Pupilas dilatadas en perros - Causas y tratamiento

La pupila es el orificio redondo que se localiza en el centro del ojo y se incluye en el iris, que es una membrana muscular, elástica y contráctil, que se abre y se cierra para regular la cantidad de luz que incide en el ojo. El iris está pigmentado, que es lo que le da color al ojo. Su funcionamiento, por lo tanto, es como el del diafragma de las cámaras fotográficas. La luz penetra en el ojo atravesando diferentes partes, como son la córnea, la cámara anterior, la pupila, el cristalino, la cámara vítrea y, finalmente, alcanza la retina, que es la encargada de transformar la luz en impulsos eléctricos con sus células fotorreceptoras. Estos impulsos son los que llegan al cerebro desde el nervio óptico.

Las pupilas de los perros son de tamaño grande y proporcionan un amplio campo de visión. Esto permite que sigan con la vista los objetos en movimiento con mucha eficacia. Por lo tanto, las pupilas se dilatan por los siguientes motivos:

• Para captar más luz.
• En determinadas situaciones emocionales.
• Debido a diversas patologías.
• En el momento de la muerte.

La dilatación de las pupilas también se denomina midriasis y puede ser uni o bilateral. Las pupilas normales son simétricas y se dilatan y contraen en función de la luz.

Las pupilas dilatadas en perros o que han perdido la simetría, lo que se denomina anisocoria en perros, pueden indicar una lesión a nivel cerebral y tienen un pronóstico grave. Que la dilatación se presente en uno o en los dos ojos da pistas al veterinario sobre la posible causa. Por ello, hay que acudir, imprescindiblemente, al veterinario.

Además de lesión cerebral, la anisocoria puede deberse a una lesión espinal cervical o a un problema ocular. Daños de este tipo pueden aparecer cuando el perro sufre un traumatismo craneoencefálico, por ejemplo, un golpe muy fuerte, un atropello o una caída desde gran altura.

Cuando se valora el origen y las características de un traumatismo de este estilo, es importante hacer un examen pormenorizado del perro, realizando una exploración neurológica y las técnicas de diagnóstico por imagen que sean necesarias. El pronóstico es reservado y, en los casos más graves, el perro fallece. Son, por supuesto, urgencias veterinarias.

A veces, la causa de las pupilas dilatadas en los perros se encuentra en el propio ojo. Si el perro tiene las pupilas dilatadas y no ve, es posible que sufra SARD, que es una degeneración retiniana adquirida súbita. Se trata de una enfermedad que daña la retina y provoca la ceguera permanente de manera repentina.

El primer signo es la midriasis bilateral. Un desprendimiento de retina también es causa de ceguera súbita. Este tipo de casos requieren la consulta a un veterinario especializado en oftalmología para valorar las opciones de tratamiento posibles.

En este otro artículo te explicamos ¿Cómo saber si un perro es ciego?

Si tu perro tiene dilatación en las pupilas y tiembla, puede deberse a estas causas.

Pupilas dilatadas en perros por intoxicación

En ocasiones, las pupilas dilatadas en perros se deben a intoxicaciones, aunque no es el síntoma más habitual, que suelen ser las convulsiones o la hipersalivación.

Por ejemplo, la intoxicación por ivermectina provoca midriasis, temblores, depresión, descoordinación, vómitos, etc. Algunas razas, como el collie, son sensibles a esta sustancia. Se trata de una urgencia veterinaria.

Como emergencia, en este otro artículo te explicamos ¿Cómo tratar a un perro envenenado?

Pupilas dilatadas en perros - trastorno psicológico

Otras veces, las pupilas dilatadas no nos indican un problema físico, sino psicológico. En estos casos, el perro suele sufrir un cuadro de estrés que puede manifestarse como una fobia o como un trastorno compulsivo o TOC.

Un perro que experimenta una fobia, presenta midriasis, temblores, jadeos, hipersalivación, micción, defecación, etc. Las fobias pueden resolverse con el tratamiento conductual adecuado.

Trastorno obsesivo compulsivo o TOC en perros

Por su parte, el trastorno obsesivo compulsivo en perros se caracteriza por la presentación de estereotipias, es decir, conductas repetitivas que se desarrollan siempre de la misma manera, sin sentido en el momento o el entorno en el que se realizan. Son, por ejemplo, morderse la cola, girar en círculo, lamerse compulsivamente un mismo lugar del cuerpo, simular que se captura algo con la boca, etc. Pero, además, pueden presentarse trastornos físicos como taquicardia, midriasis, anorexia o diarrea.

Antes de diagnosticar un TC o problema a nivel psicológico, el veterinario debe descartar problemas físicos. Una vez que se confirma el diagnóstico, el tratamiento debe dejarse en manos de expertos en conducta canina, como veterinarios especializados, educadores caninos o etólogos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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