¿Qué puede comer un perro con pancreatitis?

Antes de hablar de cómo alimentar a un perro con pancreatitis, es importante conocer los tipos que existen. En casos agudos, la presentación clínica puede variar de leve a grave y puede o no afectar la función vascular del órgano. El paciente puede tener varios síntomas sugestivos, como vómitos, diarrea, posición de oración para aliviar el dolor, falta de apetito y dolor en la región abdominal, lo que constituye una emergencia médica. La pancreatitis aguda, cuando no se diagnostica a tiempo y se trata correctamente, puede llevar a la muerte.

Por otro lado, la pancreatitis crónica se caracteriza por alteraciones de mayor tiempo de evolución, pudiendo presentarse de forma gradual, oculta o periódica. En estos casos, el órgano presenta cambios irreversibles, que provocan dolor y pérdida permanente de su función ^[2]. La vascularización del páncreas está severamente alterada, es posible observar cambios en otros órganos y la condición tiende a empeorar progresivamente ^[3].

Se ha realizado un gran esfuerzo por parte de los investigadores para encontrar una clasificación universal y multidisciplinar de las diversas formas de inflamación pancreática, además de varios estudios que ayuden al diagnóstico precoz de la enfermedad ^[4]. El diagnóstico no siempre es fácil, ya que la pancreatitis en perros tiene síntomas similares a varias otras patologías gastroentéricas, requiriendo una combinación de estrategias diagnósticas, como pruebas de laboratorio y de imagen, además de un buen examen físico realizado por el médico veterinario y de una historia detallada sobre los hábitos del animal.

Perros más propensos

¿Cómo sé si mi perro tiene riesgo de desarrollar pancreatitis? Pues bien, aunque no siempre podemos detectar la causa, algunos factores pueden predisponer al perro a la enfermedad, como por ejemplo:

• Animales de mediana edad y mayores.
• Perros castrados.
• Hembras.
• Perros con sobrepeso y consumo de alimentos con exceso de grasa.
• Perros con dietas desequilibradas.

Algunos investigadores afirman que los schnauzer miniatura, poodle y cocker spaniel son los más afectados, pero todos los perros pueden desarrollar la enfermedad ^[3].

En este otro artículo hablamos en profundidad sobre los Síntomas y tratamiento de la pancreatitis canina.

El tratamiento de la pancreatitis implica varias etapas y debe ser instituido por un veterinario, quien sabrá el momento adecuado para cada una de ellas. Una parte muy importante de este tratamiento es saber qué puede comer un perro con pancreatitis, ya que la alimentación puede actuar como tratamiento preventivo y curativo, pudiendo ser realizado por el propio tutor en su domicilio.

Actualmente existen varias comidas comerciales especializadas para perros con pancreatitis. Estas raciones tienen la cantidad adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas para proporcionar la energía suficiente al animal, sin estimular en exceso y de forma nociva el páncreas, ya que el órgano necesita descansar para recuperarse. Estas raciones se pueden encontrar en forma seca o húmeda, siendo más fácil administrar esta última con una jeringa directamente en la boca del paciente, que puede mostrarse reacio a comer.

En cuanto al tipo de comida o marca, recomendamos escoger aquella que recomiende el veterinario que está llevando el caso de nuestro perro u optar por aquellas marcas que utilicen ingredientes naturales, de calidad y aptos para el consumo humano. El tamaño de las croquetas para perros con pancreatitis, en caso de escoger pienso seco, dependerá de las condiciones del perro en sí, de su edad, tamaño, estado de la dentadura...

Alimentos para perros con pancreatitis

Ahora bien, ¿qué ocurre si el animal no acepta la comida industrializada? ¿Podemos preparar comida casera para un perro con pancreatitis? La respuesta es sí, pero siempre bajo el asesoramiento del veterinario, ya que si no se dispone de los conocimientos adecuados, el animal podría sufrir déficits nutricionales.

La dieta debe contener proteínas de alta calidad de una sola fuente, es decir, si quieres saber qué alimentos debe evitar tu perro con pancreatitis, destacamos que no debes mezclar varios tipos de carne en una misma comida para facilitar las funciones del páncreas. Recuerda que lo importante aquí es ayudar al órgano todo lo posible. Los hidratos de carbono deben ser de alta calidad, a ser posible, sin gluten y sin lactosa. La grasa debe estar ausente o en cantidades extremadamente bajas. Olvídate de alimentos ricos en grasas y muchos carbohidratos, como pan, e intenta evitar los premios comerciales como huesos de cuero u orejas de cerdo ^[5]. En su lugar, es preferible escoger premios caseros con las características mencionadas.

Se debe intentar mantener una proporción del 25 % de proteínas, menos del 5 % de grasas, alrededor del 5 % de carbohidratos y el 65 % restante de agua ^[6]. También puedes utilizar caldo de carne o verduras.

¡Sí, la pancreatitis en perros es curable! Pero el desenlace de la enfermedad dependerá de varios factores, como el diagnóstico precoz y el tratamiento correcto. En cuanto el tutor se dé cuenta de que el animal no se encuentra en su estado normal, presentando vómitos agudos, inapetencia, diarrea y dolor abdominal, deberá llevarlo al veterinario, ya que en la mayoría de los casos necesitará hidratación y dieta intravenosa.

Si no se instaura el tratamiento a tiempo, el animal puede morir o desarrollar pancreatitis crónica, resultando en daños irreversibles al páncreas, llegando incluso a convertirse en diabético.Algunos perros tendrán que comer dietas terapéuticas por el resto de sus vidas o usar una dieta casera balanceada.

¿Cómo prevenir la pancreatitis canina?

Aunque en la mayoría de los casos no es posible saber exactamente qué desencadenó la inflamación del páncreas, podemos evitar algunos alimentos ricos en grasas para no obligar a este órgano a trabajar más de lo necesario.

La alimentación del perro debe ser equilibrada, sin exceso de hidratos de carbono y grasas. Así, los alimentos que debemos evitar darle al perro son:

• Premios grasos
• Huesos de cuero
• Pizza
• Carnes con mucha grasa
• Pan de queso
• Pan blanco
• Salsas
• Quesos grasos
• Piel de pollo

Los perros que tienen una dieta casera desequilibrada o que suelen comer snacks grasos son más propensos a desarrollar la enfermedad.

Cualquier persona que conviva con un perro en tratamiento por pancreatitis debe estar siempre alerta a los signos que presenta. Se debe observar el comportamiento del animal, si tiene dificultades para acostarse y levantarse, si está en posición de oración o alivio del dolor, si se queja al tocarlo en el abdomen, si ingiere suficiente agua, si está salivando (lo que puede indicar náuseas), si sus heces son de textura y color normales y si tiene apetito.

Siempre tenemos que ofrecer agua fresca y no utilizar agua de coco, ya que contiene grasa, que será perjudicial en este caso. También se puede utilizar una bebida isotónica o un suero casero. Lo importante es mantener al animal siempre bien hidratado.

Bajo ninguna circunstancia intenta tratar la afección tú mismo. Busca siempre un médico veterinario para hacer el diagnóstico correcto e iniciar el tratamiento lo antes posible. Y recuerda que la pancreatitis es una emergencia y no puede esperar.

Ahora que ya sabes cómo alimentar a un perro con pancreatitis, quizás te interese el siguiente vídeo en el que hablamos de la dieta BARF, también apta para perros con pancreatitis, adaptándola a sus necesidades:

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