Perro pastor de Shetland

Aunque el origen exacto del pastor de Shetland es incierto, los datos registrados muestran que el pastor de Shetland se reconoció por primera en las islas que llevan su mismo nombre, pertenecientes a Escocia. Aunque la raza fue reconocida oficialmente en el 1908, se han hallado documentos que la sitúan alrededor del 1800.

El sheltie surgió a raíz del cruce de varios perros de tipo collie. De manera que podemos decir que el collie actual y él tienen ancestros en común, de ahí su notable parecido tanto físicamente como a nivel de carácter. El ambiente frío y la escasa vegetación de las islas dificultaban la supervivencia de animales grandes y favorecía la de los pequeños, por lo que los animales de corral eran pequeños y no existían depredadores grandes. Así, los perros pastores no necesitaban ser de gran talla y los perros pequeños eran más favorecidos porque consumían menos comida. Por tanto, el sheltie era más apreciado que las razas grandes y se empleaba para guiar y proteger ovejas de razas enanas, ponies e incluso gallinas. Por estos mismos motivos, el pastor de Shetland es un perro robusto, fuerte y muy inteligente. Sin embargo, y debido a su belleza, rápidamente empezó a adoptarse como animal de compañía, tal y como lo conocemos hoy en día. Tanto es así que la mayoría de ellos ya no cumplen funciones de perros pastores, aunque sí se encuentra algún ejemplar que todavía acompaña al pastor para guiar a sus rebaños.

A principios del siglo XX se presentaron shelties por primera vez en una exposición canina, bajo el nombre de collies de Shetland, pero los aficionados a los collies objetaron y el nombre fue cambiado a perro pastor de Shetland.

El pastor de Shetland es un perro pequeño de pelo largo y gran belleza. Su cuerpo es un poco más largo que alto, aunque bien proporcionado y tiene el pecho profundo. Las patas son fuertes y musculosas, como corresponde a todo perro pastor. La cabeza del pastor de Shetland, muy parecida a la de un collie a escala, es refinada y elegante con forma de cuña truncada. La nariz del pastor de Shetland es negra y el hocico redondeado. Los ojos, dispuestos oblicuamente, son medianos, de forma almendrada y de color marrón oscuro. La excepción son los ejemplares de color azul mirlo, en los que uno o los dos ojos puede ser azul o azul veteado. Las orejas del pastor de Shetland son pequeñas, ligeramente largas y moderadamente anchas en la base.

La cola del pastor de Shetland es de inserción baja y larga, llegando por lo menos al corvejón. Tiene pelaje abundante y su extremo se curva ligeramente hacia arriba, aunque el perro nunca la lleva sobre el dorso. El manto del sheltie es de doble capa, siendo la capa externa larga, áspera y lisa, y la capa interna suave, corta y densa. Los colores aceptados del pastor de Shetland son los siguientes:

• Cibelina, desde el dorado claro hasta el caoba oscuro
• Tricolor
• Azul mirlo
• Negro y blanco
• Negro y fuego

La altura ideal a la cruz para los machos es de 37 centímetros, mientras que para las hembras es de 36 centímetros. El peso del pastor de Shetland no está indicado en el estándar de la raza, pero los pastores de Shetland suelen pesar alrededor de 8 kilogramos.

En general, los shelties son perros de buen carácter, leales, inteligentes y muy cariñosos con su familia humana. Sin embargo, tienden a ser más bien tímidos con las personas desconocidas y tienen fuertes instintos de pastoreo que pueden causar algunos conflictos si no han recibido la educación adecuada.

Por ello, resulta fundamental socializar al pastor de Shetland desde que son cachorros, tanto para reducir su timidez con los extraños como para evitar que no sepan relacionarse con otros animales.

El pelaje del pastor de Shetland tiene que ser cepillado y peinado una o dos veces por semana. A pesar de ser de pelo largo, los pastores de Shetland tienden a ser limpios y su manto no se enreda con tanta facilidad como pueda parecer.

A pesar de ser canes pequeños, los sheltie son perros pastores que necesitan buenas dosis de ejercicio físico y mental. Un buen paseo diario y una sesión de juegos pueden servir, pero también se pueden practicar deportes caninos como el herding (pastoreo) y el freestyle canino. El agility puede ser una buena opción siempre que se hayan descartado problemas de articulaciones como la displasia de cadera. Por otro lado, como comentamos los ejercicios mentales son fundamentales para estimular al pastor de Shetland y evitar un posible cuadro de estrés o ansiedad por aburrimiento. Para ello, te recomendamos consultar el artículo "Juegos de inteligencia para perros en casa".

Si estás pensando en la adopción de un pastor de Shetland, estos perros pueden vivir bien en un departamento siempre que reciban el ejercicio necesario. Sin embargo, tienden a ser ladradores y eso puede causar conflictos con los vecinos. También hay que tomar en cuenta que los pastores de Shetland aguantan bien los climas templados a fríos, pero no es buena idea que vivan aislados en el jardín, ya que necesitan la compañía de sus familias.

Como hemos dicho en apartados anteriores, los shelties o pastor de Shetland son perros muy inteligentes y, por ende, aprenden con facilidad y rapidez. Sin embargo, eso no quiere decir que podamos hacer uso del adiestramiento tradicional, puesto que se ha demostrado que los mejores resultados se obtienen mediante el adiestramiento en positivo. Esto es así porque tanto el adiestramiento tradicional como el adiestramiento en negativo, pueden despertar en el animal miedos e inseguridades que acaban por generar conflictos entre perro y persona arruinando el vínculo que se haya podido crear entre ellos.

Entre los problemas de comportamiento comunes en los shelties, se encuentran dos conductas causadas por los fuertes instintos de pastoreo. Por un lado, tienden a ser perros muy ladradores. Por otro lado, los pastor de Shetland tratan de "arrear" a cualquier individuo que se mueva (adulto, niño, perro o cualquier mascota) mordiéndole en los tobillos. Estas conductas no pueden ser eliminadas porque tienen una base genética muy fuerte, pero pueden ser canalizadas a actividades que no molestan o juegos no dañinos.

Los pastores de Shetland pueden ser excelentes animales de compañía cuando se les brindan los cuidados necesarios. Generalmente, se llevan bien con los niños. Pero, por su pequeño tamaño, pueden ser lastimados fácilmente por criaturas muy pequeñas.

El pastor de Shetland tiene predisposición a un cierto número de enfermedades hereditarias, entre las que se encuentran las siguientes:

• Dermatomiositis
• Anomalía del ojo de collie
• Atrofia progresiva de retina
• Cataratas
• Hemofilia
• Enfermedad de Legg-Calvé-Perthes
• Luxación de patela
• Sordera
• Epilepsia
• Enfermedad de von Willebrand
• Displasia de cadera

Esta última enfermedad es más frecuente en razas de perros grandes pero, debido al proceso seguido durante años para obtener la raza que actualmente conocemos, también es muy común en el pastor de Shetland. Para evitar el desarrollo o detectar a tiempo cualquiera de las afecciones anteriores, es fundamental acudir al veterinario de forma periódica, así como administrar al sheltie las vacunas y sesiones de desparasitación pertinentes.