Tumores en perros - Tipos, síntomas y tratamiento

Antes de hablar de tumores en perros, conviene que tengamos en mente algunos aspectos básicos para comprender qué es el cáncer. Podemos hacer una primera aproximación distinguiendo aquellos tumores que vamos a detectar de una manera externa, es decir, los que podremos ver como abultamientos sobre o bajo la piel, de los que se encuentran en el interior del cuerpo. Mientras que los primeros pueden notarse por palpación o revisión, los segundos suelen descubrirse en fases avanzadas, cuando el perro ya presenta sintomatología como adelgazamiento, vómitos, diarrea, etc.

Los tumores aparecen con mayor frecuencia en perros de mediana y avanzada edad. Buena parte de ellos, como hemos dicho, son susceptibles de detección en las revisiones veterinarias, de ahí que se recomiende, como mínimo, una anual, especialmente a partir de los siete años de edad.

En este apartado nos ocuparemos de los tumores cutáneos en perros, los cuales presentan como síntoma principal, como ya hemos mencionado, bultos más o menos grandes. Destacamos los siguientes como los más comunes:

Papilomas en perros

Son tumores benignos con aspecto de verrugas causados por el virus del papiloma oral canino. Más comunes en perros mayores, pueden extirparse si, por su localización, resultan problemáticos.

Lipomas en perros

Estos tumores benignos están constituidos por células grasas, siendo más comunes en perros con sobrepeso. Su aspecto es redondeado y blando, crecen lentamente y pueden alcanzar dimensiones considerables. Existe una variante maligna denominada liposarcoma.

Histiocitomas en perros

Estos tumores tienen un crecimiento rápido y pueden aparecer en animales jóvenes, de entre 1-3 años. Se observan como pequeñas elevaciones sin pelo, con apariencia de botones. La mayoría desaparecen en poco tiempo.

Mastocitomas en perros

Son tumores de mastocitos (células del sistema inmunitario) más frecuentes en razas braquicefálicas como el bóxer y el bulldog. Aparecen en perros mayores y aproximadamente la mitad son malignos. Suelen presentarse como abultamientos multinodulares, sin pelo y enrojecidos. Son capaces de liberar sustancias causantes de úlceras gastroduodenales.

Carcinomas de células escamosas en perros

Se relacionan con la exposición a radiación ultravioleta y se presentan en las zonas del cuerpo con menor pigmentación como el abdomen, la trufa o los labios.

Melanomas en perros

Aparecen en las células productoras de melanina. Son nódulos oscuros que se localizan en áreas como los párpados o la boca, donde suelen ser malignos.

Estos tumores en perros son malignos y tienen distintos orígenes. Hay razas predispuestas a padecerlos como el pastor alemán, el boxer o el golden retriever. Aparecen tanto en la piel como en los órganos, y destacamos los siguientes como los más habituales:

• Hemangiosarcoma: afecta a células del revestimiento de vasos sanguíneos.
• Osteosarcoma: es un tumor de los huesos que veremos con más detalle en el próximo apartado.
• Linfoma o linfosarcoma: aparece en nódulos linfáticos y órganos con tejido linfoide como el bazo o la médula ósea. Afecta a perros de mediana edad y mayores. Además de síntomas como la apatía, anorexia o adelgazamiento, encontraremos los ganglios agrandados. Otros signos clínicos dependen de su localización.

Pueden ser tanto malignos como benignos. Entre los primeros, como hemos dicho, destaca el osteosarcoma, que puede aparecer a cualquier edad y con mayor predisposición en perros grandes. Estos tipos de tumores en perros se presentan más frecuentemente en las patas delanteras, pero también pueden afectar a las traseras, las costillas o la mandíbula. Como síntomas de tumores en perros de este tipo, podemos ver que el perro cojea y la pata se hincha de una manera dolorosa. Suelen extenderse a los pulmones.

Por otro lado, dentro de los tumores óseos benignos están los osteomas, en cabeza y cara, y los osteocondromas, que afectan a perros jóvenes en costillas, vértebras, extremidades, etc.

En este apartado resaltamos los siguientes tumores en perros:

Tumores testiculares en perros

Estos tipos de cáncer en perros son más comúnes en machos mayores y suceden, sobre todo, en testículos que quedan retenidos en ingle o abdomen en lugar de descender hacia el escroto. Para estos casos, se recomienda la castración como prevención y tratamiento.

Tumores venéreos transmisibles en perros

Este tumor es poco frecuente, pero resulta contagioso a través del contacto entre perros, sexual pero, también, a partir de mordiscos, lametones o arañazos. Tienen aspecto de coliflor y, además de en los órganos sexuales, pueden verse en la cara, boca, nariz, etc. Aunque no se consideran muy virulentos, sí pueden reproducirse por metástasis.

Tumores vaginales en perras

Aparecen en hembras de edad avanzada y enteras. Presentan manchado, orinan con frecuencia, se lamen y se puede llegar a apreciar una masa que sale a través de la vulva. Es fundamental acudir al veterinario para diagnosticarlo y tratarlo.

Tumores ováricos en perras

Acostumbran a ser poco frecuentes y casi siempre son asintomáticos. Hay una variedad maligna que se puede asociar con ascitis debido a que se extiende por la cavidad abdominal.

Tumores de mamas en perras

Estos tumores en perras son muy comunes, sobre todo a partir de los seis años de edad, por lo que se recomienda la esterilización. Es habitual que afecten a más de una mama y se detectan por palpación. La metástasis suele producirse en los pulmones, empeorando gravemente la situación, es por ello por lo que se debe acudir al especialista en caso de notar bultos en las mamas de la perra.

Este cáncer afecta a los componentes de la sangre en la médula ósea, sobre todo en perros de mediana edad. Produce síntomas inespecíficos como fiebre, anorexia, adelgazamiento o anemia.

Tanto en este caso como en el resto de tumores en perros, para el diagnóstico se realizarán pruebas como las analíticas de sangre, las ecografías, radiografías o tomografías computerizadas. La biopsia puede confirmar el diagnóstico.

A lo largo de todo el artículo hemos mencionados los síntomas de tumores en perros en función del tipo de cáncer que se padece. No obstante, aquí haremos una recapitulación de los más comunes a modo de resumen:

• Bultos o protuberancias sobre o bajo la piel. Aunque no siempre son indicativo de la formación de un tumor maligno, es importante analizarlas.
• Malestar general.
• Pérdida de peso y de apetito.
• Decaimiento.
• Cansancio.
• Signos de dolor como lloriqueo al palpar una zona o, aparentemente, sin motivo alguno.
• Manto en mal estado o caída del pelo.
• Heridas sangrantes como úlceras.
• Aparición de infecciones secundarias debido a la debilidad del sistema inmune.
• Vómitos y/o diarrea, con o sin presencia de sangre.

Como se puede comprobar, la mayoría de síntomas son propios de múltiples problemas de salud, por lo que no es de extrañar que tardemos en detectar el cáncer. Por este motivo, recordamos, es fundamental acudir a las visitas veterinarias de rutina, ya que es aquí donde el especialista puede detectar de forma pronta cualquier anomalía. En el siguiente apartado veremos las opciones de tratamiento de los tumores en perros.

En la actualidad, se dispone de diferentes tratamientos para eliminar el cáncer en perros, de manera que si te preguntas cómo curar tumores en perros debes saber, primero, que es posible pero no en todos los casos. Los mejores resultados se dan combinando varios, personalizando el tratamiento y comenzando de manera precoz.

Entre todos los tratamientos que existen, destacan los siguientes como los más efectivos:

• Cirugía: se extirpa el tumor y el tejido que lo rodea para evitar recurrencias.
• Radioterapia: se trata de irradiar el tumor, lo que requiere unos medios técnicos específicos.
• Quimioterapia: orientada a controlar las metástasis, suele requerir de la combinación con otro tratamiento para obtener buenos resultados. Los fármacos que se emplean tienen efectos secundarios a tener en cuenta.
• Inmunoterapia: aún en desarrollo, su función sería la de estimular el sistema inmunitario.

Como decíamos, es importante resaltar que no todos los tumores en perros tienen cura, especialmente aquellos que desarrollan metástasis. Por este motivo es tan crucial acudir al veterinario ante cualquier síntoma, ya que una detección en estadio temprano puede resultar la diferencia entre la eliminación del cáncer o no.

Lamentablemente, NO existen remedios caseros para curar el cáncer en perros. Lo más adecuado para estos casos es seguir, siempre, las indicaciones del veterinario, que recomendamos que sea especializado en oncología. Él podrá decirnos la esperanza de vida del perro con cáncer, el tratamiento más indicado para su tipo de tumor, así como las probabilidades que existen de curación.

A modo de complemento, una alimentación de calidad, que ayude a fortalecer el sistema inmunitario del perro, siempre está más que recomendada. Así mismo, ofrecerle todo nuestro cariño y apoyo hará que el animal se sienta más animado y, por ende, con más ganas de luchar contra la enfermedad. Sin duda, estos serán los mejores remedios que podemos aplicar.

Además de lo mencionado, ejercicios de relajación que mantengan al perro tranquilo y calmado, masajes en las zonas afectadas o alimentos con propiedades antitumorales e inmunoestimulantes asisten al sistema inmunitario y ayudan a paliar los síntomas. Eso sí, aunque posean propiedades antitumorales recordamos que no disuelven el cáncer, sino que lo que hacen es favorecer el tratamiento, prevenir su desarrollo y aliviar los signos. Nuevamente, el veterinario será quien nos indique la mejor dieta para el animal.

La mayoría de las células del cuerpo se reproducen durante toda la vida del individuo. Esta duplicación origina células iguales que van a seguir desempeñando la misma función. Este proceso está controlado por genes, y cualquier alteración en ellos se traduce en células que se replican a gran velocidad y formando masas que acaban por desplazar a las células sanas. Así se generan los tumores en perros.

Las alteraciones responsables de estas mutaciones son múltiples, ya que los genes pueden activarse o desactivarse por factores como la dieta, el estrés o el ambiente. Así, en medicina humana se han identificado algunos carcinógenos que van a incrementar el riesgo de cáncer. Por ejemplo, los rayos ultravioleta se relacionan con el cáncer de piel, los rayos X con el de tiroides, el tabaco con el cáncer de pulmón, algunos virus con el sarcoma, etc. En perros sabemos que la aparición de tumores mamarios se relaciona con las hormonas del ciclo sexual, de ahí que la esterilización temprana tenga un efecto protector.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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