¿Sabías que la agresividad es uno de los problemas más frecuente en los felinos? Aunque obviamente no por ello debemos caer en el error de asociar a los gatos con la agresividad, ya que verdaderamente se trata de animales domésticos cuyo comportamiento suele ser muy tranquilo. No obstante, un gato no es un perro y, por tanto, no presenta el mismo nivel de sociabilidad. Un gato no tiene por qué aceptar a otro gato, en muchas ocasiones, ni siquiera acepta la presencia de miembros de la familia humana en los rincones que él considera que son de su exclusivo dominio.
Estas características conforman el genuino carácter de los felinos, que en ocasiones puede llegar a ser problemático. En este artículo de ExpertoAnimal te explicamos por qué tu gato es muy agresivo con otros gatos y cómo actuar.
¿A qué se debe la agresividad entre gatos?
¿Has decidido acoger a más de un gato en casa? Esta puede ser una buena opción, ya que cada uno se beneficiará de la presencia del otro pero, también aumenta el riesgo de que los gatos puedan desarrollar una conducta agresiva.
Las principales causas de que un gato sea muy agresivo con otro gato son las siguientes:
- Los gatos generalmente empiezan a manifestar intolerancia y agresividad los unos con los otros cuando viven situaciones estresantes (mudanzas, visitas al veterinario, viajes o vacaciones).
- Una inadecuada socialización.
- Conflictos en la organización del territorio.
- El dolor causado por una enfermedad en uno de los gatos también puede llevar a reacciones de agresividad.
- El instinto de caza felino también puede causar agresividad entre ellos, ya que sus instintos depredadores pueden ponerse en marcha ante otro felino.
- La agresividad de un gato macho hacia otro gato del mismo sexo se da por cuestiones hormonales y se observa muy fácilmente cuando hay una hembra en celo próxima.
- Cuando un gato acude al veterinario o bien es bañado puede ser que su olor corporal cambie. El otro gato, al no detectar el mismo olor, puede agredirlo por desconocimiento.
En cualquier caso resultará de gran importancia saber cómo calmar a un gato agresivo, ya que si nuestro gato agrede a un congénere e intentamos calmarlo con golosinas, aprenderá que la agresividad le reporta beneficios.
Cómo actuar en caso de agresiones leves
Las agresiones leves se manifiestan principalmente a través de bufidos y gritos, se caracterizan por ser muy escandalosas pero en raras ocasiones causan lesiones graves. En estos casos debemos entender que se trata de una comunicación felina natural y normal.
En caso de producirse una agresión leve de un gato a otro, la intervención humana debe ser mínima:
- Se interferirá de forma positiva únicamente para distraer la atención de los gatos hacia estímulos más positivos, como por ejemplo el juego.
- Se deben dejar todos los espacios de la casa abiertos para que los gatos tengan total libertad de movimiento, no siendo conveniente separarlos.
- Se puede utilizar terapia con feromonas hasta lograr estabilizar la conducta de ambos gatos. Para saber en qué consiste y cómo obtener los resultados deseados, no te pierdas nuestro artículo sobre tranquilizantes naturales para gatos.
Cómo actuar en caso de agresiones graves
Las agresiones graves se caracterizan por ser constantes y se puede observar que el conflicto se da entre un gato muy activo y dominante y otro que, por el contrario, es muy pasivo. En estos casos los gatos pueden llegar a utilizar todas sus armas (uñas y dientes) en un ataque, por lo tanto, la intervención humana es imprescindible:
- La separación con contacto visual es una de las mejores estrategias cuando un gato es muy agresivo con otro gato. Para ello, se separarán ambos felinos con ayuda de una reja que permita el contacto visual y el olfateo entre ambos. Inicialmente el comedero y el bebedero se situarán lejos de la reja, y conforme pasen los días se irán aproximando progresivamente. Cuando no se observen conductas agresivas o de miedo, los gatos podrán volver a estar juntos. Es importante que durante la separación, y a pesar de la misma, se fomente el juego entre los felinos.
- La terapia con feromonas también es una excelente opción para estabilizar el comportamiento de ambos gatos.
- En casos de ansiedad muy elevada, y siempre bajo supervisión veterinaria, pueden utilizarse fármacos sedantes y/o antidepresivos.
Obviamente, te recomendamos que antes de emplear tratamiento farmacológico cuentes con el asesoramiento de un especialista en comportamiento felino y que paralelamente optes por medios más naturales para evitar que un gato sea muy agresivo con otros gatos, como por ejemplo la homeopatía para felinos.
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