¿Por qué mi gato no se tumba encima mío?

¿Por qué mi gato no se tumba encima mío?

Los gatos son independientes por naturaleza y es normal que quieran disfrutar de momentos en soledad y preservar su espacio personal. No obstante, un gato que confía en su tutor querrá compartir tiempo de calidad con él/ella, principalmente cuando se trata de disfrutar de unas buenas siestas. Seguramente habrás escuchado mucha gente decir que a sus gatos les encanta dormir en su cama o hasta encima de ellos, y si tu compañero felino nunca te busca en estos momentos de relajación, puede que te preguntes por qué tu gato no se tumba encima de ti o por qué no quiere estar contigo.

La buena noticia es que, en este artículo de ExpertoAnimal, hablaremos de los principales factores que pueden inducir este comportamiento. ¡Sigue leyendo y aprende más sobre tu minino!

No le gusta

A veces, la respuesta más obvia es la acertada, y es que puede que tu gato no se tumbe encima de ti porque no le gusta. Cada gato es un mundo y, aunque podemos hablar de ciertos fundamentos de la comunicación y el lenguaje felino, no existe un patrón de comportamiento aplicable a todos los mininos. Igual que cuando nos referimos a un rasgo conductual propio de la especie, como es la independencia, debemos tener en cuenta que cada minino puede manifestar un nivel de independencia distinto. Y aunque la educación y el entorno tengan un rol determinante en la forma en cómo un gato se comporta en el día a día, el componente genético también influye en su personalidad y conducta.

Así, algunas razas de gatos son naturalmente más independientes y disfrutan bastante de la soledad, mientras que otras son más sociables y receptivas a las interacciones con los humanos. Así mismo, ten en mente que los felinos utilizan vías de comunicación vocales, visuales, olfativas y táctiles, por lo que disponen de una gran variedad de formas de expresar sus emociones y percepciones. Quizá tu gato no se tumba encima de ti porque no se siente cómodo haciendo esto, pero es posible que te diga que te quiere de otra manera. Dedica algo de tiempo a conocer la personalidad de tu minino, pues este será el primer paso para entender qué trata de decirte con cada acción y gesto que lleva a cabo en su rutina compartida. Para ayudarte, en ExpertoAnimal te enseñamos Cómo saber si tu gato te quiere.

No te quiere

Querer dormir con sus tutores, así como tumbarse sobre ellos, son algunas de las señales que indican que un gato se siente seguro y a gusto en la compañía de su persona de referencia. Y si bien estas no son las únicas señales de que tu gato te quiere, debes estar muy atento en caso de que tu minino no muestre interés en interactuar contigo, porque esto suele indicar un problema en el vínculo.

Si eres principiante en la crianza de gatos, debes saber que no siempre es fácil lograr que ellos confíen en nosotros, especialmente si hablamos de un minino que ha sufrido maltrato en las calles o que ha tenido malas experiencias en sus interacciones previas con los humanos. No obstante, esta es la clave de un vínculo fuerte, basado en el aprecio y el respeto mutuo, y los frutos que cosecharás al finalmente lograrlo compensarán una y mil veces cada esfuerzo que hagas con este propósito. Para empezar, aquí tienes algunos Consejos para ganarse la confianza de un gato.

¿Qué hacer?

"Mi gato me odia, ¿y ahora qué hago?", te preguntarás si sospechas que esta es la causa por la que tu gato no se tumba sobre ti. Pues, lo primero es plantearte por qué tu gato no te quiere y saber reconocer que la respuesta, muchas veces, está en tu propio comportamiento y los métodos que utilizas para educarlo. Si haces un mal uso del regaño o usas castigos físicos para inhibir conductas indeseadas, lo único que lograrás es que tu gato te tenga miedo y no pueda desarrollar ni la confianza ni una genuina voluntad de acercarse a ti. Por ello, recomendamos que apuestes por el refuerzo positivo para premiar sus buenos comportamientos y estimular que quiera seguir aprendiendo junto a ti.

Ya seas un tutor principiante o experimentado, recomendamos que trates de no cometer estos Errores clásicos al criar un gato y que pongas en práctica estas estratégicas para crear y fortalecer el vínculo con tu minino:

Está estresado

Si tu gato solía tumbarse encima de ti y disfrutaba durmiendo contigo pero ahora ya no lo hace, es posible que el estrés esté alterando su carácter y haciendo que se comporte de forma más arisca, solitaria o inclusive más agresiva. Entonces, si reconoces alguno de los síntomas de estrés en tu minino, como eliminación inadecuada, nerviosismo, falta de apetito o estereotipias, lo primero que deberías hacer es identificar qué o quién está estresando a tu gato.

Lamentablemente, no podemos ofrecerte una respuesta predeterminada porque son muchas las fuentes de estrés que pueden presentarse en el día a día de un minino, tales como:

  • Cambios en su alimentación, rutina o ambiente.
  • Mudanza.
  • Problemas de salud (el hipotiroidismo, por ejemplo).
  • Deficiencias nutricionales.
  • Problemas en la socialización del gato.
  • Llegada de un nuevo miembro a la familia (otro gato, un perro, un bebé o una persona desconocida).
  • Ambiente empobrecido (con bajo o nulo enriquecimiento ambiental).

Después de identificar la causa del estrés, puedes poner en práctica estos Consejos para calmar a un gato estresado. Pero si no logras dar con la fuente de estrés, te recomendamos buscar la ayuda de un experto en etología felina.

No te reconoce

Hablando de estrés, algo que puede hacer que tu gato se sienta confuso y estresado es que tu olor cambie repentinamente. Quizá estés probando un nuevo perfume, has comprado un jabón para lavar la ropa con una fragancia distinta o sencillamente has pasado algo de tiempo con una persona ajena al grupo social de tu gato (o sea, un extraño/a para él). Sea lo que sea, este cambio no pasará inadvertido para el poderoso olfato felino y su respuesta puede ir en dos sentidos muy diferentes dependiendo del vínculo que comparte contigo y de su personalidad.

Por un lado, es posible que tu gato empiece a ignorarte y deje de tumbarse encima de ti. Por otro lado, hay casos en los que ocurrirá todo lo contrario y, por ello, puede que tu minino quiera intensificar las interacciones diarias contigo y/o comenzar a frotar su cara contra la tuya o su cuerpo contra tus piernas con más frecuencia de lo habitual para volver a impregnarte con su olor.

Tiene dolor o está enfermo

Aunque esta no sea la razón más común por la que un gato no quiere interactuar con su tutor, puede suceder que una patología o cualquier condición que genera dolor o incomodidad haga que tu minino se sienta más vulnerable y prefiera evitar cualquier tipo de contacto que pueda agravar su malestar, manteniéndose aislado y solo en un sitio donde se siente tranquilo y protegido.

En estos casos, probablemente observarás otros cambios en su comportamiento habitual, así como signos de dolor u otros síntomas de que un gato está enfermo. Y lo primero que deberías hacer para ayudar a tu gato es llevarlo al veterinario rápidamente para obtener un diagnóstico temprano que aumentará las posibilidades de repuesta al tratamiento.

Ten en mente también que la manera más eficiente de prevenir enfermedades y problemas de salud en los gatos es brindándoles una adecuada medicina preventiva. Por ello, te recomendamos llevar tu minino al menos 1 o 2 veces al año al veterinario, así como mantener siempre al día su calendario de vacunas y las desparasitaciones internas y externas.

Cuéntanos, ¿has podido identificar por qué tu gato no se tumba encima tuyo? ¡Te leemos en los comentarios!

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