordido y los has puesto de inmediato en su jaula, o a has reaccionado emitiendo fuertes alaridos? Pues todo esto es un error, cuando descubre que genera este tipo de respuestas en ti repite la conducta indeseada (en este caso, la mordida) con tal de obtener lo que quiere.

Ahora bien, para no alentar a tu erizo a que siga mordiendo y acabar con esta conducta, te damos una serie de recomendaciones sobre cómo debes actuar cuando esto ocurre.

• Nunca levantes al erizo para liberarte. Si el erizo ha mordido parte de uno de tus dedos, por ejemplo, tirar de él para soltarte podría lastimar al animalito, además de que solo lograrás que afinque aún más su mandíbula.
• Jamás grites. Gritar o dar alaridos sobresaltará al erizo y lo asustará, lo cual hará que interprete el estar contigo como una experiencia negativa, además de enseñarle que es capaz de provocar una reacción como esa en ti.
• Jamás lo golpees. Dar toques bruscos sobre su hocico o golpearlo de alguna otra forma está completamente prohibido; lo lastimarás y, luego,te tendrá miedo. Estar contigo le generará demasiado estrés, hecho que se traduce en otros problemas de comportamiento.
• No lo sueltes. Aunque es difícil controlar tu reacción cuando tu erizo te muerde repentinamente, haz todo lo posible por no soltarlo, pues una caída al suelo sería muy peligrosa.
• Sopla para que te suelte. La forma más afectiva de que el erizo te libere de sus dientes es soplar un poco sobre su hocico para que se distraiga. Si esto no funciona, intenta distraerlo con un juguete o alguna otra cosa.
• No lo devuelvas a su jaula. Si el erizo quiere que no lo molestes y te muerde por ello, bajo ninguna circunstancia debes hacerlo de forma inmediata, pues rápidamente aprenderá a controlarte de esta forma.
• Jamás apliques castigos. Ignorar al erizo, no darle comida o alguna otra cosa que se te ocurra como reprimenda por haberte mordido no harán ningún efecto, pues el animal no interpretará que esta privación está relacionada con su comportamiento, además de que solo dañarás su salud y la relación contigo.

Lo mejor para evitar que tu erizo te muerda es darle el entrenamiento adecuado desde el primer día que llega a casa, conocer y respetar sus ciclos de vida y su personalidad. Para ello, te recomendamos:

• Crea un vínculo. Al ser un animal tan pequeño y que suele pasar muchas horas en una jaula (precisamente por su tamaño esto es lo más seguro para él), debes esmerarte por convertirte en alguien de su confianza. Acércate a él con delicadeza, tómalo con cuidado, usa palabras suaves y cariñosas; evita los movimientos bruscos y los sonidos molestos.
• Proporciona comida y agua suficientes. Un erizo hambriento o deshidratado puede reaccionar de cualquier forma por la desesperación que esto le produce, y entre estas reacciones está incluido morderte (al fin y al cabo, eres tú el responsable de él). Vigila que tenga una correcta alimentación y acceso a agua fresca durante todo el día.
• Controla los estímulos. Un entorno ruidoso y con exceso de luz, que le impida dormir durante el día o permanecer tranquilo, solo estresará al erizo y traerá una actitud violenta. Una habitación con luz natural, con un refugio donde pueda dormir tranquilamente y lejos de sonidos irritantes serán lo más saludable para él.
• Respeta sus horarios. Para evitarte una mordida y, al mismo tiempo, tener una relación armoniosa con el erizo, lo mejor es que respetes sus horas de sueño y no lo saques de su jaula durante el día solo por el capricho de abrazarlo un poco.
• Evita los olores fuertes. Si estás acostumbrado a usar lociones, cremas, jabones, entre otros productos de higiene personal, con olores fuertes, considera cambiarlos, puesto que son molestas para la nariz del erizo. De igual forma, lávate muy bien las manos antes de sostenerlo para eliminar cualquier residuo de aroma a comida.

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