Hay personas a las que les gusta tener ratas como mascota. Normalmente dichos animales tienen el mismo comportamiento afable y cariñoso con la persona que los adopta que cualquier otra mascota. Son animales muy inteligentes.
Sin embargo, en ocasiones la mascota, cualquiera que sea la especie, tiende a morder. Existen diversos tipos de mordiscos que debemos saber interpretar.
En este artículo nos centraremos en las ratas mordedoras y responderemos a la pregunta: ¿Por qué mi rata me muerde? En ExpertoAnimal te informaremos sobre ello, sus posibles causas y las soluciones.
El significado de los mordiscos
Los animales demuestran muchas cosas mediante la gradación de sus mordiscos, y la rata no es ajena a esta regla. Antes de preguntarte ¿por qué mi rata me muerde? debes saber que cuando son cachorros mientras juegan con sus congéneres, o con nosotros, los animales muerden de forma suave fingiendo peleas.
Es lo mismo que hacen los hermanos cuando se pelean sobre el sofá o la cama, mientras gritan, ríen y lloran sin solución de continuidad. Es un juego, pero un juego de dominación en el que aprendes a defenderte, o a imponerte. Cualquier cachorro en un juego te morderá, y lo hará hasta que tú le impongas un límite a la intensidad de la mordedura. Es importante educar a tu rata si quieres que en el futuro deje de intentar mordisquearte las manos.
Mordeduras accidentales
La rata, como haría cualquier otro animal, te morderá si inadvertidamente la pisas o te sientas sobre ella. Son mordiscos defensivos que el animal realiza instintivamente.
Otros mordiscos habituales suceden cuando a tu rata le das queso, o cualquier otra golosina aromática, y se acaba el queso y empiezan los dedos impregnados de un olorcillo irresistible. Obviamente, estos mordiscos son totalmente inocentes. En ambos casos la culpa es tuya por no prestar la debida atención. La solución será fijarse más en lo qué haces y por dónde andas.
Una posible enfermedad
Si tu rata no es mordedora y repentinamente te muerde, puede ser una señal de que está enferma y le duele algo. Obsérvala y llévala al veterinario si notas cualquier anomalía.
Las ratas también pueden morder si se estresan o sufren una situación angustiosa. Una nueva mascota, un bebé; cualquier cambio que modifique la atmósfera habitual del hogar, puede causar congoja al roedor. Préstale más atención y apacíguala.
Cada rata es un mundo
Todas las especies tienen rasgos comunes, inclusive los humanos. Pero cada uno tenemos nuestro carácter, nuestra forma propia de proceder ante el día a día. Esta particularidad también la ostentan los animales. Hay perros ladradores, hay perros mordedores, hay perros ladradores y mordedores, y también hay perros silenciosos y mansos.
Del mismo modo ocurre con las ratas. Independientemente de la raza de cada rata, existen ratas apacibles, otras que son más juguetonas, y también existen ratas con tendencia a morder. Si tu rata es de estas últimas, obsérvala. Fíjate bien si sólo muerde a una persona en concreto de la familia; o bien es democrática y muerde a todo el mundo por igual.
Si se da el primer caso, puede ser que la rata aspire a subir en la jerarquía social del grupo. En este caso, la persona agredida debe empezar a trabajar activamente para remediar esta situación.
Claves para evitar que tu rata te muerda
Es muy importante señalar que las ratas son animales tremendamente inteligentes y con gran capacidad de aprendizaje. Por ese motivo es muy recomendable trabajar de forma positiva y constante con ella, con el fin de guiarla a una actitud más aceptable. No olvides que utilizar el castigo y la violencia generará miedo en tu pequeño roedor, lo que incrementará notablemente los mordiscos, rompiendo además vuestro vínculo.
Para empezar será básico crear una respuesta cada vez que tu rata se comporte de forma inapropiada. Deja de jugar con ella cada vez que te muerda e ignórala durante un buen rato. Después de experimentar la misma situación en varias ocasiones, la rata empezará a entender que no te gusta esta actitud. La clave para lograrlo es seguir siempre esta misma norma y evitar que otros miembros de la familia se dejen mordisquear.
Por otro lado, debes saber que las ratas son animales tremendamente empáticos y sociales, por lo que si trabajas con ella de forma diaria distintos trucos y ejercicios que fortalezcan vuestra relación, se sentirá en consonancia contigo y será más cuidadosa a la hora de jugar.
Al mismo tiempo, tenemos que premiarla cuando se comporte apropiadamente. Podemos utilizar pedacitos de alimento que sirvan como premio (o refuerzo positivo) y ofréceselos siempre que juegue de forma calmada. Mantener una actitud relajada y tranquila, mediante masajes y juegos tranquilos, es una buena forma de enseñarle a comportarse de forma pacífica. No podemos esperar un comportamiento excelente por su parte si nosotros nos exaltamos y la molestamos sin parar. Nuestra actitud debe ser ejemplar para nuestra inteligente rata.
Finalmente recuerda que siempre puedes consultar con tu veterinario todas las dudas que surjan en vuestro día a día. Él te guiará y te aconsejará con pautas apropiadas para evitar que te muerda.
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