¿Por qué mi gato vomita espuma blanca?

¿Por qué mi gato vomita espuma blanca?

Aunque muchos cuidadores piensen que es normal que los gatos vomiten con frecuencia, lo cierto es que episodios agudos de vómitos o vómitos recurrentes en el tiempo son siempre motivo de consulta veterinaria y pueden tener muy diversas causas. En este artículo de ExpertoAnimal vamos a centrarnos en describir las más comunes a la hora de explicar por qué nuestro gato vomita espuma blanca.

Es bueno que observemos si el vómito es de curso agudo (muchos vómitos en poco tiempo) o crónico (1-2 vómitos diarios o casi que no remiten) y si, además, se presentan otros síntomas como puede ser la diarrea, para comunicárselo al veterinario.

Causas gastrointestinales del vómito de espuma

El motivo más sencillo detrás del vómito va a ser una irritación del sistema digestivo, que puede tener distintas causas. A la hora del diagnóstico va a ser importante tener en cuenta, además de si el vómito es esporádico o persistente y de si existen o no otros síntomas, como ya hemos dicho, el contenido del vómito, ya que este puede ser de espuma, de comida, de sangre o incluso de parásitos. En el artículo nos centraremos en el porqué el gato vomita espuma blanca.

Algunas de la causas gastrointestinales son las siguientes:

  • Gastritis: la gastritis en los gatos puede ser tanto aguda como crónica y, en ambos casos, va a requerir asistencia veterinaria. En la gastritis se produce la irritación de la pared del estómago, como cuando se ingiere alguna sustancia como hierba, algunos alimentos, medicamentos o sustancias tóxicas, por lo tanto, la intoxicación en los gatos es otra causa de gastritis. Cuando esta es crónica podemos observar que el manto de nuestro gato va perdiendo calidad. Si no se trata, también apreciaremos adelgazamiento. En gatos más jóvenes, la alergia alimentaria puede estar detrás de la gastritis. Por todo esto debe ser nuestro veterinario quien identifique la causa concreta y prescriba el correspondiente tratamiento.
  • Cuerpos extraños: en gatos, el ejemplo típico son las bolas de pelo, sobre todo en época de muda. A veces este pelo acaba formando, en el interior del sistema digestivo, bolas duras, conocidas como tricobezoares, que pueden llegar a ser tan grandes como para no poder salir por sí solas. Así, la presencia de cuerpos extraños puede provocar la irritación del sistema digestivo pero, también, una obstrucción o incluso una intususcepción (introducción de un segmento del intestino en el propio intestino), caso en el que sería necesaria una intervención quirúrgica.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal: es una de las causas más comunes de vómitos en gatos y debe diferenciarse de otras patologías como el linfoma. Será nuestro veterinario el encargado de realizar las pruebas pertinentes. En estos casos podremos ver que el gato vomita espuma blanca y tiene diarrea o, al menos, descomposición, de manera crónica, es decir, que no se corrige con el paso de los días.

Por último anotar que una de las enfermedades infecciosas más conocidas del sistema gastrointestinal, la panleucopenia felina, cursa con vómitos y diarreas profusas pero, en este caso, suelen ser sanguinolentas. Además, el gato normalmente presentará fiebre, estará apagado y no comerá. Este estado supone una urgencia veterinaria.

Otras causas de vómitos de espuma

En ocasiones, la causa que nos va a explicar por qué nuestro gato vomita espuma blanca no va a estar en el estómago o el intestino, sino en varias enfermedades que afectan a órganos como el hígado, el páncreas o el riñón. Algunas de estas afecciones son las siguientes:

  • Pancreatitis: la pancreatitis felina puede producirse por distintas causas y todas van a requerir tratamiento veterinario. Se presenta de manera aguda o, con más frecuencia, crónica y puede concurrir con otras enfermedades, como las gastrointestinales, hepáticas, la diabetes, etc. Consiste en la inflamación o hinchazón del páncreas, órgano encargado de producir enzimas para la digestión e insulina para metabolizar el azúcar. Entre la sintomatología se encuentran los vómitos pero, también, la diarrea, el adelgazamiento y un pelaje en mal estado.
  • Insuficiencia hepática: el hígado cumple importantes funciones como la eliminación de desechos o el metabolismo. Un fallo en su funcionamiento va a provocar síntomas, muchos de ellos inespecíficos, como los vómitos, la falta de apetito o el adelgazamiento. En casos más avanzados se presenta la ictericia en los gatos, que es la coloración amarillenta de las mucosas y la piel. Varias enfermedades, toxinas o tumores puede afectar al hígado, por lo que el diganóstico y tratamiento veterinario van a ser imprescindibles.
  • Diabetes: la diabetes en gatos es una enfermedad habitual en gatos de más de 6 años, se caracteriza por una inadecuada producción de insulina, que es la sustancia encargada de hacer llegar la glucosa a las células. Sin insulina, la glucosa se acumula en la sangre y se produce sintomatología. Lo más habitual es que veamos que nuestro gato bebe, come y orina más, aunque no engorda, pero también pueden producirse vómitos, alteraciones en el pelaje, mal aliento, etc. El tratamiento, estricto, debe establecerlo el veterinario.
  • Insuficiencia renal: la insuficiencia renal en gatos es un trastorno muy común en gatos de edad avanzada. El daño renal puede presentarse también de manera aguda o crónica. La insuficiencia renal crónica no puede curarse pero sí tratarse para mantener al gato con la mejor calidad de vida posible. Por ello es imprescindible acudir al veterinario en cuanto observemos síntomas como un aumento considerable en la ingesta de agua, un cambio en la excreción de orina, pérdida de apetito, deshidratación, manto en mal estado, ánimo apagado, debilidad, heridas en la boca, aliento con olor extraño o vómitos. Los casos agudos requieren atención veterinaria de urgencia.
  • Hipertiroidismo: la glándula tiroides se encuentra situada en el cuello y se encarga de producir tiroxina. Su exceso implica el desarrollo de un cuadro clínico, sobre todo en gatos mayores de 10 años, que va a consistir en adelgazamiento, aumento significativo de la actividad (notaremos que el gato no para), incremento en la ingesta de comida y de agua, vómitos, diarrea, mayor eliminación de orina y, también, más vocalizaciones, es decir, el gato estará más "hablador". Como siempre, será el veterinario quien, tras las pruebas pertinentes, diagnostique la enfermedad.
  • Parásitos: si nuestro gatito vomita espuma blanca y no lo hemos desparasitado internamente puede estar infestado de parásitos internos. En estos casos puede que también observemos que el gatito vomita espuma blanca y no come o presenta, también, diarrea, todo ello malestares provocados por la acción de los parásitos. Como decimos, esta situación es más probable que se presente en gatitos que en adultos, ya que estos son más resistentes a los parásitos. Nuestro veterinario nos recomendará alguno de los mejores productos para desparasitar gatos.

Si nos fijamos, la mayoría de estas enfermedades cursan con síntomas parecidos, por ello es básico acudir a nuestro veterinario sin demora ya que, como hemos dicho, los vómitos frecuentes en gatos no son normales y debemos identificar la enfermedad que los causa lo antes posible para iniciar el tratamiento.

Evitar y tratar los vómitos de espuma

Una vez expuestas las causas más habituales que nos explican por qué un gato vomita espuma blanca, veremos unas recomendaciones sobre qué podemos hacer para prevenir y actuar en esta situación. Son las siguientes:

  • Los vómitos son un síntoma que no debemos dejar sin tratamiento, acudiendo a nuestro veterinario de referencia.
  • Es buena idea que anotemos los síntomas que observamos. En el caso de los vómitos, debemos fijarnos en su composición y su frecuencia. Con ello ayudaremos al veterinario a llegar a un diagnóstico.
  • Debemos proporcionarle a nuestro gato una alimentación adecuada a sus necesidades nutricionales, evitando alimentos que puedan sentarle mal o provocarle alguna reacción alérgica.
  • También tenemos que mantenerlo en un ambiente seguro para evitar que pueda tragarse algún objeto potencialmente peligroso.
  • En cuanto a las bolas de pelo, conviene que cepillemos a nuestro gato, especialmente en época de muda, ya que así ayudamos a que elimine todo el pelo muerto que tiene que caerle. También podemos contar con la ayuda de malta para gatos o piensos especialmente formulados para favorecer el tránsito del pelo.
  • Es importante mantener un calendario de desparasitaciones internas y externas, incluso cuando nuestro gato no tenga acceso al exterior. Nuestro veterinario nos dará las pautas más adecuadas en función de nuestras circunstancias.
  • Si nuestro gato vomita una vez y se encuentra bien de ánimo, podemos esperar, observándolo, antes de contactar con el veterinario. Al contrario, si los vómitos se repiten, apreciamos otros síntomas o vemos a nuestro gato decaído, debemos acudir directamente al veterinario, sin intentar tratarlo por nuestra cuenta.
  • Por último, a partir de los 6-7 años de edad es conveniente que, al menos una vez al año, llevemos a nuestro gato a la clínica veterinaria para una revisión completa que incluya analítica. Esto se justifica porque en estos controles se pueden diagnosticar algunas de las enfermedades de las que hemos hablado de una manera precoz, lo que permite iniciar el tratamiento antes de que se manifiesten los primeros síntomas.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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