¿Por qué mi perro tiene costras en la piel?

¿Por qué mi perro tiene costras en la piel?

Las costras en la piel del perro siempre indican que su salud se está viendo perjudicada por una causa determinada. En este artículo de ExpertoAnimal haremos un repaso de las causas más comunes de la producción de costras en la dermis del perro y detallaremos los principales síntomas de cada una. Sigue leyendo, descubre con nosotros por qué tu perro tiene costras en la piel y, una vez identificado el motivo, no dudes en acudir al especialista para iniciar el mejor tratamiento.

Para identificar la causa, examina las costras

Una costra en la piel del perro en una zona determinada puede ser sinónimo de una herida provocada por un rascado excesivo, un golpe o un mordisco de otro animal, mientras que varias costras indican que el problema que las provoca es mucho más grave. Por ello, analizar el aspecto de las costras, tamaño y proximidad entre ellas es uno de los pasos previos que se deben hacer para saber por qué el perro tiene costras en la piel. Así como, prestar atención al comportamiento del perro, observar si muestra signos de dolor, ha cambiado su carácter o ha perdido el apetito. A continuación, mostramos las causas más comunes, síntomas relacionados y posibles soluciones.

Dermatitis, causa principal de las costras en la piel del perro

Sin lugar a dudas, una de las principales causas que provocan costras en la piel del perro es la dermatitis. De entre todos los tipos de dermatitis que existen, dos destacan por encima del resto por producir esta anomalía en la dermis del animal: la dermatitis atópica y la dermatitis seborreica.

Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una afección de la piel que no solo afecta a los humanos, pudiéndose manifestar también en los animales. Aunque su causa exacta se desconoce, los especialistas apuntan a que se trata de una enfermedad cutánea intermitente, que aparece ante la presencia de determinados agentes irritantes para la piel y acostumbra a mostrar los primeros síntomas entre los 3 y los 6 meses de edad, pese a que un ejemplar adulto también puede desarrollarla.

En general, suele producir en el perro un picor intenso, que se traduce en frecuentes rascados, heridas y las consecuentes costras en la piel. Así mismo, se observa un claro enrojecimiento de determinadas zonas de la piel del animal e, incluso, pérdida de pelo.

La dermatitis atópica canina no tiene cura, sin embargo, con los cuidados adecuados es posible aliviar los síntomas hasta el punto de eliminarlos casi en su totalidad. Se recomienda adaptar la alimentación del perro y optar por un pienso rico en ácidos grasos omega 3 y ácido linoleico, esenciales para mantener la piel y el pelo en perfectas condiciones. La alimentación Atopic Care de la marca Advance Veterinary Diets de Affinity reúne todas estas características, puesto que ha sido fabricada para aliviar los síntomas de este y otros problemas inflamatorios de la piel del perro. Y para garantizar un alivio mayor, también se puede reforzar la barrera cutánea del perro con los suplementos DermaForte de la marca Advance Veterinary Diets de Affinity. Además, destaca el uso de un champú especial para pieles atópicas, con aloe vera como componente principal debido a sus propiedades cicatrizantes y calmantes. Estas propiedades podemos encontrarlas en el champú Atopic Care de la marca Advance Veterinary Diets de Affinity, un producto diseñado especialmente para tratar este tipo de afecciones y científicamente probado. Por supuesto, resulta fundamental identificar el agente irritante para evitarlo, siendo los más comunes el polen, los ácaros, los químicos de los productos de limpieza o determinados alimentos que producen alergia en el perro.

Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica, también conocida como seborrea canina, es otra afección cutánea muy común en perros, que afecta principalmente a las zonas del rostro, patas y torso. Este tipo de dermatitis se produce como consecuencia de la creación excesiva de sebo por parte de las glándulas sebáceas. Este hecho se ve reflejado en la aparición de escamas amarillentas o blanquecinas adheridas al pelaje, en pequeñas costras en la piel del perro como consecuencia del constante rascado y en un olor corporal más fuerte del habitual o desagradable. Se trata de una enfermedad hereditaria, que puede verse potenciada por el estrés, la mala alimentación, baños excesivos o el uso de un champú inadecuado. Como ocurre con la afección anterior, no tiene cura y su principal tratamiento consiste en emplear un jabón antiseborreico, así como revisar la alimentación del perro y adaptarla siguiendo las instrucciones del veterinario.

Sarna, otra causa de costras en la piel del perro y pérdida de pelo

La sarna canina es un tipo de infección cutánea provocada por ácaros que se instalan en la piel del animal para alimentarse de la queratina y el sebo de la misma, reproduciéndose rápidamente y distribuyéndose por zonas amplias de su cuerpo. Aunque existen varios tipos de sarna, las más comunes en canes son la sarna demodécica y la sarna sarcóptica. La primera de ellas puede ser localizada, actuando principalmente en la cabeza, o generalizada, mientras que la segunda en la mayoría de los casos aparece en torso y patas.

En ambos tipos de sarna el perro presenta en la primera etapa de la enfermedad picor intenso, que se traduce en rascados frecuentes, y enrojecimiento de la piel. Conforme avanza la patología, se observa un endurecimiento de la piel, hasta el punto de visualizar grietas en la misma y notables costras. Así mismo, produce una pérdida parcial o total del pelaje de la zona afectada, mal olor y pérdida de peso.

Leishmania canina

La leishmania canina, conocida también como leishmaniosis o leishmaniasis, es una patología crónica que no tiene cura, y cuyo tratamiento se basa en el alivio de los síntomas para mejorar la calidad de vida del enfermo. Al contagiarse, el perro experimenta un periodo de incubación que puede durar de tres a 18 meses, y empieza a mostrar los primeros síntomas una vez superada esta etapa. En general, el can sufre una caída de pelo localizada, siendo las patas, cabeza y cola las partes más afectadas, así como una considerable pérdida de peso, engrosamiento de la piel, heridas y costras.

Como decíamos, no existe cura para esta afección, sin embargo, sí es posible asegurar una buena calidad de vida mediante un tratamiento de mantenimiento estipulado por el veterinario. La alimentación Leishmaniasis de Advance Veterinary Diets de Affinity es una dieta canina completa y equilibrada, formulada para la recuperación y soporte nutricional al tratamiento farmacológico de perros con esta patología.

Infección por hongos

Son varias las causas que pueden provocar una infección tópica por hongos, tales como una prolongada exposición a ambientes húmedos, baños excesivos, enfermedades inmunosupresoras, contacto con otros animales infectados o hipersensibilidad contra alérgenos ambientales. Una vez que el perro ha sido contagiado, presentará frecuentes rascados como consecuencia del picor intenso, pérdida de pelo de las zonas afectadas por los hongos, inflamación cutánea, enrojecimiento, caspa y costras. En general, cuando se trata de hongos las costras en la piel del perro tienen forma redondeada y se encuentran en zonas localizadas.

Úlceras en la piel como síntoma de enfermedad

Las úlceras en la piel aparecen como consecuencia de patologías determinadas, de manera que si esta es la causa que explica por qué el perro tiene costras en la piel es imprescindible acudir al veterinario lo antes posible. Antes de nombrar las enfermedades más comunes que las presentan, definimos como úlcera una lesión de la piel abierta, inflamada, con secreción de pus o pérdida de otras sustancias. Si ha pasado desapercibida, con el paso del tiempo puede mostrarse en forma de costra en la piel del perro, con algo de humedad o presentar con costra únicamente los bordes de la úlcera.

Las condiciones o enfermedades más comunes causantes de las úlceras son las siguientes:

  • Quemaduras
  • Productos químicos irritantes
  • Pioderma
  • Sarna
  • Hongos
  • Cáncer de piel

Pioderma canina

En relación con el punto anterior, al ser la pioderma canina una de las principales causantes de las úlceras y, por ende, de las costras en la piel del perro, no podía faltar en este listado. Se trata de una enfermedad cutánea de carácter bacteriano que, en general, aparece como una infección simple, causada por infestación de pulgas, o compleja, producida como consecuencia de otra patología o trastorno, como cuadros seborreicos, la hipersensibilidad de la piel a alérgenos o la leishmaniosis.

Como se trata de una afección producida por bacterias, su proliferación se produce a gran velocidad, pudiendo afectar a cualquier parte del cuerpo del animal, siendo las más comunes las zonas de la cabeza, el torso y las patas. Así, los principales síntomas de la pioderma canina son el picor intenso, enrojecimiento de la piel, inflamación, heridas, y costras. Si no se presta la atención necesaria, las heridas ocasionadas acostumbran a agravarse y presentar zonas con impactantes costras y lesiones purulentas o sangrantes.

Una mala alimentación o higiene inadecuada

No todas las causas que explican por qué un perro tiene costras en la piel están relacionadas con el desarrollo de enfermedades, puesto que en ocasiones el motivo es mucho más simple y se encuentra en los hábitos diarios del animal. En este sentido, la alimentación de calidad es la base de una vida saludable y un sistema inmune fuerte. Si el can sigue una dieta pobre en proteínas, vitaminas y ácidos esenciales, se verá reflejado en el estado de su pelaje y piel, mostrándose un manto apago, áspero, y una dermis seca, agrietada o con costras. Así, se recomienda prestar atención a la composición del pienso para optar por uno que cubra las necesidades específicas del perro en cuestión o, si se sigue una dieta casera, se consulte con el veterinario para ofrecer una alimentación equilibrada.

Por otro lado, tal y como hemos visto en apartados anteriores, una higiene inadecuada puede llevar al desarrollo de patologías que desencadenen en costras en la piel del perro, entre otros síntomas. Dentro del término "inadecuado", se encuentran los siguientes hábitos:

  • Bañar al perro en exceso. Lo ideal es bañar al can cada mes o mes y medio, o hacerlo cuando esté realmente sucio.
  • Utilizar un champú incorrecto. En los casos de dermatitis o trastornos de la piel, el uso de un champú común puede llevar a agravar el problema, empeorando el cuadro clínico. Por ello, se debe revisar detenidamente el estado de la piel del animal para reconocer cualquier signo y acudir al especialista.
  • Usar un cepillo inapropiado. En función del tipo de pelo del perro, se debe utilizar un cepillo u otro, de manera que emplear uno destinado a otro can puede acabar por producir heridas en la piel. Así mismo, el manto se debe cepillar, siempre, a favor del pelo.

Por último, cabe destacar la importancia de realizar las visitas periódicas al veterinario para identificar cualquier anomalía y poder tratarla a tiempo, así como acudir al especialista ante cualquier síntoma o anomalía.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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