¿Por qué mi perro ronca?

¿Por qué mi perro ronca?

¿Has observado que tu perro ronca muy fuerte y te preguntas si es normal? ¿Ha empezado a hacerlo recientemente y quieres saber si debes acudir al veterinario?

En este artículo de ExpertoAnimal explicaremos por qué un perro ronca y aprenderemos a diferenciar cuándo un ronquido puede ser completamente normal o, por el contrario, nos está indicando que el perro presenta alguna patología.

Estos casos suelen ser más frecuentes en perros braquicefálicos, con una anatomía que les hace más propensos a los ronquidos. Veremos, también, qué medidas podemos adoptar para favorecer la respiración en estos perros.

Mi perro ronca cuando duerme

Antes de explicar por qué un perro puede roncar debemos dejar claro que, en ocasiones, cuando el perro está dormido adopta posturas en las que su nariz resulta comprimida y, de ahí, al obstaculizar el paso del aire, se produce el ronquido. Esta situación no resulta preocupante.

Si movemos al perro lo habitual es que el ronquido cese de inmediato. En cambio, si nuestro perro ronca despierto puede deberse a alguna de las causas que mencionaremos a continuación. Por último, si nuestro perro ronca cuando lo acariciamos tampoco se correspondería con una patología ya que es un sonido que emite en relajación.

Mi perro ronca al respirar

En primer lugar veremos por qué un perro ronca sin ser braquicefálico. El ronquido se produce por una obstrucción en el flujo del aire y entre las causas más habituales se encuentran las siguientes:

  • Cuerpos extraños: en ocasiones hay pequeños objetos que se introducen en la cavidad nasal del perro y pueden obstaculizar parcial o completamente el tránsito del aire, originando el ronquido. Hablamos de espigas, fragmentos vegetales y, en general, cualquier objeto con el tamaño adecuado para introducirse por las fosas nasales. En un primer momento el perro estornudará para intentar expulsarlo y se frotará con las patas. Cuando el cuerpo extraño permanece en la nariz puede generar una infección. En estos casos veremos una secreción espesa saliendo de la fosa nasal afectada. Salvo que veamos asomar el objeto para poder retirarlo con pinzas, debemos acudir al veterinario para que se encargue de localizarlo y extraerlo.
  • Afecciones en las vías respiratorias: la secreción nasal también puede obstruir la nariz, en mayor o menor medida, lo que dificulta la respiración y permite que escuchemos el ronquido. Esta secreción puede ser más o menos espesa y presentar diferentes coloraciones. Detrás de ella puede haber una rinitis, una alergia, una infección, etc. El perro presentará otros síntomas como náuseas, secreción ocular, tos o estornudos en función de la enfermedad que padezca. Será el veterinario el encargado de diagnosticar y tratar.
  • Pólipos nasales: se trata de unos crecimientos que parten de la mucosa nasal con aspecto similar al de una cereza con rabillo, que es la base del pólipo. Además de obstruir el paso del aire, que es lo que provoca el ronquido, pueden originar hemorragias. Es posible eliminarlos con cirugía pero hay que saber que pueden volver a salir.
  • Tumores nasales: sobre todo en los perros de más edad y de razas como el airedale terrier, el basset hound, el bobtail o el pastor alemán, pueden encontrarse tumores en la cavidad nasal. Es común que la fosa afectada elimine secreción o sangre. Los tumores de mayor tamaño llegan a deformar la cara del perro. Si consiguen afectar al ojo pueden protruirlo. El tratamiento de elección es la cirugía aunque los tumores malignos suelen estar muy avanzados y quizás solo se consiga prolongar la vida, que no curar, a base de cirugía y radioterapia.

Como vemos en todas estas situaciones, lo que pasa si nuestro perro ronca es que no está pudiendo respirar correctamente. Debemos acudir al veterinario.

Síndrome del perro braquicefálico

Aunque las circunstancias que hemos comentado en el apartado anterior también pueden afectar a perros braquicefálicos, la explicación a por qué estos perros roncan puede encontrarse en este síndrome.

Razas como el pug, el pequinés, el chow chow y, en general, cualquier perro de cráneo ancho y hocico corto, por su propia anatomía, presenta de manera habitual, obstrucciones en las vías respiratorias que van a producir ronquidos, bufidos, resoplidos, etc., que se agravan con el calor, el ejercicio o la edad.

En el síndrome del perro braquicefálico suelen concurrir estas malformaciones:

  • Estenosis nasal: se trata de un problema congénito. Las aberturas de la nariz son pequeñas y el cartílago nasal tan flexible que al inspirar obstruye las fosas nasales. El perro ronca, respira por la boca y a veces presenta secreción nasal. Puede solucionarse con cirugía para agrandar las aberturas, aunque no todos los perros la necesitan porque en algunos los cartílagos pueden endurecerse antes de los seis meses de vida, por eso se espera a esta edad para intervenir, salvo emergencia.
  • Elongación del paladar blando: este paladar es una solapa mucosa que cierra la nasofaringe durante la deglución. Cuando está elongada obstruye parcialmente las vías respiratorias, produciendo ronquidos, náuseas, arcadas, etc. Con el tiempo puede producirse colapso laríngeo. Se acorta con cirugía y debe hacerse antes de que se dañe la laringe. Es congénito.
  • Eversión de los ventrículos laríngeos: se trata de pequeñas bolsas mucosas hacia el interior de la laringe. Cuando hay obstrucción respiratoria prolongada, estos ventrículos aumentan de tamaño y se dan la vuelta, incrementando la obstrucción. La solución pasa por su extirpación.

Manejo del perro que ronca

Ahora que ya sabemos por qué un perro ronca, estas son algunas medidas que podemos adoptar en el caso de que nuestro perro muestre dificultades respiratorias:

  • Limpiar a diario las fosas nasales. Podemos utilizar suero.
  • Utilizar arnés en lugar de collar.
  • Evitar exponer al perro a temperaturas elevadas.
  • Pasear por zonas de sombra.
  • Llevar siempre una botella de agua para poder refrescar al perro.
  • Controlar la comida y el agua para evitar atragantamientos, lo que podemos hacer ofreciendo raciones pequeñas, elevando los comederos, etc.
  • Evitar la obesidad.
  • No propiciar momentos de estrés o excitación ni permitir el ejercicio intenso.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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