Perro de montaña de los Pirineos

Perro de montaña de los Pirineos

El perro de montaña de los pirineos es conocido también como gran Pirineo. Este perro de montaña, grande y resistente habita desde tiempos inmemoriales en los Pirineos franceses y españoles. Históricamente era usado como guardián y protector de rebaños, pero actualmente es uno de los perros familiares más queridos.

En esta ficha de raza de ExpertoAnimal detallaremos contigo todas las características del perro de montaña de los Pirineos, su temperamento o su educación entre otros. Tanto si te planteas adoptar un cachorro como si ya tienes un perro adulto, en esta página encontrarás consejos útiles para su cuidado o detalles sobre su salud que necesitas conocer:

Origen
  • Europa
  • Francia
Clasificación FCI
  • Grupo II
Características físicas
  • Rústico
  • Musculoso
  • Alargado
Tamaño
  • Toy
  • Pequeño
  • Mediano
  • Grande
  • Gigante
Altura
  • 15-35
  • 35-45
  • 45-55
  • 55-70
  • 70-80
  • Más de 80
Peso adulto
  • 1-3
  • 3-10
  • 10-25
  • 25-45
  • 45-100
Esperanza de vida
  • 8-10
  • 10-12
  • 12-14
  • 15-20
Actividad física recomendada
  • Baja
  • Media
  • Alta
Carácter
  • Equilibrado
  • Fuerte
  • Inteligente
  • Cariñoso
Ideal para
  • Casas
  • Senderismo
  • Pastor
  • Vigilancia
  • Terapia
Recomendaciones
  • Arnés
Clima recomendado
  • Frío
  • Caluroso
  • Temperado
Tipo de pelo
  • Medio
  • Liso
  • Duro
  • Grueso

Origen del perro de montaña de los Pirineos

El perro de montaña de los Pirineos tiene sus orígenes en la cordillera montañosa del Pirineo, entre España, Andorra y Francia. Se estima que su historia se remonta incluso antes de la Edad Media, aunque fue entonces cuando alcanzó verdadera popularidad, por su utilización como guardián de castillos. Es mencionado por primera vez por el conde y vizconde Gastón III de Foix-Bearne en el siglo XIV.

Más adelante, en el siglo XVII y debido a su trabajo como perro protector y guardián, se ganó el favor de los nobles franceses, así como el del propio rey Luis XIV, quien le nombró perro real de la Corte Francesa. Más adelante, en 1897, es cuando aparece por primera vez una descripción detallada sobre el perro de montaña de los Pirineos, en el libro del Conde de Bylandt.

Diez años después se inició el primer club del perro de montaña de los Pirineos y en 1923 la primera reunión de los aficionados a los perros de montaña de los Pirineos, iniciativa de Bernard Sénac-Lagrange, el cuál escribió por primera vez el estándar de la raza en la S.C.C, muy similar al que conocemos hoy en día.

Actualmente, el gran Pirineo es un perro que sigue siendo utilizado para proteger rebaños en las montañas franco-españolas, pero también en otros países como Estados Unidos y Australia. También es un excelente perro familiar en distintos hogares del mundo.

Características físicas del perro de montaña de los Pirineos

Se describe al gran Pirineo como un perro de gran tamaño, imponente y proporcionado, aunque elegante a su vez. La cabeza no es grande en comparación con el resto del cuerpo, y tiene los lados aplanados. La nariz es negra. El hocico es ancho y algo más corto que el cráneo. Los ojos son pequeños, de forma almendrada y color pardo ambarino. Las orejas son de inserción media, pequeñas, triangulares y con el extremo redondeado, que además caen a los lados de la cabeza.

El cuerpo es ligeramente más largo que alto, lo que le da al montaña de los Pirineos un perfil rectangular. Es fuerte y robusto. El pecho es ancho y profundo. La cola es larga y alcanza por lo menos la punta del corvejón. Cuando el perro está activo la lleva curvada sobre la espalda y solamente el extremo de la cola toca el lomo. Una característica de esta raza es que presenta doble espolón en las patas traseras.

El pelo es tupido, liso y largo. Es áspero en la espalda y los hombros. Puede ser ligeramente ondulado en el cuello y la cola. Es de color blanco sólido o de color blanco con manchas en la cabeza, orejas y nacimiento de la cola. Las manchas, cuando existen, son de color gris, amarillo pálido o anaranjado.

Las medidas y el peso del perro de montaña de los Pirineos son:

  • Machos: entre 70 y 80 centímetros de altura a la cruz, con un peso de entre 36 y 41 kilogramos
  • Hembras: entre 65 y 75 centímetros de altura a la cruz, con un peso de entre 50 y 54 kilogramos

Carácter del perro de montaña de los Pirineos

El carácter de un perro se determina directamente según el temperamento del propio animal, de la educación recibida y del genoma, por lo que cabe señalar que el perro de montaña de los Pirineos fue criado seleccionando a los ejemplares que mejor mostraban aptitudes de vigilancia y disuasión, así como su apego por el rebaño. Como consecuencia, el gran Pirineo suele tener un carácter protector, leal y algo independiente.

A continuación, en esta ficha de ExpertoAnimal te hablaremos de cómo debe ser la educación del perro de montaña de los Pirineos y cuáles suelen ser los problemas de conducta más frecuentes, puntos importantes a conocer antes de adoptar un perro de estas características.

Cuidados del perro de montaña de los Pirineos

Empezaremos hablando del manto del gran Pirineo, pues debido a que posee el pelo largo será imprescindible seguir una rutina de cepillado de, al menos, dos veces a la semana. En las épocas de muda de pelo será necesario hacerlo cada día para eliminar correctamente el pelo muerto y lograr un buen aspecto. Le bañaremos cada 2 o 3 meses, aproximadamente.

Estos perros no se adaptan siempre a hogares pequeños. No son muy dinámicos, pero necesitan largos paseos diarios (que deben realizarse incluso aunque el perro viva en una gran casa con jardín) para quemar su energía y mantenerlo en forma. Podemos realizar además de los paseos otras actividades físicas con él, ya sea senderismo, natación o, simplemente, jugar con una pelota o un fresbee.

Recordemos también que el gran Pirineo puede vivir bien en exteriores cuando el clima es templado o frío, pero no tolera bien el calor, por lo que será fundamental proporcionarle lugares frescos para acomodarse, que generalmente serán junto a su familia humana. También resaltaremos, por su gran tamaño, que requiere grandes cantidades de alimento.

Por su inteligencia y para evitar la frustración será ideal estimularle regularmente con juguetes de inteligencia, animarle a realizar habilidades caninas (siempre en consonancia con lo que le permiten sus características físicas) o todo tipos de juegos interactivos en los que pueda desarrollar su mente.

Educación del perro de montaña de los Pirineos

Será muy importante separar al cachorro de su madre a la edad apropiada, es decir, alrededor de las 7 u 8 semanas de vida, de este modo su progenitora le preparará para que sepa inhibir su mordida, aprenderá sobre el lenguaje de los perros así como muchos otros detalles que únicamente su madre y hermanos le podrán enseñar.

Una vez adoptado, debemos seguir trabajando la socialización del cachorro, presentándole a personas de todo tipo (incluyendo niños), perros, gatos, entornos y sonidos, en definitiva, cualquier estímulo que vaya a encontrarse en su etapa adulta. Trabajar este proceso es indispensable para un perro que puede volverse independiente, como es el caso del gran Pirineo, pero será también fundamental para evitar miedos o problemas de conducta en su etapa adulta. Correctamente socializado será un buen compañero y aunque seguirá siendo desconfiado con los extraños, no será agresivo.

También por su rasgo independiente, el gran Pirineo debe aprender correctamente todas las órdenes básicas de obediencia que nos ayudarán a trabajar el autocontrol y le proporcionarán un extra de enriquecimiento al trabajar con él: sentado, tumbado, quieto o a venir, entre otros. Todo ello deberá trabajarse mediante el uso del refuerzo positivo y nunca desde el castigo.

Los problemas de conducta más habituales que puede tener un perro de montaña de los Pirineos son la destructividad o las conductas ladradoras, problemas que pueden prevenirse si pasamos tiempo con nuestro perro, evitamos dejarle solo o aislado durante largas horas, dedicamos tiempo a estimularle mentalmente o bien realizamos ejercicio con él.

Salud del perro de montaña de los Pirineos

Al igual que ocurre con la mayoría de perros de raza y especialmente en aquellos perros que poseen pedigrí, el gran Pirineo es susceptible a sufrir diversas enfermedades hereditarias, entre ellas destacamos algunos problemas de la piel y otras como:

  • Displasia de cadera
  • Luxación patelar
  • Entropión
  • Osteosarcoma
  • Torsión gástrica

Para detectar la aparición de cualquiera de estos problemas de forma pronta será indispensable acudir al veterinario cada 6 o 12 meses, asegurando así su buen estado de salud y pudiendo tratar rápidamente cualquier problema o frenando el avance de alguna enfermedad degenerativa, como es el caso de la displasia de cadera.

Si además seguimos el calendario de vacunación del perro y le desparasitamos interna y externamente de forma regular, podremos disfrutar de un perro con una esperanza de vida de entre 10 y 11 años, aproximadamente.