Sialocele o mucocele en perros - Tratamiento, causas y cirugía

Sialocele o mucocele en perros - Tratamiento, causas y cirugía

Aunque las enfermedades de las glándulas salivales son poco frecuentes en los pequeños animales, el sialocele o mucocele salival es una patología relativamente común en los perros. Consiste en una acumulación de saliva a nivel del tejido subcutáneo, que se produce cuando una glándula o un conducto salivar resulta dañado, generalmente, por un traumatismo.

¿Quieres conocer más sobre el sialocele en perros? Si es así, no dudes en acompañarnos en el siguiente artículo de ExpertoAnimal, en el que hablaremos sobre esta patología, su tratamiento, causas y cirugía.

¿Qué es la sialocele o mucocele en perros?

El sialocele, también conocido como mucocele salival, en una acumulación de saliva en el tejido subcutáneo, que se produce cuando una glándula o un conducto salival resulta dañado. La presencia de saliva en el tejido subcutáneo origina una reacción inflamatoria, lo que hace que los mucoceles estén revestidos por un tejido de granulación (tejido inflamatorio).

Aunque todas las razas de perros son susceptibles, esta patología se reporta con mayor frecuencia en los pastores alemanes, teckels, caniches miniatura y silky terriers australianos, fundamentalmente en animales menores de 4 años. A nivel mundial, se estima que la prevalencia general del mucocele cervical (el más habitual) es del 0,5 %.

Tipos de mucocele en perros

Los perros poseen cuatro pares principales de glándulas salivales: parótida, mandibular, sublingual y cigomática. El sialocele puede originarse en cualquiera de estas glándulas, clasificándose en cuatro grupos en función de ello:

  • Sialocele cervical: aparece en el espacio intermandibular o en la zona superior del cuello. Se produce cuando se ven afectadas las glándulas salivales mandibulares y/o sublinguales. Es la presentación más habitual del mucocele salival en perros.
  • Sialocele sublingual: conocido comúnmente como “ránula”. En este caso el mucocele se forma en el suelo de la boca, a un lado de la lengua.
  • Sialocele faríngeo: es una variación del mucocele cervical, en la que la saliva se acumula fundamentalmente a nivel de la faringe. Este tipo de sialocele es mucho menos habitual.
  • Sialocele cigomático: es aquel que se origina en las glándulas salivales cigomáticas, que se encuentran justo debajo del ojo. Se trata de un mucocele muy poco frecuente.

Síntomas del sialocele en perros

El mucocele salival en perros se asocia a la aparición de una masa blanda, fluctuante, indolora y fría. Reconocer estas cuatro características será muy importante para realizar el diagnóstico del proceso, puesto que será lo que permita diferenciar entre un sialocele y una inflamación de las glándulas salivales en perros.

Generalmente, la masa asociada al sialocele va creciendo lentamente y no ocasiona otros problemas asociados. No obstante, existe la posibilidad de que aparezcan ciertas complicaciones:

  • Cuando el mucocele es sublingual, los perros pueden presentar dificultades para masticar y tragar el alimento, e incluso pueden presentarse sangrados si se produce un traumatismo en el mucocele al masticar.
  • Cuando el mucocele es faríngeo, puede aparecer dificultad para tragar (disfagia) o incluso dificultad respiratoria, si la masa comprime y obstruye las vías respiratorias.

Causas del mucocele en perros

En la mayoría de los casos, los sialoceles en perros se producen como consecuencia de traumatismos que ocasionan la rotura de una glándula o un conducto salival. Estos traumatismos suelen asociarse a tirones fuertes de correa, peleas entre perros, caídas, masticación de cuerpos extraños como palos o piedras, etc.

No obstante, existen otras causas que, aunque son menos habituales, también son posibles, como:

  • Sialolitiasis: la formación de cálculos salivales (piedras) puede llegar a producir la rotura de un conducto o una glándula salival en perros y, como consecuencia, originar un sialocele.
  • Cuerpos extraños.
  • Neoplasias.
  • Causa idiopática, es decir, desconocida.

Diagnóstico del mucocele en perros

El diagnóstico del mucocele salival en perros se basa en la detección de una masa blanda, fluctuante, fría y no dolorosa en la zona de proyección de alguna de las glándulas salivales de los perros. En el caso concreto de los mucoceles faríngeos, resulta necesario realizar una exploración de la cavidad oral y faríngea bajo sedación.

Para confirmar el diagnóstico, es necesario realizar una punción-aspiración de la glándula. Si se trata de un sialocele, se obtendrá un líquido de color amarillo o teñido ligeramente de sangre, viscoso, mucoide, transparente y con baja celularidad.

En ocasiones, se puede recurrir a otras técnicas diagnósticas (radiografía, ecografía, biopsia, etc.) para diferenciar el sialocele de otros posibles diagnósticos diferenciales (como tumores o quistes). Conoce más en profundidad los diferentes Tipos de bultos en perros que existen en este otro artículo.

Tratamiento del sialocele en perros

Ahora que sabemos en qué consiste un sialocele y cuáles son sus causas, es preciso que expliquemos cómo se cura el mucocele en perros. Así pues, ante la duda de si el mucocele en perros se quita solo, la respuesta es no.

Pues bien, el tratamiento del sialocele suele hacerse de manera gradual. Generalmente, se empieza realizando una aspiración periódica del mucocele con el objetivo de dar tiempo a que las glándulas o conductos afectados cierren y cicatricen. Sin embargo, cuando esta terapia no funciona y el sialocele reaparece, es necesario llevar a cabo un tratamiento quirúrgico, más invasivo, para acabar con el problema. A continuación, explicamos más acerca de la cirugía del sialocele.

Cirugía del sialocele o mucocele en perros

Cuando la aspiración periódica del sialocele no es efectiva, se debe recurrir a la extracción quirúrgica de las glándulas salivales afectadas, técnica que se conoce como sialoadenectomía. El tratamiento quirúrgico de esta patología genera recuperaciones con un pronóstico favorable en casi el 100 % de los casos. Tan solo el 0,5 % de los perros operados presentan recidivas, y estas suelen asociarse a una resección incompleta o equivocada de la glándula.

Por último, cabe mencionar que, en el caso de los mucoceles sublinguales, la extracción de las glándulas suele combinarse con una marsupialización, que consiste en dejar una abertura permanente de la lesión para facilitar su drenaje continuo hacia la cavidad oral.

Por todo lo visto en este artículo, en caso de identificar un bulto en tu perro, es fundamental acudir al centro veterinario lo antes posible para que puedan identificarlo y tratarlo.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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Bibliografía
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