¿Qué comen los sapos?

¿Qué comen los sapos?

Los sapos son anfibios que pertenecen al orden Anura. Físicamente, se diferencian de las ranas por su piel áspera y seca, contrario a la textura lisa y húmeda del cuerpo de las ranas. Expertos en el camuflaje pero, a la vez, fáciles de reconocer por su croar inconfundible, los sapos se encuentran en casi todo el mundo y es común verlos en jardines durante días de lluvia. ¿Cuánto conoces sobre sus hábitos?

Si quieres saber más sobre las características de esta especie, como dónde viven y qué comen los sapos, entonces no te puedes perder este artículo de ExpertoAnimal con todo sobre la alimentación de los sapos. ¡Sigue leyendo!

Características de los sapos

Los sapos son anfibios que se caracterizan por tener un cuerpo pequeño y grandes ojos. Aunque las tonalidades pueden variar, los colores más comunes son verde oliva, marrón y gris. Además, poseen ojos amarillos con pupilas horizontales. Al igual que muchas otras especies, presentan dimorfismo sexual, siendo las hembras más grandes que los machos, pues alcanzan 14 cm de longitud, mientras que sus compañeros solo miden entre 9 y 10 cm.

El cuerpo de los sapos es redondo, con patas anchas que poseen cuatro dedos delanteros y cinco traseros. La cabeza es corta pero ancha e incluye un gran hocico que les permite obtener su alimento muy fácilmente.

Algunas especies de sapos presentan un sistema de defensa peculiar, pues son capaces de segregar veneno a través de glándulas presentes en toda su piel.

Otra de las características del sapo es su reproducción ovípara, es decir, lo hace mediante huevos. Los huevos se incuban en agua y se llaman renacuajos al eclosionar, tras lo cual siguen un ciclo similar al de las ranas.

¿Los sapos tienen dientes?

Los sapos no tienen dientes, en su lugar, poseen una larga lengua pegajosa con la que atrapan a sus presas y las introducen en la cavidad bucal para tragarlas directamente.

Como ya señalamos, la mayoría de las especies espera a una presa escondidas en la vegetación y luego la atrapan con su lengua pegajosa. Una vez en la boca, deben tragar a la presa completa, por lo que fuerzan la cabeza para que atraviese la garganta sin necesidad de masticar y engullirla rápidamente. Una vez en el estómago, la presa comenzará el proceso de deshidratación gracias a los ácidos estomacales.

Otras especies de sapos carecen de esta lengua pegajosa. En estos casos, atrapan a la presa al sorprenderla y la retienen utilizando la fuerza de su mandíbula.

¿Dónde viven los sapos?

Antes de hablarte sobre qué comen los sapos comunes, necesitas conocer dónde viven los sapos. Pueden encontrarse en todos los continentes, donde prefieren habitar ambientes húmedos y cercanos a fuentes de agua. Son capaces de sobrevivir en casi cualquier ecosistema, desde bosques hasta praderas y zonas urbanizadas, sin embargo, no viven en la Antártida y ni en el desierto.

Al nacer, los sapos son acuáticos, pero una vez que se han desarrollado lo suficiente pasan su vida tanto en tierra como en el agua. En tierra es común encontrarlos escondidos detrás de piedras, troncos y arbustos, con el objetivo de mantener la humedad y protegerse de los depredadores. A esta tarea también les ayuda la pigmentación de su piel, ideal para camuflarse con facilidad.

Son animales poiquilotermos, lo cual significa que su temperatura interna se adapta a la percibida en el exterior. Esto ocurre porque carecen de mecanismos de regulación corporal similares a los de otras especies, por esta razón, intentan protegerse contra climas extremos manteniéndose en espacios húmedos. Es común, además, encontrarlos a cualquier hora del día, especialmente si el clima es lluvioso.

Ahora que conoces el hábitat de estos animales, vamos a ver a continuación qué comen los sapos en estos entornos.

¿Qué comen los sapos?

Los sapos son animales carnívoros oportunistas, no cazan a sus presas como lo haría otro animal, sino que permanecen inmóviles a la espera de que esta se acerque lo suficiente para arrojar su enorme lengua pegajosa, momento en el que tragan a la víctima fácilmente.

La alimentación de los sapos varía de acuerdo con su especie, así que: ¿qué comen los sapos comunes? Las especies pequeñas se alimentan de todo tipo de insectos, gusanos, arañas y caracoles, mientras que otras pueden ingerir peces. Por otra parte, las especies más grandes ingieren serpientes pequeñas, lagartijas y roedores. De esta forma, si te preguntas qué comen los sapos pequeños, puedes comprobar que la respuesta es animales de tamaño pequeño y fáciles de cazar con su lengua.

Una característica del sapo es su capacidad de adaptación en lo que se refiere a los hábitos alimenticios. Aunque cada especie posee una dieta determinada, son capaces de variarla cuando las situaciones del entorno así lo requieren, en el caso, por ejemplo, de que ciertas presas escaseen o desaparezcan.

¿Qué comen los sapos de tierra?

Como ya hemos comentado, los sapos pueden permanecer tanto en el agua como en la tierra. Los sapos son animales que respiran a través de la piel, siendo esta respiración branquial cuando son renacuajos y pulmonar cuando alcanzan la adultez. Entonces, en su etapa adulta tienen más dificultades para respirar bajo el agua, por lo que viven principalmente fuera de ella. Por este motivo, todos los sapos son considerados de tierra y, por ende, comen los seres que hemos mencionado anteriormente.

¿Qué comen los sapos bebés?

Los sapos bebés, llamados correctamente renacuajos de sapo, se alimentan de plantas y algas que encuentran en el agua. Debido a que ya hemos dicho que los sapos son animales que sufren una metamorfosis, conforme crecen sus hábitos alimentarios van cambiando y, por ende, se convierten en carnívoros cuando alcanzan la edad adulta.

Antes de convertirse en adultos, los sapos atraviesan una etapa de renacuajos similar a la que ocurre con las ranas. En este período carecen de patas, presentan cola y branquias y viven en el agua. En principio, estos sapos bebés se alimentan del saco vitelino durante los primeros días. Luego, requieren de plantas y algas marinas. Además, consumen detritos de cualquier tipo, larvas y mosquitos.

Amenazas y peligros para los sapos

Como en muchas otras especies, hay ciertas amenazas que ponen en peligro la existencia de los sapos. Estas son algunas de ellas:

  • Herbicidas o pesticidas: las sustancias tóxicas arrojadas al medio ambiente, como los herbicidas y pesticidas, son altamente tóxicas para el organismo del sapo.
  • Destrucción del hábitat: la contaminación de ríos y lagos, así como la deforestación, son actividades que ponen en riesgo la vida de estos animales, ya que significa perder los refugios que los protege de sus depredadores. Además, la destrucción del hábitat implica una falta de alimento al escasear las presas, razón por la cual se ven son forzados a desplazarse.
  • Peligro en las carreteras: los atropellamientos son una amenaza frecuente para estos animales, ya que suelen atravesar los caminos construidos por el ser humano, especialmente en días lluviosos.
  • Sequías prolongadas: las épocas de sequía no representan un problema mayor para los sapos; sin embargo, si son muy extensas se traducen en escasez de fuentes de agua y altas temperaturas.

¿Qué comen los sapos domésticos?

Al igual que las ranas, es posible adoptar como mascota algunas especies de sapo. En estos casos, es imprescindible ofrecer alimentos adecuados para cada etapa, además de proporcionar una dieta que brinde los mismos nutrientes que obtendrían en libertad. En este sentido, los sapos bebés pueden ser alimentados con escamas para peces trituradas, las cuales es posible encontrar en cualquier tienda de artículos para mascotas. Además, es recomendable añadir algas en el estanque donde estén los renacuajos para complementar la dieta con larvas rojas molidas.

Con respecto a los sapos domésticos adultos, su alimentación debe ser carnívora. Esta es una de las principales razones para desaconsejar que se adopte un sapo como mascota, ya que resulta complicada la tarea de ofrecerle una dieta adecuada. Si ya tienes uno en casa, necesitas darle peces pequeños, gusanos y larvas vivas y, en ocasiones, escamas para peces. En algunas tiendas también es posible adquirir grillos y otros insectos vivos, además de hormigas. Con respecto a las cantidades, deberás prestar atención a la velocidad a la que tu sapo consume el alimento que le proporcionas, de esta manera sabrás cuántos insectos, peces, etc., necesitas brindarle al día.

¿Y qué comen las ranas?

La alimentación de las ranas varía ligeramente de la alimentación de los sapos. En ocasiones, las ranas sí pueden comer alimentos vegetales, mientras que los sapos son estrictamente carnívoros. No obstante, la ranas también acostumbran a comer insectos de todo tipo, caracoles, gusanos, etc. Toda la información la encontrarás en este artículo: "¿Qué comen las ranas?".

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