Síntomas de que un loro está enfermo

Los loros, normalmente, intentan comunicarse con su compañero humano a través del lenguaje corporal, desplegando una gran variedad de posturas y comportamientos para comunicarnos su estado de ánimo o sus necesidades. Esto es así porque es lo mismo que harían con sus compañeros loros en la naturaleza.

Uno de los comportamientos típicos dentro del lenguaje corporal es el aleteo. Cuando un loro se agarra a los barrotes de su jaula y comienza a aletear frenéticamente está intentado comunicarnos que necesita atención y ejercicio, en parte porque está aburrido.

Los loros que tienen crestas utilizarán éstas para mostrar su estado de ánimo. Si está muy erguida es porque está excitado y en estado de alerta. Cuando está ligeramente echada hacia atrás, muestra que está relajado pero, si está totalmente plegada y además emite una especie de silbido, nos quiere decir que algo le asusta mucho.

Durante el acicalamiento los loros suelen adquirir un aspecto de bola, comúnmente se dice que se embola. Esto es habitual, pero si este comportamiento se mantiene en el tiempo debemos preocuparnos.

Otros loros tienden a mover lateralmente la cabeza, siendo una llamada de atención. Este comportamiento es muy habitual en loros yacos, no se sabe por qué, pero si lo hacen demasiado a menudo podría tener algo obstruyendo sus oídos o nariz.

Las pupilas también es una parte del cuerpo muy importante para comunicarse. Si un loro abre y cierra mucho las pupilas podría ser indicativo de un estado de ánimo agresivo. Si nos mira y de repente cierran las pupilas mucho es que, sea lo que estemos haciendo, le produce mucha curiosidad.

Todos estos comportamientos, y muchos otros, forman parte del repertorio de conductas normales de un loro, si se producen cambios como los explicados a continuación podría ser indicativo de que nuestro loro está enfermo.

Imagen: capiparrots.webnode.es

Como ya sabemos, los loros son animales muy parlanchines, escandalosos y ruidosos. Si un loro ha dejado de hablar puede ser simplemente porque algo lo ha asustado y necesita prestar atención al ambiente. Pero si deja de hablar permanentemente durante más de un día, algo va mal. Puede ser tanto físico como psicológico, una enfermedad, malestar, cambios en el hogar, etc.

Un loro puede estornudar ocasionalmente para limpiar sus fosas nasales de pequeñas partículas que flotan en el ambiente, pero si los estornudos son continuados, deja de ser normal. Un exceso de acumulación de polvo en el aire, el humo del tabaco, los ambientadores que usemos en casa, pueden molestar y dañar la salud de nuestro loro.

Sin embargo, también puede ser que el loro esté resfriado, por una afección vírica o bacteriana. Además, es posible que tenga ácaros en los sacos aéreos, tumores o deficiencias nutricionales.

Los movimientos de cabeza antes mencionados, también pueden ir acompañados de un intento de regurgitación y pueden ser uno de los síntomas de que un loro está enfermo. Puede ser que algo esté obstruyendo sus vías respiratorias o el buche. En muchas ocasiones se debe a la presencia de parásitos o infecciones. Recuerda desparasitar a tu loro regularmente.

Los problemas de piel, como la dermatitis, son comunes, aunque también puede deberse a la presencia de parásitos externos. El estrés y el aburrimiento pueden provocar que nuestro loro desarrolle comportamientos anormales como las esterotipias o incluso comportamiento deletéreos, como la automutilación, que pueden comenzar con un simple rascado repetitivo.

Siguiendo con los síntomas de que un loro está enfermo, ya sabemos que los loros son animales muy activos, curiosos y juguetones, por lo que si un loro no quiere comer y esta triste o decaído, está embolado, no quiere moverse e incluso se cae del palo donde suele permanecer, es muy posible que nos encontremos ante un caso grave que precisa de atención veterinaria urgente. Puede que haya estado desarrollando una enfermedad de la naturaleza que sea y la haya ocultado hasta llegar a ese punto.

Las heces son un buen indicativo de la salud de nuestro loro. Debemos estar atentos si ocurren cambios en la coloración, consistencia y frecuencia. Si aumenta su frecuencia y la consistencia es más líquida, el loro sufre diarreas. Éstas pueden ocasionarse por una infección intestinal, parásitos, clamidiasis, intoxicación por plomo o zinc o problemas hepáticos.

Si cambia la coloración y las heces se vuelven negras puede deberse a que el loro padece anorexia o tiene sangre digerida. Si se vuelven claras, puede que el loro tenga un problema en el páncreas y si son rojas quizá tenga sangre en la parte final del tubo digestivo. El color de las heces también cambia dependiendo del tipo de verdura o fruta fresca que le demos. Por ejemplo, si le damos moras, las heces serán negras y no debemos preocuparnos.

El pico y las uñas de un loro crecen continuamente, si no le facilitamos posaderos o juguetes que le ayuden a desgastarlos podrán tener un sobrecrecimiento. Este es uno de los síntomas de que un loro está enfermo y puede estar asociado con problemas hormonales, tumores, malabsorción de nutrientes y otras patologías. Todo ello puede provocar un crecimiento exagerado de estas partes del cuerpo.

Imagen: Facebook de El Pilau, Aves Y Accesorios

Los temblores forman parte del conjunto de comportamientos naturales de un loro, aunque no siempre debe producirse. Por ejemplo, si un loro yaco tiembla puede que está en su época reproductiva o que se haya puesto nervioso por alguna razón, como que vayas a darle algún juguete o alimento que adore. Pero también puede ser que esté muy asustado por algo que esté ocurriendo.

El estado del plumaje es indicativo de la salud, no sólo de un loro, si no de todas las aves. Algunos de los cambios negativos que podemos observar en el plumaje y que forman parte de los síntomas d que un loro está enfermo son:

• Desplume: los loros sólo mudan las plumas una vez al año, por lo que si tu loro se desprende de las plumas continuamente es porque algo no va bien.
• Poco brillo: si el plumaje está apagado puede ser que no le estemos dando la comida adecuada o que sufra por parásitos.
• Calvas: las calvas pueden aparecer de forma natural o porque el loro se esté arrancando las plumas, lo que se conoce como "picaje", indicativo de que los niveles de estrés del loro son exageradamente altos.
• Plumas en mal estado: si las plumas comienzan a crecer, pero son frágiles, se quiebran, no tiene el color normal o son deformes, nuestro loro podría estar sufriendo un déficit de nutrientes, estrés o incluso tener un problema genético.

Ante cualquiera de las situaciones nombradas a lo largo del artículo lo primero que debemos hacer es acudir a un veterinario especializado en animales exóticos. Este detalle es importante, pues los loros no presentan las mismas patologías que perros o gatos, ni requieren el mismo manejo.

No debemos medicar al loro sin saber qué le ocurre, aunque hayamos acudido con anterioridad al veterinario y nos haya recetado algún medicamento, no se lo daremos hasta que no vuelva a reconocerlo en consulta. Los síntomas podrían ser iguales que veces anteriores pero la enfermedad podría ser distinta.

De los loros, sobre los que más se sabe, son los yacos africanos de cola roja. Si piensas que tu loro yaco está enfermo, acude cuanto antes a un profesional. Las enfermedades de los yacos han sido las más estudiadas en ciencia y su aplicación es común al resto de loros, o a muchos de ellos.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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