¿Por qué saltan los delfines?

En la actualidad, la palabra delfín se utiliza para agrupar a diversos mamíferos marinos divididos en las familias Delphinidae, Platanistidae, Iniidae y Pontoporiidae, que se distribuyen por cuerpos de aguas marinas, salobres o dulces. Aunque pueden existir algunas conductas particulares según el grupo, en general, los delfines son animales inteligentes, caracterizados por hábitos de socialización entre ellos, pero, además, con otras especies marinas e incluso con los seres humanos.

Desarrollan fuertes lazos entre ellos, al punto de mantenerse al lado de un miembro de la familia que se encuentre herido para intentar ayudarlo. Estas acciones de apoyo se extienden a otros animales acuáticos, a los que se les ha visto auxiliar en casos de varamientos. También han demostrado ayudar a los humanos en ciertas circunstancias. Por otro lado, los delfines, al igual que numerosas especies terrestres, desarrollan actividades de juego, entre ellos y, también, con personas. Sin duda, es uno de los comportamientos que más llama la atención de estos cetáceos.

Otra conducta bastante típica en es saltar constantemente fuera del agua. Es muy común observar este comportamiento cuando, por ejemplo, se navega por las zonas en las que habitan. De hecho, esto crea lugares especiales para el avistamiento de delfines. Pero, ¿por qué saltan los delfines? Explicamos las razones en los siguientes apartados.

Los delfines tienen conductas gregarias, por ello es común que realicen ciertas acciones en conjunto. Cazar es una de ellas. Los delfines se alimentan principalmente de peces que atrapan de diversas formas. Una de ellas es localizar y perseguir bancos de peces. Después, se dividen y algunos rodean a la congregación, mientras que otros empiezan a dar saltos fuera del agua para que sus cuerpos, al caer, golpeen con fuerza el agua. Esto hace que los peces se asusten y se agrupen. Los delfines solo tienen que sumergirse para comer. Posteriormente los participantes intercambian sus roles para que todos puedan alimentarse.

Por otro lado, atrapar peces en un cardumen no resulta una tarea sencilla. Por eso cuando los delfines encuentran estas agrupaciones, realizan sus saltos para caer sobre los peces, pero, en este caso, con el objetivo de dispersarlos. Además, al golpear el agua se aturden los peces más viejos o enfermos, de forma que los cetáceos los detectan con más facilidad y los atrapan.

Los delfines son mamíferos con pulmones, por lo que necesitan tomar oxígeno directamente del aire para respirar. Por otra parte, nadan a grandes velocidades y, cuando se desplazan de un lugar a otro de esta manera, al saltar fuera del agua logran llenar sus pulmones del oxígeno que requieren, sumergiéndose luego nuevamente para seguir nadando. En otras palabras, logran nadar y respirar sin tener que detenerse. Esto les permite continuar con su deslazamiento de forma veloz.

Los delfines tienen un complejo sistema de comunicación, que es necesario al ser animales de vida social. Para comunicarse entre ellos pueden hacerlo a través de diversos movimientos, como giros, lo que es una comunicación no vocal, pero también, y de manera principal, lo hacen emitiendo diferentes tipos de sonidos.

Adicionalmente, se estima que estos animales brincan para hacerse visibles a otros individuos. De esta manera, cuando los delfines saltan pueden ser vistos por otros que también saltan, ya que, aunque acostumbran a nadar en manadas, no siempre están cerca, sino que se distancian unos de otros. La conducta del salto les permite ubicarse. Por otro lado, saltar juntos puede ser una manera de jugar y socializar entre ellos, ya que, como hemos mencionado, su nivel de inteligencia hace que desarrollen ciertas conductas propias de animales evolucionados.

Los delfines tienden a mantenerse nadando de forma constante, recorriendo incluso largas distancias a altas velocidades. Aunque su cuerpo es hidrodinámico, el contacto con el agua siempre genera fricción, que se pierde cuando los delfines saltan al aire, al ser menos denso que el agua. De esta manera, aunque pareciera que saltar implica un gasto extra de energía, realmente les permite descansar de la resistencia que les genera el agua al nadar.

Se ha propuesto la idea de que los delfines pueden tener ciertos parásitos externos que los lastiman y de los que se liberan al saltar fuera del agua, ya que estos no toleran el cambio brusco que supone salir al aire y volver a entrar al agua.

Adicionalmente, se ha documentado^[1] que las rémoras, unos peces dotados con ventosas y capaces de adherirse a animales marinos grandes, también se fijan a los delfines, generándoles mayor resistencia cuando nadan. Por eso también utilizan los saltos fuera del agua para desprenderse de ellas.

Lamentablemente, ciertas especies de delfines han sido, desde hace años, capturadas y mantenidas en cautiverio para ser utilizadas en circos o parques acuáticos como entretenimiento. En estos lugares, los delfines son sometidos y amaestrados para realizar ciertos tipos de acrobacias, que, aunque las suelen hacer de forman natural en su hábitat, aquí, sin embargo, las realizan de forma obligada.

Desde ExpertoAnimal te invitamos a no asistir a lugares en los que utilicen a los animales para este tipo de espectáculos, ya que suponen maltrato. Además, debemos insistir en que todas las especies siempre tienen que estar en sus hábitats naturales, a menos que requieran atención especializada con fines de recuperación.

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