¿Por qué mi perro me ladra cuando lo regaño?

¿Por qué mi perro me ladra cuando lo regaño?

El ladrido una forma más de comunicación canina. Ladrar es un comportamiento propio de la especie, no obstante, en algunas ocasiones, el ladrido puede aparecer como un síntoma negativo o como un problema de comportamiento que puede estar relacionado con la utilización de métodos inapropiados en su educación o a una socialización deficiente del can.

¿Te preguntas por qué tu perro te ladra cuando le regañas? Desde luego, te recomendamos acudir rápidamente a un especialista en comportamiento canino para que puedas averiguar las causas reales de dicha conducta y orientarte sobre un tratamiento específico. No obstante, también podrás conocer algunas posibles explicaciones de por qué tu perro te ladra cuando le riñes y cómo debes proceder para mejorar esta situación.

¿Por qué mi perro me ladra?

Siempre es importante estar atento a las causas del ladrido en los perros. Si bien el ladrido forma parte de la comunicación canina, los perros suelen utilizar preferentemente el lenguaje corporal para expresar sus estados de ánimo, sus emociones y sus percepciones sobre el entorno. El ladrido puede tener muchos significados y es importante que aprendas a interpretar qué te quiere decir tu perro con este ladrido antes de regañarlo o creer que esta actitud debe ser corregida. Por ello, te invitamos a leer nuestro artículo sobre qué significan los ladridos de los perros para que puedas comunicarte mejor con tu mejor amigo

Ladrar también es parte de la naturaleza canina y debemos aprender a respetarla. No obstante, si percibes que tu perro ladra mucho cuando se queda solo, será necesario poner especial atención, ya que esta conducta indica que tu perro no ha aprendido a gestionar su soledad y a canalizar positivamente su energía mientras tú no estás. Además, los ladridos excesivos pueden aparecer como un síntoma de algunas enfermedades que provocan dolor o interfieren en los sentidos de nuestros peludos.

Por ello, no dudes en acudir a tu veterinario de confianza al constatar que tu perro ladra mucho y presenta cualquier alteración en su comportamiento habitual. Descartada cualquier causa patológica, también es recomendable contar con la orientación de un etólogo canino para diagnosticar la causa de los ladridos excesivos y un establecer tratamiento con pautas especificas según las necesidades de tu peludo.

¿Por qué mi perro me ladra cuando le digo que no o le regaño?

¿Es malo regañar a los perros? Es importante comprender que el castigo es una acción que provoca, inevitablemente, estrés en el perro. En algunos casos más complejos puede generar incluso ansiedad. Por ese motivo, cuando regañas a tu mejor amigo, le estás provocando emociones negativas y perjudiciales para su bienestar, como puede ser el miedo o un conflicto social contigo, que eres su figura de referencia. Por ello, muchos peludos pierden el control sobre sus propias emociones en este contexto y pueden llevar a cabo actos involuntarios, como orinarse cuando le regañas.

Si has adoptado recientemente a un perro o a un cachorro, debes estar especialmente atento a estas conductas, pues pueden ser un signo de que tu peludo tiene un historial de abusos físicos y emocionales o que no fue debidamente socializado. Además, si le regañas habiendo pasado muchas horas de alguna conducta inapropiada, tu perro no comprenderá el motivo del castigo y tu enfado le generará desconfianza hacia ti. En este contexto, tu perro puede ladrarte por la frustración de no comprender qué le quieres decir con la actitud que llevas a cabo.

No obstante, los ladridos durante un castigo suelen indicar que tu perro se siente molesto y pide que termines con esta situación desagradable. En estos casos, los ladridos suelen ser agudos y breves y pueden ser interpretados como un "basta" o "se acabó". Y si los ladridos son intercalados con gruñidos suaves y constantes, ello es un indicativo de que tu perro se está enfadando y te advierte que dejes de hacer algo que le provoca enojo. Además, si exageras en la intensidad de la riña, estarás incrementando el estrés de este momento y tu perro puede terminar llevando a cabo conductas agresivas como respuesta al castigo excesivo.

Por ello, el regaño no es un método aconsejable para enseñar a un perro a respetar las normas del hogar, y puede llegar a ser muy peligroso para el perro y todos a su alrededor, especialmente si en nuestro hogar se encuentran niños pequeños.

No confundas obediencia con autoritarismo

Para ofrecer una educación positiva a nuestros perros y lograr que nos obedezcan, es fundamental no confundir obediencia con autoritarismo, ni miedo con respeto. Desafortunadamente, todavía circulan en la creencia popular métodos poco racionales y muy peligrosos de "establecer la dominancia" sobre un perro para "educarlo". Estas conductas, como obligar un can a ponerse panza para arriba, carecen de sentido y son contraproducentes en la educación de cualquier perro, ya que provocan sentimientos negativos y exponen el perro a contextos de estrés, inseguridad, desconfianza y desconcierto.

Si quieres que tu perro te obedezca y demuestre un comportamiento equilibrado, debes invertir en un vínculo saludable y aplicar el refuerzo positivo en su educación, excluyendo cualquier tipo de maltrato físico o emocional. Tu perro aprenderá más fácilmente al percibir que su conducta genera alegría y proporciona beneficios a todos (inclusive para él mismo).

¿Qué debo hacer si mi perro me ladra cuando le regaño?

Especialmente si tu perro te gruñe cuando le riñes, te muerde o te ataca, debes seguir los consejos que te mostramos a continuación, pero no olvides que para solucionarlo de forma realmente efectiva deberás acudir a un especialista en comportamiento canino:

  1. Descartar causas patológicas: en ciertos casos, los perros ladran excesivamente y desarrollan problemas de comportamiento como consecuencia de ciertas patologías que generan dolor o afectan a sus funciones sensoriales. Por ello, si tu perro empieza a ladrar con mucha frecuencia, se muestra más tenso o inseguro que de costumbre, no dudes en consultar inmediatamente a tu veterinario de confianza.
  2. Evitar el "efecto bola de nieve": miremos la situación desde el punto de vista lógico: si tu perro te ladra cuando lo regañas y lo vuelves a regañar por haberte ladrado, estarás haciendo con que el animal continúe ladrando o ladre aún más. Además, si sigues incrementando el estrés de la situación y provocando miedo o enojo a tu mejor amigo, estarás favoreciendo el desarrollo de conductas agresivas como respuesta al castigo excesivo, que son muy peligrosas.
  3. Eliminar el castigo: como hemos mencionado, cuando regañas a tu perro, le trasmites sentimientos negativos que debilitan su estabilidad emocional, como la inseguridad, la ansiedad y el miedo. Un perro inhibido, estresado o inseguro se torna más vulnerable a muchos trastornos psicológicos que se revelan, por lo general, a través de dificultades de aprendizaje y socialización, bien como por conductas autodefensivas o comportamientos obsesivos de automutilación.
  4. Aplicar el refuerzo positivo: la educación en positivo de un perro permite enseñar sin dañar su equilibrio emocional. Si recompensas a tu perro para reconocer las conductas apropiadas, estarás estimulando su capacidad cognitiva, social y emocional. De esta manera, obtendrás un perro obediente y seguro de sí mismo, que estará preparado para relacionarse con las personas, con los animales y los objetos de su entorno.
  5. Aumentar la actividad física de tu perro: los perros también pueden ladrar excesivamente o mostrar síntomas de estrés al ser expuesto a una rutina sedentaria, que no ofrece la debida estimulación a su cuerpo y a su mente. Si quieres que tu perro mantenga un comportamiento equilibrado, te recomendamos incrementar su rutina de paseos, ejercicios y juegos para mejorar el estado físico y emocional de tu peludo y evitar las conductas inapropiadas asociadas al estrés o al aburrimiento.
  6. Invertir en momentos de calidad y mejorar tu vínculo con tu perro: como hemos mencionado, la obediencia también requiere una relación saludable entre el perro y su tutor. Por ello, recuerdainvertir en momentos de calidad junto a tu mejor amigo, que permitan trabajar positivamente su educación y reforzar el vínculo entre ustedes.
  7. Conocer y respetar la naturaleza canina: los perros tienen formas de expresión propias, que componen su naturaleza canina. Si regañamos o inhibidos a un perro por desempeñar conductas inherentes a su naturaleza, no estaremos educando sino que reprimiendo la expresión pura y espontanea de un ser vivo sensible e inteligente. Recuerda también tomar tu tiempo para conocer mejor las necesidades de tu mejor amigo y respetar las 5 libertades del bienestar animal.
  8. Buscar la ayuda de un etólogo o educador canino: si tu perro ladra excesivamente o presenta otros problemas de comportamiento, lo mejor es consultar a un experto en etología canina o a un educador profesional. Un perro que no fue debidamente socializado o que sufrió abusos deberá experimentar un proceso de resocialización y reeducación orientado sobre pautas específicas.

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