¿Por qué mi perrita jadea mucho después del parto?

Tras la gestación de unos dos meses, la perra se encontrará a punto de parir. En general, este proceso va a producirse de manera espontánea y sin ninguna complicación. No tendremos más que ofrecerle un "nido" confortable y observar, aunque muchas perras prefieren parir en otro lugar de su elección. El parto va a constar de las siguientes fases:

• La primera, de varias horas de duración, se caracteriza por las contracciones uterinas que van dilatando el cuello del útero por el que saldrán los cachorros. A algunas perras podremos notarlas inquietas o incómodas.
• Durante la segunda fase las contracciones se intensifican y comienza el nacimiento de los cachorros. Es aquí cuando resulta frecuente ver a la perra ansiosa, jadear, lamerse o vomitar. Son, por tanto, conductas normales que no indican ninguna patología. Los cachorros pueden salir al exterior dentro de la bolsa de líquido amniótico o esta se puede romper antes, caso en el que observaremos una secreción amarillenta que se corresponde con su contenido. El cachorro nacerá en minutos.
• En la tercera fase del parto se produce la expulsión de la placenta, poco después del nacimiento de cada cachorro. Debemos intentar contarlas porque debe haber tantas como cachorros.

Es normal que la perra rasgue las bolsas íntegras, así como el cordón, y que ingiera las placentas. También lamerá al cachorro para limpiarlo y eliminar el líquido que pudiera tener en nariz y boca. Los pequeños enseguida comenzarán a mamar. Pero, ¿por qué una perra recién parida jadea? Lo explicamos a continuación.

Tanto el parto como el embarazo suponen un sobreesfuerzo físico para la perra, por lo que debemos cuidar su alimentación y, en general, su bienestar. Pero este esfuerzo es fisiológico. En cuanto la perra termina de parir lo normal es que se muestre tranquila y se dedique a descansar mientras los cachorros maman. Por lo tanto, si la perrita jadea mucho después del parto no será por cansancio, pero sí podría ser muestra de agotamiento de su útero. En ocasiones se dan dificultades que impiden que este órgano actúe con eficacia y la perra lo manifestará con jadeos, inquietud, ansiedad, etc., muestra de que, en realidad, el parto no ha concluido. Necesita atención veterinaria que incluso puede llegar a ser una cesárea.

Si la perra ha sido operada, es mayor o no presta mucha atención a los cachorros podemos ayudarla, siempre y cuando nos lo permita y no le produzca estrés nuestra presencia. Para ello, recomendamos este artículo: "¿Cómo ayudar a una perra a cuidar a sus cachorros?".

Aunque, como hemos dicho, lo habitual es que el proceso del nacimiento y el puerperio se produzcan sin ninguna complicación, debemos prestar atención a signos como los siguientes, que nos pueden indicar problemas en el posparto:

• Subinvolución de los sitios de placentación: el útero, lógicamente, aumenta de tamaño durante el embarazo y, tras el parto, debe volver a su forma original. En ocasiones esto no sucede, lo que produce unos loquios que persisten durante semanas. El diagnóstico se confirma mediante ecografía. Puede resolverse solo o complicarse, por lo que se recomienda la esterilización.
• Metritis: se trata de una infección bacteriana que se produce en el útero por diferentes causas. Causa fiebre, letargo, anorexia, vómitos, diarrea, loquios con mal olor, etc. Requiere tratamiento veterinario rápido, ya que la infección podría generalizarse hasta resultar mortal.
• Mastitis séptica: en este caso la infección se produce en las mamas. La perra tendrá fiebre y síntomas como los descritos para la metritis. Además, las mamas afectadas estarán hinchadas, lo que causa mucho dolor, pudiendo hacer que la perra llore después del parto. También es necesario el tratamiento veterinario. Si la infección afecta a la lactancia y los cachorros son menores de tres semanas deberemos alimentarlos artificialmente con una leche formulada específicamente para perros.
• Eclampsia: esta enfermedad tiene su causa en un bajo nivel de calcio en el organismo. Los síntomas incluyen intranquilidad, palidez de mucosas y alteración de la respiración, lo que puede explicar por qué una perra respira muy rápido después del parto. En el siguiente apartado hablaremos más en profundidad de este grave problema.

La eclampsia, conocida también como fiebre de la leche, es una patología que puede producirse hasta 2-4 semanas después de parir. Las perras con eclampsia suelen mostrar descoordinación y convulsiones, además de jadeo excesivo o respiración muy acelerada. Se trata de una urgencia veterinaria, ya que, como hemos dicho, se produce por un descenso de los niveles de calcio.

Esta bajada de calcio puede aparecer como consecuencia de una alimentación incorrecta durante el embarazo o por haber administrado a la perra suplementos de calcio sin prescripción veterinaria. Por este motivo, es fundamental, siempre, consultar con el especialista antes de dar cualquier tipo de producto o suplemento a una perra gestante. Debemos prestar especial atención a perras que han parido una camada numerosa, porque la lactancia les supondrá un elevado consumo de sus reservas de calcio.

Quitando la eclampsia, que, como hemos visto, suele producirse a las 2-4 semanas del parto, cuando una perra recién parida jadea puede deberse a que todavía se encuentra en la segunda fase del parto en la que, como comentamos, las contracciones se intensifican y se produce el nacimiento de los cachorros. Incluso cuando hemos hecho un seguimiento de la gestación es posible que nazcan más cachorros de los que esperábamos, ya que no siempre se consigue detectarlos a todos. Por lo tanto, el porqué nuestra perrita jadea mucho después del parto puede deberse, simplemente, a que este no ha concluido. Si esta situación se prolonga más de unas horas o la perra hace esfuerzos por parir sin expulsar ningún otro cachorro debemos llamar al veterinario.

Si te preguntas cuánto dura el parto de una perra, en este artículo encontrarás toda la información relacionada. Así mismo, te explicamos cómo saber si la perra ha terminado de parir.

Si este jadeo no sucede inmediatamente después de parir, pero la perra respira muy rápido cuando amamanta, puede ser por la ya mencionada eclampsia posparto. Nuevamente, es preciso visitar al veterinario porque la eclampsia en perras requiere tratamiento en una clínica. Tras realizar las pruebas oportunas para alcanzar el diagnóstico, como una analítica de sangre, el especialista regulará los niveles de calcio administrando por vía intravenosa este mineral. Además, es posible que se encuentren los niveles de glucosa y magnesio alterados, por lo que también será preciso restaurarlos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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