Respiración traqueal en animales

Respiración traqueal en animales

Al igual que los vertebrados, los animales invertebrados también necesitan respirar para mantenerse con vida. El mecanismo de respiración es muy distinto al que poseen, por ejemplo, mamíferos o aves. El aire no entra por la boca como es el caso de los grupos animales anteriormente mencionados, sino a través de aperturas repartidas por el cuerpo.

Este tipo de respiración se da sobretodo en insectos, grupo animal del que existen más especies en el planeta Tierra y es por ello que en ExpertoAnimal queremos contaros cómo es la respiración traqueal en animales. Así mismo, te mostraremos cómo es el sistema respiratorio traqueal y algunos ejemplos.

¿Qué es la respiración traqueal en los animales?

La respiración traqueal es un tipo de respiración que se da en invertebrados, concretamente en insectos. Si son animales pequeños o que requieren poco oxígeno, éste entrará en el animal por difusión a través de la piel, es decir, a favor de gradiente y sin necesidad de un esfuerzo por parte del animal.

En insectos de mayor tamaño o en momentos de mayor actividad como el vuelo en insectos, el animal necesitará ventilar para que el aire entre dentro de su cuerpo a través de unos poros o espiráculos en la piel que desembocan en unas estructuras llamadas traqueolas y de ahí a las células.

Los poros pueden estar siempre abiertos o bien, pueden abrir unos espiráculo del cuerpo y luego otros para que salga, por lo que van air bombeando su abdomen y el tórax, de manera que al comprimirlo saldrá el aire y al expandirlo entrará el aire por los espiráculos. Incluso durante el vuelo pueden usar estos músculos para bombear aire por los espiráculos.

¿Cómo es el sistema respiratorio traqueal en animales?

El sistema respiratorio de estos animales está muy desarrollado. Está formado por unos tubos que se van ramificando recorriendo todo el cuerpo del animal y que están llenos de aire. El final de la ramificación son las traqueolas, que vierten el oxígeno en las células de cuerpo.

El aire llega al sistema traqueolar a través de unos espiráculos, poros que se abren en la superficie del animal. A partir de cada espiráculo se genera un tubo que se va ramificando haciéndose cada vez más finos hasta construir las traqueolas, donde tienen lugar el intercambio gaseoso.

La parte final de las traqueolas está lleno de líquido, y solo cuando el animal está más activo el líquido es desplazado por aire. Además estos tubos están interconectados unos con otros, presentan interconexiones longitudinales y transversales, lo que se conoce como anastomosis.

Así mismo, en algunos insectos podemos ver sacos aéreos, son ensanchamientos de estos tubos que pueden ocupar un gran porcentaje del animal y se usan como fuelle para el movimiento del aire.

¿Cómo se produce el intercambio gaseoso en la respiración traqueal?

La respiración con este tipo de sistema es discontinua. Los animales tienen los espiráculos cerrados, de manera que el aire que va a estar en el sistema traqueolar es el que sufre el intercambio gaseoso. La cantidad de oxígeno encerrado en el cuerpo del animal va disminuyendo y, por el contrario, aumenta la cantidad de dióxido de carbono.

Entonces, los espiráculos comienzan a abrirse y cerrarse continuamente provocando una fluctuación donde sale algo de dióxido de carbono. Después de este periodo, los espiráculos se abren y todo el dióxido de carbono sale, recuperándose los niveles de oxígeno.

Adaptaciones de la respiración traqueal en insectos acuáticos

Un insecto que vive en el agua no puede abrir los espiráculos bajos ésta, porque si no su cuerpo se llenaría de agua y moriría. Existen diferentes estructuras para que se dé el intercambio gaseoso:

Branquias traqueales

Son branquias que funcionan de forma similar a la de los peces. El agua entra y sólo el oxígeno que hay en ella pasa al sistema traqueolar que distribuirá el oxígeno a todas las células. Estas branquias se pueden encontrar en la zona interna externa del cuerpo, en la parte posterior del abdomen.

Espiráculos funcionales

Serán unos espiráculos que podrán abrir o cerrar. En el caso de las larvas de mosquitos sacan fuera del agua la parte final del abdomen, abren los espiráculos, toman aire y se vuelven a introducir en el agua.

Branquia de burbuja

Existen dos tipos:

  • Compresible: un animal sube a la superficie y coge una burbuja de aire. Esta burbuja actúa como una tráquea, puede tomar oxígeno del agua a través de esta burbuja. El animal irá produciendo dióxido de carbono, pero este puede pasar fácilmente al agua. SI el animal nada mucho o baja en profundidad, la burbuja tendrá mucha presión y será cada vez más pequeña, por lo que el animal tendrá que salir a la superficie para tomar una nueva burbuja.
  • Incompresible o plastrón: esta burbuja no va a cambiar su tamaño, por lo tanto podrá ser indefinida. El mecanismo es el mismo pero el animal tiene millones de pelos hidrófobos en una región muy pequeña de su cuerpo que hace que la burbuja se quede encerrada en la estructura y por esta razón la burbuja no disminuirá nunca.

Ejemplos de respiración traqueal en animales

Uno de los animales que con más facilidad podemos ver en la naturaleza es el escribano del agua (Gyrinus natator). Este pequeño escarabajo acuático respira a través de una branquia de burbuja.

Los efemerópteros o efímeras, también insectos acuáticos, durante sus estadios de larva y juvenil, respiran mediante branquias traqueales. Cuando llegan al estado adulto salen del agua, por lo que estas branquias se pierden y pasan a una respiración traqueal aérea. Esto mismo ocurre con animales como los mosquitos y las libélulas.

Los saltamontes, hormigas, abejas o avispas, como otros muchos insectos terrestres, poseen durante toda su vida una respiración traqueal aérea.

Imagen: Gyrinus natator

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Bibliografía
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