Remedios caseros para el moquillo en perros

Antes de empezar con los remedios caseros para el moquillo en perros haremos un repaso general para resolver las dudas más comunes de esta enfermedad. No obstante, recuerda que encontrarás más información en nuestra guía completa sobre el moquillo canino, que incluye las causas, los síntomas el tratamiento a seguir entre muchos otros apartados. Si tu perro presenta moquillo no te lo puedes perder, pues allí encontrarás toda la información necesaria al respecto.

¿Qué es el moquillo en perros?

El virus del moquillo canino (también conocido como distemper canino o enfermedad de Carré) pertenece a la familia Paramyxoviridae y consiste en una patología infectocontagiosa de origen viral. Puede transmitirse a todo tipo de perros, pero afecta especialmente a perros cachorros sin vacunar pero también a perros ancianos. Infecta además diversos tejidos del animal. Este virus es especialmente contagioso y sobrevive en el ambiente durante semanas, especialmente en climas fríos, de entre 0 ºC y 4 ºC.

La sintomatología incluye fiebre, pérdida de apetito, deshidratación y secreción nasal entre otros. En los siguientes apartados repasaremos diversos remedios caseros para cada uno de los signos de la enfermedad.

¿El moquillo en perros se cura?

El pronóstico del distemper canino es reservado, pues la mortaldad se sitúa entre el 50 y el 95% de los casos. El pronóstico dependerá también de diversos factores, como el estado del sistema inmunitario, la virulencia del virus y el momento de inicio del tratamiento veterinario. Cuando hablamos del moquillo nervioso en perros el pronóstico es aún más reservado.

Desconfía de aquellas fuentes que te aseguren una cura para el moquillo en perros o que te muestren cómo curar el moquillo en perros con remedios caseros o fármacos. No existe un tratamiento o una cura para el moquillo canino. Mucho menos "panaceas" milagrosas. La única forma de tratar el moquillo canino es mediante un seguimiento veterinario de calidad, el tratamiento paliativo de los síntomas y cuidados constantes por parte del tutor.

Aparición de moquillo en perros vacunados

El seguimiento del calendario de vacunación ofrece entre 2 y 3 años de inmunidad al perro. No obstante, si no se mantienen las vacunas el perro puede perder la inmunidad. También pueden perderla aquellos canes inmunosuprimidos que presenten además otros problemas de salud e incluso estrés o ansiedad.

¿Cuánto dura el moquillo?

No es posible determinar un tiempo de recuperación en aquellos perros que padecen el virus del moquillo. Una vez más dependerá del inicio del tratamiento veterinario, de la cepa del virus y de su sistema inmunitario.

A continuación hablaremos de algunos remedios caseros para el moquillo canino. Es fundamental recordar que estos remedios no sustituyen en ningún caso el tratamiento veterinario. Además, siempre debe consultarse su aplicación con el especialista que lleva nuestro caso.

A continuación repasaremos la sintomatología más común del moquillo canino y los remedios caseros que podemos aplicar en cada uno de los casos:

Los animales que presentan fiebre son susceptibles a deshidratarse con facilidad, por ese motivo es de vital importancia animar al perro a beber. Si rechaza beber agua podemos consultar con el veterinario la posibilidad de administrársela con jeringuilla. En casos de hospitalización veterinaria también es posible aplicar fluidoterapia.

La aplicación de compresas frías también puede ser útil. Podemos mojar un paño, escurrirlo bien y frotar con suavidad el vientre del animal. Envolverlo en una toalla fría bien escurrida también puede ser una opción, sin embargo, es aconsejable realizarlo únicamente en verano, para evitar un descenso excesivo de la temperatura corporal del perro.

La inapetencia es un síntoma muy común del distemper canino. No obstante, es fundamental que intentemos que nuestro perro coma, pues de ello dependerá su recuperación. Es muy aconsejable adquirir alimento húmedo gastointestinal, ya que es más fácil de digerir. Lo ofreceremos en pequeñas cantidades.

Podemos calentarlo, añadir agua tibia o caldo (siempre sin cebolla y sin sal). No nos limitaremos a un solo tipo de alimento, variaremos para conseguir que coma. Podemos ofrecerle pollo desmenuzado, hígado o bien cambiar el tipo de alimento húmedo. Se recomienda siempre consultar con el veterinario a la hora de añadir otros alimentos.

La tos continuada suele ser un síntoma grave en los perros y es importante tratarla de forma efectiva. Empezaremos limpiando el hogar con productos enzimáticos, para eliminar restos de polvo, suciedad o materia orgánica. Evitaremos fumar en su presencia. Si es posible también aumentaremos la humedad del aire con un humidificador. Si no contamos con uno podemos llevar al animal al cuarto de baño mientras nos duchamos.

Si el perro es capaz de pasear y tira con ansiedad sustituiremos el collar por un arnés, para evitar la irritación de la tráquea y la laringe. Fomentaremos también una conducta calmada, pues el estrés y la ansiedad favorecen la aparición de tos. Finalmente podemos consultar con el veterinario la opción de administrar antitusígenos.

Otro síntoma frecuente que presentan los perros con moquillo son los vómitos. En muchas ocasiones esta enfermedad provoca una infección gastrointestinal, lo que causa daños el estomago del perro. Tras el vómito conviene restringir el alimento durante algunas horas.

Después empezaremos a ofrecerle pequeñas cantidades de comida cada cuatro horas, a ser posible comida húmeda gastrointestinal o bien dieta blanda para perros, mezclando dos partes de arroz cocido con una de pollo cocido sin piel. Nunca añadiremos sal, pero sí podemos incluir aceite de oliva.

Los vómitos también conllevan que el perro deje de beber agua, por lo que el riesgo de deshidratación aumenta. En estos casos no forzaremos al perro a beber, pero pasadas unas horas podremos mojar levemente el hocico con agua para estimularle.

Otra consecuencia de las infecciones gastrointestinales derivadas del moquillo es la diarrea con sangre o sin ella. Al igual que en el caso anterior, es aconsejable restringir la ingesta durante algunas horas. Evitaremos el estrés y la ansiedad y, una vez más, apostaremos por una dieta blanda o por comida húmeda gastrointestinal.

Podemos ofrecerle comida cada cuatro horas en pequeñas cantidades. También intentaremos que se hidrate, animándolo a beber o mojando su hocico levemente. Le proporcionaremos calma y tranquilidad.

Los temblores son muy frecuentes en los perros que presentan distemper canino. Suelen afectar a las extremidades, generalmente posteriores, pero también a la zona craneal, observándose movimientos masticatorios. También pueden mostrarse cuando el perro está durmiendo. En los casos más graves observaremos que además el perro con moquillo no puede caminar. En ningún caso le forzaremos a moverse si no lo desea. Permitiremos que repose en un lugar mullido y confortable.

En los cuadros de moquillo canino neurológico el animal presentará convulsiones. El veterinario nos prescribirá los fármacos que considere necesarios, tales como antibióticos y fenobarbital, ya sea por vía intravenosa, oral o intramuscular. Seguiremos todos los consejos propuestos por el especialista.

Procuraremos mucho reposo y tranquilidad al perro mientras se recupera. Es importante no alterarle e intentar que se mantenga lo más relajado posible. Fomentaremos el descanso en la medida de lo posible.

La sintomatología que provoca el virus del moquillo en el organismo del perro genera mucho malestar. Es por ello que muchos perros se muestran tristes y deprimidos, llegando incluso a llorar y gimotear. Debemos ser especialmente pacientes y afectuosos, ofreciéndole atención de forma regular para que se sienta seguro, acompañado y querido. En ningún caso le gritaremos o castigaremos. Debemos saber que al intentar mejorar su bienestar podemos repercutir directamente en un mejor pronóstico.

Intentaremos que su lugar de reposo sea cómodo, que el alimento sea lo más digerible y sabroso posible, pero además, dedicaremos tiempo de forma diaria a acariciarle y estar a su lado.

En definitiva, intentaremos hacer su día a día confortable y previsible. Evitaremos forzarle a realizar cualquier cosa que no desee, por ello, le facilitaremos su rutina al máximo. Podemos acercarle los cuencos de agua y comida o asearle para que no tenga que hacerlo él mismo.

Los problemas para respirar no solo afectan a la salud del perro, sino también a su bienestar. Recordemos que es su sentido más importante. Empezaremos limpiando las descargas nasales, que suelen ser verdes y purulentas, con una gasa humedecida en agua tibia.

Por otro lado, la comida caliente suele destapar los senos congestionados, por ello, puede ser interesante incluir un cuenco de caldo al día, siempre sin sal y sin cebolla. Antes de ofrecérselo revisa la temperatura para evitar una posible quemadura. También podemos mejorar la humedad del ambiente con un humidificador o llevando a nuestro perro al baño cuando nos duchemos.

También podemos utilizar una solución salina estéril, de venta en farmacias, que nos ayudará a destapar los senos y a disminuir la irritación. Bastará con aplicar una o dos gotas a cada orificio.

Las secreciones irán disminuyendo conforme vayamos administrando antibióticos a nuestro perro, siempre prescritos por el veterinario, pero aún así será importante retirarlas mediante una gasa estéril humedecida en agua tibia previamente hervida o con manzanilla, que no debe contener restos de plantas. Aún así, lo más aconsejable es utilizar una solución ótica, de venta en farmacias.

Es totalmente normal que los cuidadores de perros enfermos por el distemper se pregunten si el moquillo de los perros se contagia a humanos, sin embargo, debemos saber que esta patología no es una zoonosis, sino que es una enfermedad exclusiva de los cánidos y otras especies que no se contagia a los humanos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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