Tortuga estrellada de la India

El aspecto general de una tortuga estrellada se caracteriza por ser el de una tortuga terrestre de un tamaño aproximado de 25 centímetros de longitud total, existiendo ejemplares que alcanzan hasta los 35 centímetros. Su peso suele oscilar entre los 5 y los 7 kilogramos. Se da un fuerte dimorfismo sexual, pues, mientras que las hembras pueden alcanzar los 35 centímetros de longitud y 7 kilogramos de eso antes mencionados, el máximo en los machos es de 20 centímetros y 6 kilos.

El tamaño también depende de su línea genética, pues existen 3 diferentes: la tortuga estrella del norte, que es la de mayor tamaño, las de Sri Lanka, de tamaño medio y las del sur de la India, siendo estas las más pequeñas. Todas ellas tienen en común las siguientes características, sus 5 uñas y el caparazón, que detallaremos justo ahora por ser su características más peculiar y única.

El caparazón de estas tortugas es realmente fascinante, pues además de ser pronunciadamente convexo, con división en escudos piramidales, presenta un patrón muy bello. El fondo es de un color negro azabache, culminado por un patrón de rayas radiales de color amarillo, encontrándose el epicentro en el extremo más puntiagudo de cada uno de los escudos, lo que hace que realmente luzcan como estrellas. Estas estrellas las conforman un total de entre 6 y 12 rayas, siguiendo este patrón hasta el plastrón.

En estado salvaje estas tortugas se encuentran dispersas por toda la geografía de la India, además, como hemos visto, existen tres variedades típicas de cada zona de este país que fundamentalmente varían en su tamaño. No están presentes únicamente en la región inferior de Bengala, pero sí en Pakistán y Ceilán. El hábitat de la tortuga estrellada es variado, pues son capaces de adaptarse a diferentes entornos, pero los más habituales son los pastizales y bosques en los que se alternan los períodos de sequía y los de lluvias torrenciales- Aunque también hay que destacar que algunas poblaciones de tortuga estrellada se han asentado en regiones de clima semiárido con un notorio éxito.

Como el resto de tortugas, estamos ante un animal ovíparo, es decir, se reproducen por medio de huevos. Al ser tortugas terrestres lo normal es que la puesta se realice en agujeros excavados en el suelo por las hembras. Las hembras son maduras sexualmente a una edad de entre 7 y 13 años, mientras que los machos lo son a partir de los 8 años.

Esta especie se reproduce entre junio y septiembre, realizando una puesta compuesta de entre 2 y 8 huevos, que incuban entre 110 y 180 días. En el momento de la puesta las hembras se muestran protectora con su prole, pudiendo exhibir comportamientos agresivos para defenderla. En total, durante todo el período de reproducción suelen producirse entre 2 y 4 puestas.

Al igual que en otras tortugas terrestres, el sexo de las crías suele estar determinado por las condiciones climatológicas, siendo más las hembras en temperaturas altas y machos en las más bajas, aunque si bajan demasiado suelen morir antes de nacer.

Estas tortugas son reptiles herbívoros, por lo que su dieta se basa en alimentos de origen vegetal. Normalmente,su dieta se compone de hojas de árboles y arbustos, flores y frutas típicas de los hábitats donde viven. La alimentación de las tortugas de tierra, como es el caso de la tortuga estrellada de la India, presenta un patrón de alimentación crepuscular, con un mayor consumo de alimento en dos momentos del día, durante las horas del amanecer y en las del atardecer, cuando las temperaturas son menos extremas.

Si se encuentran en cautividad, hemos de proporcionarles vegetales frescos a diario, asegurándonos de que su alimentación es rica en fibra, así como en minerales como el calcio, pues ambos resultan fundamentales para su salud. Por el contrario, los niveles de proteínas han de ser lo más bajos posible, pues altos niveles proteicos están asociados a alteraciones del crecimiento y trastornos como malformaciones de su caparazón.

Estamos ante una tortuga fascinante, de aspecto sorprendente y exótico. Esto puede hacer que ansiemos tener una de ellas en nuestro hogar, para poder admirar esta belleza a diario y disfrutar de su compañía. Sin embargo, antes de acoger a una de estas tortugas como nuestra mascota, hemos de tener en cuenta una serie de requisitos, pues son bastante difíciles de mantener en cautividad.

Para empezar, se hace necesario contar con un recinto amplio, en el que la humedad esté controlada y se mantenga baja, pues no la toleran bien, y a temperatura sea cálida, pues el frío las hace enfermar. De esta forma, la temperatura mínima de su recinto ha de ser de al menos 24 ºC. No se adaptan bien a los terrarios, algo que hay que tener muy en cuenta, pues puede que no contemos con el espacio suficiente y apropiado para su habitáculo.

Además, se necesitan lámparas UVB y UVA, para asegurar que reciben luz a diario y un calentador que haga que la temperatura no decaiga, lo que supone una gran inversión en su recinto si no contamos ya con él. Por último, en este recinto hay que poner también un lugar con agua en la que ellas puedan sumergirse y zonas de sombra, así como una fuente de agua limpia para beber y un fondo de virutas o mantillo.

Si nuestra tortuga se niega a comer, probablemente esté sufriendo problemas de adaptación a su nuevo hogar, esto puede arreglarse con un poco de paciencia, habituándose a él, pero hay casos en los que esta conducta sigue, poniéndose en juego su salud. En dichos casos, lo mejor es consultar con un veterinario experto en tortugas, pues él podrá valorar la situación articular y decirnos las medidas a tomar.

En cualquier caso, la tortuga estrellada es un animal que se encuentra en estado vulnerable según la IUCN, por lo que debemos ser muy cuidadosos de no fomentar el tráfico ilegal de especies o la tenencia irresponsable. Es importante consultar si es legal introducir este ejemplar en nuestro país y detallar con el veterinario previamente los pasos a seguir para una adecuada adopción, mantenimiento y otros cuidados necesarios.