Tiburón duende

Lo que se conoce del origen del tiburón duende, (Mitsukurina owstoni), es a partir del 1898, cuando fue pescado en la corriente de Kuroshio, una corriente en el océano Pacífico nor-occidental, cerca de la costa de Japón. Dicho ejemplar, que se capturó por un pescador, medía un metro y medio y lo llamaron Ichigo, que en japonés quiere decir "tiburón cornudo" o "el que protege".

Conozcamos a continuación las principales características del tiburón duende (Mitsukurina owstoni):

• El tiburón duende pertenece a la familia Mitsukurinidae, y es el único miembro vivo en la actualidad; también es la única especie dentro del género.
• Tiene un linaje de más de 100 millones de años, de modo que es muy antiguo.
• Mide alrededor de los 4 metros o menos, siendo generalmente las hembras más grandes que los machos.
• El peso de este tiburón ronda los 200 kg.
• Tienen un aspecto temible, particularmente por su peculiar hocico, que es grande y aplanado, el cual sobresale desde la parte superior de la cabeza.
• Se estima que el hocico le permite identificar señales eléctricas de baja intensidad que emiten animales de los que se alimenta.
• Sus mandíbulas son móviles, lo que le permite al tiburón extenderlas para capturar a las presas.
• Tiene un aspecto gomoso en cuanto a sus escamas, a diferencia de los demás tiburones.
• La coloración de la piel es rosada, esto se debe a la falta de pigmentos y a la cercanía de sus vasos sanguíneos a las capas superiores del tejido cutáneo.
• Sus dientes tienen forma de delgados colmillos.
• Las aletas dorsales tienen forma y tamaño similar, siendo redondeadas y pequeñas. Las pectorales son similares.
• Las aletas pélvica y anal son más grandes de base alargada.
• Otro aspecto particular que comparte con ciertos tiburones, pero no con la mayoría, es la ausencia del lóbulo inferior en la aleta caudal.

Las observaciones de la especie no son muy abundantes, sin embargo, se conoce que tiene un amplio rango de distribución que cubre casi todo el planeta: desde América y Asia hasta África, Europa y Oceanía. Aún así, se estima que la presencia no es uniforme.

Se ubica en las plataformas continentales exteriores y también en los taludes superiores. No suele trasladarse a los montes submarinos, aunque puede hacerlo. Generalmente se desplaza entre profundidades de 270 a 960 metros, aunque también puede sumergirse mucho más profundo como los 1.300 metros.

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Las estimaciones indican que, debido a su morfología, tiene un desplazamiento lento. También se cree que la mayor actividad del animal ocurre en la mañana y en la tarde, lo cual coincide con el movimiento de sus presas. Debido a las profundidades en que se encuentra, suele estar en zonas oscuras, incluso sus pocos movimientos a la superficie tienden a realizarse en la noche, de modo que la vista es un sentido de menor importancia. Se apoya principalmente en los sentidos químicos y receptores eléctricos.

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El tiburón duende es un pez carnívoro, que utiliza principalmente sus sensores de electricidad y olfato para detectar a las presas, ya que, la vista es deficiente. La búsqueda la hace en la mitad de los niveles de profundidad donde se ubica o incluso en el fondo, atrapando especialmente a los animales que se movilizan de forma vertical, aunque también se reporta que los capture en el fondo marino.

Esta especie se alimenta de otros peces, calamares, cangrejos y un tipo de crustáceos del grupo de los ostrácodos. Debido a sus lentos movimientos, no son depredadores activos como otros grandes tiburones, sino que se acercan lentamente a sus presas a las que llegan casi inadvertidos y luego, al estar próximos usan sus mandíbulas protráctiles, las cuales se desplazan hacia adelante para hacer la captura y devorar el alimento, en este sentido es más bien un depredador de emboscada.

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Hasta ahora se desconocen detalles de la biología reproductiva del tiburón duende. Por un lado, porque no se han observado suficientes ejemplares en su medio natural, por otro, tampoco hay registros de hembras embarazadas que hayan permitido hacer un estudio del proceso. Se estima que los machos maduran sexualmente entre 260 y 380 cm, mientras que las hembras sobre los 400 cm.

Como otros tiburones del orden lamniformes, es bastante probable que las crías se desarrollen por completo dentro de la madre y sean ovífagos, es decir, que se alimenten de su propio huevo y luego, al eclosionar, de otros no fecundados. El número de descendientes debe ser pequeño y, como en general ocurre con los tiburones, los padres no se caracterizan por brindar cuidados a las crías, por lo que una vez que nacen son independientes.

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La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, clasifica al tiburón duende en la categoría de menor preocupación. Además, su tendencia poblacional es desconocida. No es usual que se atrapen individuos adultos con redes de pesca porque estos suelen estar fuera del rango de las mismas. Sin embargo, no ocurre lo mismo con individuos jóvenes, sobre los cuales si hay ciertos reportes de enredos, lo que indica que los mismos si llegan a estar en profundidades donde hay presencia de las mallas.

La carne de este tiburón no se comercializa, pero sí se ha indicado que sus mandíbulas son buscadas por coleccionistas, un acto sin duda indebido. No existen acciones particulares para su conservación, pero es necesario ampliar las investigaciones para conocer más sobre la biología de este animal y poder establecer acciones en el futuro.