¿Por qué mi hámster no come?

Si bien los hámsteres tienen un gran apetito y suelen ser bastante flexibles con respecto a su alimentación, de forma ocasional podremos observar que el hámster no come pienso cuando no le agrada alimento que se le ofrece, no se ha hecho una adecuada transición del viejo al nuevo e incluso cuando su alimentación es monótona y no se le ofrecen verduras y frutas recomendadas.

Los hámsteres necesitan y disfrutan al recibir una alimentación variada que supla enteramente sus requerimientos nutricionales. Si bien podamos elegir un pienso para hámsteres disponible en el mercado como base de su dieta diaria, lo ideal es incorporar también alimentos naturales y frescos para complementar su dieta.

Descubre también en ExpertoAnimal una guía completa sobre los cuidados y la alimentación del hámster común. En ella descubrirás la base de una alimentación adecuada, así como todos los cuidados básicos que requiere.

Casi todos los animales, en especial los mamíferos, suelen reducir su consumo de alimentos durante los días más cálidos de verano. Si tu hámster no quiere comer su comida porque hace mucho calor, no debes obligarlo pero sí puedes ofrecerle alimentos frescos ricos en agua para mantenerlo bien hidratado, como sandía y melón.

Con la llegada del verano, también debemos estar muy atentos para prevenir o detectar rápidamente un posible golpe de calor en los hámsteres. Además de controlar la temperatura del entorno del roedor, será esencial dejarle siempre agua limpia y fresca a su alcance para que pueda hidratarse durante todo el día y ubicar su jaula en algún ambiente más fresco.

Como hemos mencionado, los hámsteres son animales sensibles que pueden verse afectados fácilmente por los cambios en su entorno y en su rutina. Si un roedor no cuenta con una jaula enriquecida donde pueda ejercitarse y divertirse, no encuentra un ambiente positivo en su hogar o no cuenta con una adecuada higiene de su entorno, es muy probable que desarrolle síntomas de estrés o aburrimiento.

Si bien estas señales puedan variar según cada roedor, existen algunos síntomas evidentes que indican que tu hámster está estresado:

• Hiperactividad, nerviosismo o ansiedad.
• Incremento de hábitos inusuales, como morder los barrotes de su jaula.
• Alteraciones en su apetito: al sentirse nervioso o hiperactivo, algunos hámsteres pueden incrementar su ingesta de comida, mientras otros se niegan a comer y pierden peso.
• Desarrollo de conductas esteriotipadas: al no conseguir liberar el estrés de forma positiva, muchos hámsteres empiezan a ejecutar ciertas acciones de forma obsesiva y repetitiva, lo que se conoce como esteriotipias.
• Problemas de comportamiento: la agresividad en los hámsteres es una de las consecuencias más comunes del estrés, pero también puede estar asociada a ciertas enfermedades. Por ello, si tu hámster intenta morderte o enseña sus dientes con mucha frecuencia, te recomendamos llevarlo a un veterinario especializado.

Por otro lado, los hámsteres pueden mostrarse muy tristes y hasta llegar a deprimirse al no contar con un ambiente positivo o no recibir la debida atención de sus cuidadores. Un hámster triste o deprimido puede perder su interés por la comida y reducir también su actividad física diaria, manteniéndose aislado en algún rincón de su jaula.

Para brindarle una vida activa y feliz, recuerda que el enriquecimiento ambiental es clave para preparar correctamente la jaula de tu hámster. Al ofrecer un ambiente enriquecido a tus roedores, les brindas la posibilidad de ejercitarse y entretenerse, previniendo numerosas enfermedades asociados a la obesidad y los problemas de comportamiento.

Si bien los problemas mencionados anteriormente suelan ser las causas más frecuentes de la pérdida de apetito en los hámsteres, existen otras causas que pueden explicar por qué tu hámster no quiere comer. A continuación, las enumeramos de forma resumida:

• Intoxicación: si tu hámster ha consumido alguna planta tóxica o alimentos prohibidos, puede desarrollar algunos síntomas de intoxicación, como vómitos, diarrea, debilidad, rigidez muscular, entre otros. En estos casos, debes acudir inmediatamente a un centro veterinario con tu roedor para establecer un tratamiento apropiado.
• Problemas en sus dentición: los roedores, como los hámsteres, necesitan desgastar regularmente sus dientes, ya que ellos crecen permanentemente a lo largo de toda su vida. Si el hámster no cuenta con ramas o snacks para desgastar sus dientes, puede desarrollar crecimientos irregulares o sufrir roturas. En consecuencia, aparecerán algunos síntomas entre los cuales encontramos la reducción de su apetito. Para evitar problemas en la dentición de tu roedor, te aconsejamos leer nuestro artículo sobre los cuidados esenciales de los dientes de un hámster.
• Falta de higiene en su jaula: si la jaula del hámster acumula muchas suciedades, impurezas o excrementos, es posible que el roedor se niegue a comer en este ambiente insalubre. Además, una higiene inadecuada puede favorecer la proliferación de agentes patógenos, así como provocar estrés en el hámster. Por ello, recuerda limpiar regularmente la jaula de tu hámster, quitando los residuos de alimentos y deposiciones, e higienizarla cada semana utilizando agua tibia y jabón neutro.
• Estreñimiento: un hámster estreñido puede negarse a comer o bien reducir significativamente su ingesta de alimento. El estreñimiento en el hámster puede deberse a una dieta pobre en fibras, al consumo insuficiente de agua o a la ingesta de pelos o sustratos de la jaula. Para ayudarlo, puedes incluir frutas y verduras ricas en fibras en su dieta, como las ciruelas, las peras, la lechuga y la espinaca.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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