¿Por qué mi perro se rasca mucho el hocico?

¿Por qué mi perro se rasca mucho el hocico?

Podemos decir que los perros ven el mundo a través de su olfato y, precisamente por ello, el hocico puede llegar a ser una de las zonas más expuestas de todo el can. Ya sea para encontrar restos de comida en el suelo, sociabilizar con el resto de congéneres o detectar presas, su hocico se encuentra de forma permanente en "zonas de conflicto". Todos los tutores de perros hemos visto alguna vez cómo nuestro animal se frota constantemente la zona cercana a la nariz. Por ello, desde ExpertoAnimal te ofrecemos un resumen de algunos de los motivos principales que explican por qué tu perro se rasca mucho el hocico con las patas, como pueden ser las alergias al polen, a los ácaros del polvo o al contacto, por ejemplo.

Alergias que producen picor en el hocico

Seguramente la llegada de la primavera desencadene este comportamiento en muchos perritos alérgicos pero, en otras ocasiones, puede aparecer a lo largo de todo el año. Todo depende de qué esté causando alergia a nuestro perro y, por ello, un intenso rascado del hocico, además de otras partes del cuerpo, o de forma exclusiva en él al principio.

Algunas de las causas por las que mi perro se rasca el hocico son:

  • Cuando existe alergia al polen: puede que esta conducta de rascado de hocico se acompañe de estornudos, descarga nasal (rinorrea) y, seguramente, una inflamación de los párpados y/ o conjuntivitis. A veces los belfos pueden llegar a inflamarse, bien sea porque nuestro perro ha estado estrechamente en contacto con el alérgeno, como una especie de gramínea, o porque sea muy sensible a las mismas. Por lo general, hace falta recurrir a una terapia con corticoides para cortar el intenso prurito, y mantenerlo alejado de las zonas de césped, sobre todo durante la siega. Te hablamos más de los Corticoides para perros: tipos, dosis y efectos secundarios, a continuación.
  • En el caso de alergia al ácaro del polvo: también es muy frecuente observar que el perro se rasque mucho el hocico y, sobre todo, el característico movimiento de "manoteo" con las patas delanteras. También suele aparecer junto con signos oculares y, aunque los corticoides puedan ser precisos en momentos puntuales, no nos quedará más remedio que evitar que nuestro perro contacte con el farinae (ácaro del polvo). Evitar alfombras, cojines, mantas, no dejar que se meta bajo las camas, aspirar de forma meticulosa la casa a diario y limpiar los muebles con paños húmedos tendrán que volverse una rutina. Solemos notar que nuestro perro no insiste en rascarse el hocico cuando sale, pero al regresar a casa, detectamos de nuevo esa conducta, al entrar en contacto de nuevo con el polvo presente en los hogares.
  • Alergia de contacto: si nuestro perro tiene alergia al material del que está hecho su juguete, comedero, o bebedero, seguramente la parte más afectada sea su hocico, y el rascado intenso sea inevitable. Puede llegar a aparecer enrojecimiento y heridas en la zona del plano nasal (sobre la trufa) e inflamación de los labios queilitis). En este caso, además de la típica terapia contra alergias, es fundamental sustituir todo lo que contacte directamente con su hocico por material lo menos alergénico posible como el acero inoxidable para los comederos, juguetes sin PVC...

Aunque sean procesos fáciles de controlar, el rascado de hocico puede dar lugar a lesiones secundarias, como úlceras en la córnea cuando llega hasta la zona de los ojos al manotear, y heridas susceptibles de infectarse. De esta forma, si sospechas que la alergia es el motivo que explica por qué tu perro se rasca mucho el hocico, acude al veterinario lo antes posible.

Te damos más detalles sobre La alergia en perros: síntomas y tratamiento, a continuación.

Enfermedades cutáneas

La zona del hocico presenta dos puntos claves: unión entre mucosa oral y piel en los belfos, y unión entre mucosa de la trufa y piel del plano nasal. Estas zonas de transición son un pequeño talón de Aquiles. Estos dos lugares pueden verse afectados por bastantes problemas dermatológicos que afecten de forma especial a las uniones mucocutáneas, y que causen prurito intenso.

  • Pénfigos y penfigoides: existen muchas variedades (foliáceo, bulloso, eritematoso...). Básicamente se trata de un problema inmunitario en el que el organismo se ataca a sí mismo, algo que se llama proceso autoinmune. En otros casos, hay algún problema externo que provoca la formación de anticuerpos contra esas zonas de la piel, sin ser un proceso interno, en cuyo caso se llama proceso inmunomediado. En todo caso, notaremos a nuestro perro rascarse insistentemente la zona del hocico, descamaciones y eritema o formación de ampollas en el plano nasal. A veces las lesiones aparecen de forma muy típica, como en alas de mariposa, y un aspecto frecuentemente húmedo si se contamina por bacterias secundariamente. El tratamiento se instaura después de la realización de un diagnóstico diferencial con otras posibles enfermedades, y se basa en inmunosupresores y antibiótico si hubiese infección secundaria al rascado. Pueden ser en forma de pomadas, pero la costumbre de lamerse suele forzar al uso de terapia sistémica, bien sea vía oral o inyectable. Evitar el sol en estos casos es muy importante.
  • Quemaduras solares: en capas blancas, la zona de los belfos y plano nasal suele estar particularmente expuesta (poco pelo y piel siempre de un intenso color rosa). A veces no nos damos cuenta en verano, y se queman con una facilidad pasmosa, provocando un intenso malestar a nuestro perro, que se frota el hocico contra cualquier superficie o se rasca de manera desesperada. Es muy importante prevenirlas y tratar con emolientes y cremas regeneradoras a base de zinc y vitamina A, por ejemplo, o con aloe vera.
  • Otras dermatosis faciales que pueden cursar con rascado de hocico en nuestro perro pueden ser la celulitis juvenil, pioderma dolorosa que afecta a cachorros y que aunque no provoca picor per se, da lugar a dolor que fuerza el manoteo constante; la dermatofitoisis, hongos en el plano nasal; y a veces el acné juvenil del mentón, que puede dar picor si se contamina secundariamente.

No hay que olvidar que la levadura Malassezia pachydermatis, presente de forma natural por el mentón y zonas del hocico, puede aprovechar cualquier bajada de defensas para proliferar y dar lugar al rascado constante de la zona.

Orugas y cuerpos extraños

Sobre todo en primavera-verano, el hocico de nuestro perro está expuesto casi a diario a decenas de especies de orugas, cuyas vellosidades resultan más o menos urticantes. En el caso de que nuestro perro olisquee una oruga de la mariposa procesionaria del pino, las lesiones en hocico y lengua pueden resultar terribles, e incluso dar lugar a necrosis del tejido. Por ello, os recomendamos leer el artículo de ExpertoAnimal sobre "Primeros auxilios ante la procesionaria".

Pero existen muchas otras especies de orugas que irritan el hocico de nuestro perro sin más, ya que sus pelillos tienen la misión de defenderlas de posibles ataques, causando unos momentos de intenso picor, estornudos y enérgico rascado sin mayores consecuencias. Vigilar las zonas por las que paseamos y detectar su presencia para evitarlas (suelen estar repartidas por determinadas zonas), será fundamental en la prevención.

Las pequeñas espiguillas no solo penetran en las orejas en verano, dando lugar a esa común urgencia, sino que también pueden alojarse en uno de los ollares, provocando la inmediata reacción de nuestro perro, que se frotará de forma insistente el hocico para tratar de expulsarla.

Aunque en ciertas zonas tropicales se puede observar la presencia de larvas de moscas y otros insectos en la cavidad nasal de los perros (miasis), en las zonas templadas y frías de Europa no es algo común. No obstante, la presencia de las mismas daría lugar a un lógico y frenético rascado del hocico.

Te hablamos más de La oruga procesionaria y los perros: síntomas y tratamiento en el siguiente post que te sugerimos.

Otras causas poco frecuentes

Aunque las causas anteriores son las más comunes ante la duda de "por qué mi perro se rasca la cara", no son las únicas que pueden ayudarnos a entender por qué el perro se rasca mucho el hocico con las patas. Así, si nuestro perro padece alguna alteración en los cornetes nasales, o a nivel de los senos nasales (cavidades llenas de aire), puede que comencemos a notarlo debido a descargas anormales a través de los ollares, como sangre, o por un rascado continuo.

En el caso de neoplasias tan agresivas como por ejemplo los carcinomas, la degeneración del seno puede dar lugar a la deformidad de la cara, en cuyo caso la alteración ya será más evidente que el rascado. No obstante, la molestia que puede dar lugar a que el perro se rasque mucho la boca no siempre aparece, o lo hace cuando ya ha aparecido la alteración ósea.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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