¿Por qué mi perro bebe mucha agua y orina mucho?

¿Por qué mi perro bebe mucha agua y orina mucho?

El mantenimiento del equilibrio hídrico y electrolítico en el organismo de los perros es posible gracias a los sistemas que controlan la ingesta de agua y la producción de orina. Cuando estos mecanismos de control se desregulan puede producirse un aumento de la producción de orina y un incremento en el consumo de agua, lo cual se conoce médicamente con el nombre de síndrome poliuria/polidipsia.

Si te estás preguntando por qué mi perro bebe mucha agua y orina mucho, no dudes en acompañarnos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal, en el que hablaremos sobre las principales causas que pueden desencadenar el síndrome poliuria/polidipsia en los perros.

Mi perro bebe mucha agua y orina mucho

Cuando un perro orina y bebe más de lo normal decimos que presenta un síndrome poliuria/polidipsia. Pero ¿cuándo debemos considerar que la cantidad de orina producida o el volumen de agua consumido es anormal? Te lo contamos a continuación.

  • La poliuria consiste en el aumento de la diuresis, o lo que es lo mismo, el incremento de la producción de orina. En los perros, se considera que existe poliuria cuando se producen más de 50 ml por kg de peso al día. Es importante diferenciar la poliuria de la polaquiuria, un signo clínico que consiste en el aumento del número de veces que orina el animal, pero que no necesariamente se acompaña de un aumento del volumen de orina.
  • Por otra parte, la polidipsia consiste en el aumento del consumo de agua. En los perros, el consumo medio de agua suele oscilar entre 50-60 ml por kg de peso al día, aunque puede haber variaciones considerables en función de la actividad física que realice el animal, la temperatura ambiental y el tipo de dieta (pienso seco o alimento húmedo). Como norma, se considera que un perro presenta polidipsia cuando consume más de 100 ml por kg de peso al día.

La producción de orina está regulada por la hormona antidiurética o ADH, la cual promueve la reabsorción de agua a nivel de los riñones, mientras que la ingesta de agua se encuentra regulada por el Centro de la sed, situado a nivel hipotalámico. Cualquier enfermedad que altere estos mecanismos de control podrá causar un síndrome poliuria/polidipsia.

Realmente estos signos clínicos no aparecen simultáneamente, sino que uno da lugar al otro, y viceversa. Es decir, cuando un perro orina más de lo normal, necesita incrementar su consumo de agua para no deshidratarse. Y en el otro sentido, cuando un perro bebe más agua de lo normal, debe incrementar su producción de orina para evitar una hidratación excesiva.

Lo más frecuente es que se produzca la poliuria (aumento del volumen de orina) de forma primaria, y esta desencadene una polidipsia (incremento del consumo de agua) de manera compensatoria. No obstante, aunque es mucho menos habitual, también puede darse el caso contrario, en el que una polidipsia primaria cause una poliuria de manera secundaria. Te damos más información sobre la "Poliuria y polidipsia en perros: causas y qué hacer" en el siguiente post.

Ahora que sabemos qué es la poliuria y la polidipsia, es preciso que expliquemos cuáles son las causas más frecuentes que pueden desencadenar la aparición de estos signos clínicos en los perros.

  • Diabetes insípida central: es una enfermedad que aparece de forma congénita en animales jóvenes por causa desconocida, o de forma secundaria a lesiones en el Sistema Nervioso Central (por tumores o traumatismos). En cualquier caso, se caracteriza por una menor síntesis y secreción de la hormona ADH. La disminución de esta hormona conlleva una menor reabsorción de agua en los túbulos renales, lo que supone un incremento en el volumen de orina producida. Te hablamos de la "Diabetes en perros: síntomas, tratamiento y complicaciones" a continuación.
  • Pielonefritis: consiste en un proceso inflamatorio e infeccioso del riñón (concretamente de la pelvis renal), en el que se altera la osmolaridad de la médula renal, lo que impide la correcta absorción de agua en los riñones. Además, las toxinas producidas por las bacterias pueden interferir con la acción de la ADH.
  • Síndrome de Cushing o hiperadrenocorticismo: se trata de una enfermedad endocrina en la que las glándulas adrenales incrementan su producción de gluco y mineralocorticoides. El exceso de glucocorticoides disminuye la síntesis de ADH, interfiere con la acción de la ADH y disminuye la permeabilidad de los túbulos renales, lo que se traduce en un incremento del volumen de orina producida.
  • Síndrome de Adisson o hipoadrenocorticismo: es una patología contraria al Síndrome de Cushing. En este caso, lo que ocurre es que las glándulas adrenales producen una menor cantidad de gluco y mineralocorticoides. Aunque resulte paradójico, esta enfermedad también puede desencadenar la aparición de poliuria/polidipsia, puesto que el déficit de mineralocorticoides ocasiona una disminución de la osmolaridad de la médula renal, lo que impide la reabsorción de agua e incrementa el volumen de orina.
  • Hipercalcemia: consiste en un aumento de los niveles de calcio en la sangre, el cual se puede observar en diversas patologías, como tumores, hiperparatiroidismo, enfermedad renal crónica, enfermedades granulomatosas o intoxicación por vitamina D. El incremento del nivel de calcio en la sangre interfiere con la acción de la hormona ADH, lo que impide la correcta absorción de agua a nivel de los túbulos renales.
  • Hipopotasemia o hipocalemia: consiste en la disminución de los niveles de potasio en la sangre, lo cual suele observarse en pacientes con vómitos, diarrea, enfermedad renal o diabetes. El déficit de potasio reduce la liberación de ADH, interfiere con la acción de la ADH y disminuye la osmolaridad de la médula renal, lo que aumenta el volumen de orina.
  • Feocromocitoma: se trata de un tumor de las glándulas adrenales en el que se producen un exceso de catecolaminas, las cuales ocasionan un aumento de la presión arterial y un incremento del flujo renal, que desencadenan poliuria.
  • Diabetes mellitus: es una enfermedad endocrina caracterizada por la presencia de niveles elevados de glucosa en sangre de manera persistente, que finalmente terminan ocasionando la eliminación de glucosa por la orina. La glucosa actúa como un soluto osmóticamente activo que impide la reabsorción de agua en los túbulos renales.
  • Enfermedad renal crónica (ERC): las nefronas son las unidades funcionales del riñón que se encargan de la filtración de la sangre. En la ERC, el número de nefronas funcionales disminuye y las que sobreviven aumentan su filtración. Como consecuencia, se acumulan solutos osmóticamente activos en los túbulos renales, que impiden la reabsorción de agua.
  • Causas yatrogénicas: son aquellas causas producidas por los propios cuidadores o los veterinarios. Generalmente se asocian a la administración de ciertos fármacos (como los corticoides) o al suministro de un exceso de sal en la dieta.
  • Enfermedad hepática: la alteración del hígado puede ocasionar de manera directa tanto poliuria (por la menor síntesis de urea, que disminuye la osmolaridad de la médula renal), como polidipsia (por el acúmulo en sangre de compuestos que deberían ser metabolizados por el hígado, los cuales estimulan el centro de la sed).
  • Polidipsia psicógena: se trata de una alteración del comportamiento en el que los animales beben agua compulsivamente. Suele asociarse a situaciones de estrés, como la llegada de un nuevo miembro a la familia, la soledad, la falta de ejercicio físico, etc.
  • Tumores cerebrales, traumatismos craneoencefálicos o accidentes cerebrovasculares: todas ellas son alteraciones que pueden estimular directamente el Centro de la sed a nivel hipotalámico.
  • Otras causas: como el hipoparatiroidismo, la policitemia o el mieloma múltiple, que también pueden ocasionar poliuria/polidipsia, aunque se desconoce el mecanismo por el que desencadenan estos síntomas.

Mi perra bebe mucha agua y orina mucho

En el apartado anterior hemos mencionado las diferentes patologías que pueden desencadenar la aparición de un síndrome poliuria/polidipsia en los perros. Todas estas enfermedades también pueden ocasionar poliuria y polidipsia en las perras, sin embargo, existe una patología que afecta exclusivamente a las hembras y que también puede desencadenar estos signos clínicos: la piometra.

La piometra consiste en una infección purulenta a nivel del útero. Las bacterias que causan la infección uterina producen unas toxinas que interfieren con la acción de la ADH. En consecuencia, se reabsorbe menos agua en los túbulos renales y se produce un mayor volumen de orina

En estos casos, la poliuria y polidipsia suelen presentarse junto con otra batería de signos clínicos, incluyendo letargo, depresión, anorexia, palidez de mucosas y secreción vaginal sanguinolenta o purulenta. Es importante saber que la piometra es una enfermedad potencialmente mortal para las perras, por ello, es fundamental detectar sus signos de forma temprana para poder diagnosticarla y tratarla a tiempo.

Te damos más detalles de la "Piometra canina: causas, síntomas y tratamiento" en el siguiente post de ExpertoAnimal. ¡No te lo pierdas!

¿Qué hacer si mi perro bebe mucha agua y orina mucho?

Si piensas que tu perro bebe y orina más de lo habitual, lo primero que debes hacer es comprobar que, efectivamente, la cantidad de agua que consume y de orina que produce supera los valores de normalidad.

Lo cierto es que comprobar la cantidad de orina producida por un perro es una tarea casi imposible para los cuidadores, puesto que para ser rigurosos, es necesario realizar un sondaje vesical y recoger la producción diaria de orina del animal. Sin embargo, calcular la cantidad de agua que consume un animal es algo realmente sencillo.

Lo único que tienes que hacer es medir el volumen de agua que administras a tu perro a lo largo de un día, y comprobar la cantidad que ha consumido. Una vez que hayas calculado el volumen de agua consumido, debes compararlo con los valores de normalidad. Para ello, debes multiplicar el peso de tu perro en kg por 100. El resultado serán los mililitros que, como máximo, debe beber tu perro a lo largo del día. Si la ingesta es mayor, podrás asegurar que tu perro presenta polidipsia, y sabiendo que la poliuria y la polidipsia son dos signos que aparecen conjuntamente, podrás intuir que tu perro también presenta poliuria.

Como hemos visto a lo largo del artículo, las causas que pueden desencadenar la aparición de estos dos signos clínicos son muy variadas. Algunas de ellas son causas leves y reversibles, mientras que otras son patologías graves que pueden llegar a comprometer la vida del animal. Por ello, siempre que detectes o sospeches que tu perro presenta poliuria o polidipsia, es importante que acudas a tu veterinario/a de confianza para que pueda iniciar un protocolo diagnóstico que permita conocer la causa del problema.

Generalmente, el abordaje diagnóstico de un paciente con síndrome poliuria/polidipsia requiere la realización de diversas pruebas diagnósticas, las cuales pueden variar en función de los signos clínicos que acompañen a la poliuria y la polidipsia.

Algunas de las pruebas más frecuentemente utilizadas son:

  • Análisis de sangre y de orina.
  • Cultivo de orina.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen: fundamentalmente radiografía y ecografía.
  • Pruebas laboratoriales: como el test de estimulación de ACTH, el test de supresión con dexametasona, la medición de los valores de tiroxina o de ácidos biliares, serología frente a enfermedades infecciosas, etc.

Los resultados de las pruebas diagnósticas permitirán identificar la causa que está desencadenando el síndrome poliuria/polidipsia e instaurar el tratamiento más apropiado en cada caso.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
  • Suárez, M, Giné, J., Menes, I. (2012). Aproximación diagnóstico al paciente con poliuria/polidipsia. Asociación de Veterinarios Especialistas en Pequeños Animales, Formación Continuada.