Tortuga mora

Las tortugas moras o Testudo graeca son tortugas terrestres de tamaño medio, algo difícil de establecer debido a la inmensa variabilidad en cuanto al tamaño y peso entre ejemplares. Estas proporciones dependen fundamentalmente de las condiciones medioambientales en las que se desarrolla la vida de cada individuo. Además, depende directamente de la calidad y cantidad de alimentos disponibles.

De esta forma, encontramos ejemplares de tortuga mora que van desde los 500-600 gramos, siendo este tamaño el más frecuente en la península ibérica. Mientras que en Bulgaria es común que estas tortugas alcancen tamaños 10 veces mayores, pues se han encontrado casos de tortugas moras de más de 7 kilogramos de peso. Se da un marcado dimorfismo sexual, siendo las hembras sensiblemente más grandes que los machos.

El caparazón de las tortugas moras es de forma abombada, siendo de tonos amarillentos y verde oliva, a veces algo más oscuros llegando a parecer negro. Está conformado por placas bordeadas en negro y a veces también presentan un punto central de este color. Algo particular de la raza es que presentan una placa supracaudal en la parte dorsal del caparazón, la cual a diferencia de otras razas, no está dividida.

La cabeza es de color amarillo con manchas negras, que difieren en tamaño y forma en cada tortuga. Sus ojos se asemejan a los de las ranas y sapos, siendo especialmente saltones y de color negro.

La tortuga mora habita en más de 3 continentes, estos son: Europa, Asia y África. En África se encuentra en países de la costa norte, como Argelia o Marruecos, mientras que en Asia lo hace en Irán, Siria e Israel principalmente. En el continente europeo encontramos tortugas moras en Grecia, Italia, Turquía y diversos países mediterráneos y de la costa del Mar Negro.

En España solo existen 3 poblaciones registradas de esta tortuga y se encuentran censadas, ya que como veremos luego se trata de una especie que está en peligro de extinción. Estas poblaciones son:

• Doñana
• La región de Murcia y Almería
• Calviá

A grandes rasgos, el hábitat de la tortuga mora se caracteriza por ser un ecosistema mediterráneo, con bosques de matorral y arbustos, escasas precipitaciones y altas temperaturas. Es decir, un entorno árido o al menos semiárido.

Las tortugas moras alcanzan la madurez sexual cuando cuentan con 8-10 años de edad, madurando antes los machos. A partir de dicha edad se producen puestas 3-4, comprendidas entre los meses de mayo y junio. Estas puestas se realizan en agujeros que las hembras han excavado previamente.

Al igual que en otras tortugas, como la tortuga mediterránea, el sexo de las crías viene determinado en gran medida por las condiciones ambientales. Se dan mayor porcentaje de hembras cuando las temperaturas superan los 31,5 grados, mientras que a menos de eso suelen predominar los machos. Si la temperatura está fuera del rango de los 26 a los 33 grados, probablemente los embriones no lleguen a nacer o lo hagan con malformaciones y graves problemas que dificulten o impidan un correcto desarrollo.

Las tortugas moras son animales principalmente herbívoros, pues su dieta se basa en el consumo de alimento de origen vegetal. En concreto, se nutren de plantas silvestres de su entorno, por lo que la dieta varía en función de la región y vegetación existente en ella. Algunas de las plantas que suelen consumir con mayor frecuencia son los cardos, el diente de león, la alfalfa o el romero.

Solo en casos muy puntuales puede verse a la tortuga mora consumiendo alimentos no vegetales, como insectos o incluso pequeños animales muertos o carroña. Esto es más frecuente en el caso de las hembras, siendo extraño que un macho lo haga.

Al igual que otras tortugas, como la tortuga mediterránea, la tortuga mora realiza una hibernación. Esto, le sirve para sobrevivir al duro invierno, momento en el que no tendría tantos recursos para alimentarse. Para hibernar, estas tortugas preparan un hoyo a unos 20 centímetros de profundidad, igualmente usan este tipo de agujeros para huir del calor excesivo.

Actualmente, la tortuga mora se encuentra en serio peligro de extinción. Una de las causas reside en la costumbre de capturarlas a fin de tenerlas como mascota. Este expolio ha sido tan incontrolado y excesivo, que muchas poblaciones de tortuga mora se han visto afectadas y han disminuido o incluso han desaparecido por completo.

Para frenar esto, se han tenido que tomar medidas drásticas. Es por ello que a día de hoy, poseer una tortuga mora está prohibido y legalmente puede ser penalizado. No ha de tomarse a broma, pues las penas pueden ser incluso de prisión.