Problemas renales en gatos - Tipos y síntomas

Problemas renales en gatos - Tipos y síntomas

Los problemas renales en gatos son trastornos muy comunes, lo que quiere decir que afectan a un elevado número de gatos. Es por ello muy importante que, como cuidadores, tengamos información sobre estas enfermedades, sepamos reconocer los síntomas para acudir inmediatamente al veterinario y entendamos qué medidas podemos implementar para favorecer el tratamiento y el mantenimiento de la calidad de vida de nuestro gato. La medicación y la dieta van a ser factores básicos a tener en cuenta.

Sigue leyendo este artículo de ExpertoAnimal y aprende a detectar los síntomas de problemas renales en gatos para actuar con rapidez.

El papel de los riñones

Los riñones, además de excretar hormonas o mantener la presión arterial, cumplen con la importante función de filtrar la sangre para limpiarla de las sustancias de desecho que el organismo no puede aprovechar y eliminarlas a través de la orina. Un fallo en este mecanismo va a provocar una acumulación de sustancias tóxicas que terminarán por causar daños en el organismo. Los problemas renales en gatos pueden aparecer de manera repentina o gestarse a lo largo del tiempo. Veremos las diferencias en los siguientes apartados.

Enfermedad renal aguda

En ocasiones, el problema renal de nuestro gato aparece de manera aguda. Puede producirse por alguna infección bacteriana que ataca al riñón, por una intoxicación, etc. En estos casos podremos apreciar síntomas clínicos como los siguientes:

  • Generalmente se producirá un aumento en la cantidad de orina excretada.
  • El gato deja de comer y, en cuanto a la ingesta de agua, suelen beber más.
  • Estará quieto y apagado.
  • También se deshidrata, lo que podemos notar en los ojos hundidos y el pliegue de la piel, que no se recupera rápidamente.
  • También puede haber vómitos y diarrea.
  • El aliento del gato tendrá un olor peculiar, a amoníaco.

Enfermedad renal crónica

Este problema renal en gatos es muy común, sobre todo en aquellos de más edad, por lo que es conveniente revisarlos al menos una vez al año cuando se hacen mayores, con el objetivo de detectar esta y otras patologías de manera precoz. La sintomatología puede coincidir con la que hemos visto para la presentación aguda, con la diferencia de que, en este caso, lo que observaremos será un deterioro paulatino. Podremos observar estos signos:

  • El gato bebe y orina en mayor cantidad, lo que se conoce con el nombre de polidipsia y poliuria.
  • Aún así notaremos que está adelgazando.
  • Además, su pelaje presentará mal aspecto.
  • Aunque beba mucho lo normal es que esté deshidratado, en mayor o menor grado.
  • Es muy habitual que el gato vomite con frecuencia.
  • Puede tener diarrea.
  • El olor a amoníaco también está presente.

Si el gato no recibe atención veterinaria puede empeorar hasta presentar un cuadro como el descrito para la enfermedad aguda.

El tratamiento de los problemas renales en gatos

Tanto en la enfermedad renal aguda como en la crónica debemos procurar asistencia veterinaria. La manifestación aguda es una emergencia. Si el gato no se trata su vida corre peligro. Si se recupera, puede convertirse en enfermo crónico, si el daño sufrido por el riñón es irreversible.

Por otra parte, los gatos con enfermedad crónica pueden empeorar de forma repentina, manifestando, de repente, el cuadro agudo. El tejido renal dañado no puede recuperarse así que, si es el caso de nuestro gato, debemos saber que el tratamiento solo puede ayudarle a mantener una buena calidad de vida, pero no lo cura. A continuación explicamos con más detalle ambas situaciones.

La atención a un gato con problema renal agudo

Se trata de un caso en el que el problema renal en el gato va a requerir ingreso para iniciar la asistencia veterinaria con fluidoterapia y medicación intravenosa. El facultativo determinará la causa que está detrás de la insuficiencia renal y actuará en consecuencia. Para ello va a realizar pruebas como análisis de sangre, de orina o ecografías. Por ejemplo, si estamos ante una infección, prescribirá antibiótico.

Las primeras 24-48 horas son críticas. Si el gato consigue hidratarse y comienza a comer el pronóstico es bueno y puede curarse por completo. Otras veces el gato se recupera pero sus riñones quedan dañados, convirtiéndose en enfermo renal crónico, con el manejo que detallaremos a continuación.

Vivir con un gato enfermo renal crónico

Si el problema renal en el gato ha provocado una insuficiencia renal crónica nuestro veterinario, atendiendo a los resultados de las pruebas, determinará la gravedad de su estado y prescribirá medicación adecuada. Esta se dirige a controlar los síntomas, es decir, a reducir o evitar los vómitos, proteger el estómago, mantener una dieta adecuada, etc.

La alimentación, que debe ser especial para gatos con enfermedad renal, es un pilar base en el tratamiento y, en algunos casos, va a ser la única medida recomendada, junto con el mantenimiento de una buena hidratación. Podemos adquirir piensos comerciales para gatos con insufiencia renal, siempre de alta calidad, o apostar por dietas caseras para la insuficiencia renal, cuyas pautas deberán estar prescritas por el veterinario. Se requiere seguimiento veterinario y acudir a consulta ante la aparición de cualquier síntoma.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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