Tranquilizar a un gato nervioso

Tranquilizar a un gato nervioso

Sabemos que los gatos domésticos son animales de costumbres, una vez que establecen una rutina, y se sienten cómodos con ella, el nivel de ansiedad disminuye y con ella, el nerviosismo. Debemos saber que cualquier cambio ya sea de casa, nuevos integrantes en la familia o en casos muy extremos, de decoración, les puede causar estrés.

En este artículo de ExpertoAnimal queremos ayudarte a tranquilizar un gato nervioso que puede ser el tuyo o no. Vamos a compartir algunos consejos que les serán de gran utilidad. Sigue leyendo:

El acercamiento

La aproximación o acercamiento en un gato nervioso o estresado por alguna situación que lo incomoda, suele ser de lo más difícil de afrontar. Una vez vencida esta barrera logramos "domesticar la situación".

Cuando se trata de un gato que no conocemos ya sea callejero o de otra persona, por lo que no sabemos cómo pueda llegar a reaccionar, debemos usar todas nuestras herramientas para que no sea frustrado el acercamiento. Hay felinos a los que les estresa mucho la presencia de desconocidos, pero debemos aprender a leer las conductas y señales que nos manda su cuerpo.

Los gatos que pasaron por alguna situación de maltrato normalmente, retroceden con el lomo arqueado, pero no con los pelos erizados, solo sería una conducta defensiva. Al igual que si se agacha, pegando su cuerpo al suelo. Debemos ganarnos su confianza, por lo que muchas veces resulta bien extender una mano con la palma abierta para que nos huela y hablando con voz dulce y calmada. No hace falta tocarlo, solo que note que no corre peligro y que no haremos nada que pueda perjudicarlo.

En ocasiones, nuestro propio gato reacciona de forma nerviosa por miedo ante algo o alguna situación, a veces, desconocida. Intentemos no actuar en forma impulsiva y avasallante. Recordemos que en éste caso también debemos ganarnos su confianza y si no quiere que lo cojamos, no lo haremos. Debemos ir poco a poco, tan despacio como ellos quieran, demostrarles a través de movimientos suaves que no hay peligro con nosotros. Sumamos palabras de consuelo en un tono bajo y con paciencia. También podemos recurrir al "soborno", aprovechando que lo conocemos y, conocemos sus gustos, ofrecerle su juguete favorito o algo de comida que le guste y así, sacarlo de éste estado estresante.

Es muy importante respetar sus tiempos. Si busca huir de nosotros nunca debemos perseguirlo, lo dejamos un tiempo solo, como mínimo media hora para volver a intentar el acercamiento.

Dedícale tiempo diariamente

Ya sea nuestro propio felino como uno que vive en la calle, lo ideal para lograr vencer el nerviosismo es pasar un rato cada día. Debe acostumbrarse a nuestra presencia.

En la aproximación intentamos acercar nuestra mano hacia su hocico, para que nos huela y se acostumbre a nuestro olor. No intentaremos tocarlo ya que esto puede resultar muy invasivo y generar un retroceso en los pequeños avances que ya hemos logrado. Siempre recordar que los cambios son paulatinos, no podemos aguardar reacciones positivas instantáneas.

Podemos traer un juguete y jugar nosotros para observar si logramos captar su atención y por curiosidad, cede. El juego actúa como distractor de sus "preocupaciones" gatunas que muchas veces, son las responsables del estrés. El juego es muy importante. Especialmente si el gato no es tuyo, utiliza un juguete tipo "caña de pescar" para evitar que pueda arañarte sin querer.

En felinos que ya tenemos un contacto, no sólo visual, podemos acariciarlos, cepillarlos y permitirles acurrucarse a nuestro lado si lo desean. Esto afianzará el vínculo entre ambos, tanto para el gato como para su dueño.

El veterinario puede ayudar

A pesar de no ser muy partícipe del uso de tranquilizantes, menos para este tipo de comportamientos que lo que necesitan es atención y amor en ocasiones, pueden ayudarnos. No es necesario acudir a la consulta con nuestro gato ya que puede causarle más estrés, pero sí contactar con nuestro veterinario para ver qué consejos puede darnos.

La Acepromacina suele ser el tranquilizante más utilizado, o recetado, en la clínica diaria. Se trata de un depresor del sistema nervioso central que les genera relajación e indiferencia hacia su entorno. También tiene una acción hipotensora (disminución de la presión arterial) que estaría contraindicado en pacientes cardiópatas. Como toda droga, las dosis deberán ser recetadas por un veterinario.

Tenemos las opciones más saludables como el Rescue Remedy (flores de Bach) que alivia el estrés tanto mental como físico. Puede darse en la boca, bebida o frotar una gota en la cabeza de nuestro felino.

En la Homeopatía también tenemos grandes aliados pero debemos tratar de individualizar a nuestra mascota, por lo que se aconseja la consulta con un especialista. Les dejamos los beneficios de la homeopatía para animales.

El Reiki suele ayudar a calmar estos estados de nerviosismo, ayudado por música relajante y, en casos de no poder tocarlo, a distancia también podemos actuar.

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