Vitamina K para perros - Dosis y usos

Vitamina K para perros - Dosis y usos

La vitamina K es una de las vitaminas que tanto los perros como las personas necesitamos ingerir con los alimentos para mantenernos saludables. Su papel más destacado en el organismo es ayudar a la coagulación, de ahí que su carencia provoque hemorragias. En algunas ocasiones, como en el envenenamiento por raticidas, es necesario aportar esta vitamina a modo de fármaco. En este artículo de ExpertoAnimal explicaremos para qué sirve la vitamina K para perros.

¿Qué es la vitamina K?

La vitamina K es una vitamina del grupo de las liposolubles, esencial para la coagulación correcta de la sangre y también juega un papel en el mantenimiento de los huesos. En concreto, es un cofactor imprescindible para sintetizar factores de coagulación que tiene que producir el hígado. Esto quiere decir que, si no hay la cantidad suficiente de esta vitamina en el organismo, es posible que se produzcan hemorragias espontáneas e incontroladas. En otras palabras, sin la vitamina K, al no formarse los componentes necesarios, el tiempo de coagulación se verá aumentado. Si se produce una hemorragia, o no se detendrá o tardará mucho en hacerlo.

Se metaboliza en el hígado, donde se almacena por un breve espacio de tiempo, y se elimina en la bilis que se dirige al sistema digestivo y a través de la orina. La vitamina K se ingiere con los alimentos o la fabrican de bacterias del tracto intestinal, pero a veces la vitamina K para perros debe administrarse para solucionar problemas de salud.

¿Para qué sirve la vitamina K en perros?

La vitamina K para perros, en concreto la K1, se emplea en los casos en los que hay riesgo de hemorragias. Comienza a actuar en cuestión de horas. Así, el veterinario se la puede recetar a perros con problemas a nivel hepático para evitar sangrados y hematomas. Además, perros en tratamiento con fármacos como anticonvulsivos, sulfamidas o AINE pueden ver disminuidos sus niveles de vitamina K. Por este motivo es posible que necesiten que se la administremos, lo mismo que en algunos casos de problemas óseos. Pero su uso más conocido es como parte del protocolo para tratar envenenamientos con raticidas. En el siguiente artículo, hablamos en mayor profundidad sobre el Envenenamiento en perros - Síntomas y primeros auxilios.

Vitamina K para perros envenenados

Los raticidas con efecto anticoagulante son relativamente comunes, por eso no es raro que un perro consiga acceso a ellos. A veces basta solo con que se coman un ratón envenenado. Funcionan impidiendo que el organismo sintetice vitamina K y sus efectos no son apreciables hasta unos 2-5 días después de la ingesta, ya que antes de que aparezcan se tienen que agotar los factores de coagulación y la vitamina K que tuviera en ese momento el organismo del perro.

Los síntomas de este envenenamiento están relacionados con la pérdida de sangre. Podremos apreciar:

  • Palidez o un tono azulado en la piel y las mucosas del perro.
  • Sangrados en forma de vómitos.
  • Hematuria, que es la orina con sangre.
  • Melena, que es el sangrado en las heces.
  • Hemorragias nasales, rectales, gingivales o internas.
  • Hematomas.
  • Sangrado excesivo durante el celo.

Una hemorragia interna puede provocar la muerte repentina del perro. En estos casos la administración de vitamina K es fundamental como parte del tratamiento para intentar salvar la vida del perro.

En caso de envenenamiento, es muy importante acudir inmediatamente al veterinario. Asimismo, pueden serte útiles estos consejos sobre Primeros auxilios en perros.

Dosis de vitamina K para perros

La dosis de los comprimidos de vitamina K es de 5 mg al día por kg de peso del perro. El tratamiento puede prolongarse una semana o incluso un mes o más, dependiendo del tipo de tóxico que haya ingerido el perro, ya que la vitamina K tiene que administrarse todo el tiempo que este tarde en eliminarse del organismo y hasta que la coagulación vuelva a la normalidad. Retirar la vitamina antes provocaría una recaída. El veterinario irá controlando el estado de la coagulación del perro.

Si estás pensando en ofrecerle a tu perro vitamina K para mejorar su salud en general, te aconsejamos que primero acudas a tu veterinario. Además, puedes consultar este otro artículo sobre Las mejores vitaminas para perros.

¿Cómo dar vitamina K a un perro?

La vitamina K se administra en situaciones de riesgo para la vida del perro, por eso es un tratamiento que suele inyectar el veterinario por vía subcutánea, intramuscular o intravenosa. Según el perro se vaya recuperando, la vitamina se sigue administrando de manera inyectable o por vía oral el tiempo que determine este profesional.

Se comercializan comprimidos con película que pueden dividirse para facilitar el ajuste de la dosis a cada perro. Se recomienda su administración después de la comida. También hay vitamina K en jarabe, a modo de complemento alimentario. En ese caso, la dosis es de 1-2 ml por kg de peso al día, mejor antes de las comidas, aunque, por supuesto, es el veterinario quien debe darnos la dosificación más adecuada para nuestro perro.

Además, hay un montón de alimentos ricos en vitamina K que podemos añadir a la dieta de nuestro perro. Por supuesto, este consumo no debe sustituir al tratamiento veterinario:

Alimentos con vitamina K para perros

Algunos de los alimentos con más vitamina K para perros son:

  • Brócoli.
  • Coles de Bruselas.
  • Col rizada.
  • Berza.
  • Espinacas.
  • Acelgas.
  • Zanahoria.
  • Pescado.
  • Hígado.
  • Carne de res.
  • Huevos.
  • Aceites vegetales.

Efectos secundarios de la vitamina K en perros

No se conoce ningún efecto secundario de la vitamina K para perros en su administración oral, pero sí se evita su uso en perras en período de gestación o de lactancia, ya que no hay estudios que demuestren su seguridad en esta etapa. Esta vitamina atraviesa la barrera placentaria, aunque las investigaciones hasta el momento no han detectado daños ni malformaciones en los cachorros en gestación. También hay que avisar al veterinario si el perro está consumiendo algún fármaco. Algunos afectan y reducen la actividad de la vitamina K, como ciertos AINE o cefalosporinas.

Reacción a la vitamina K en perros

Los estudios realizados con esta vitamina no han detectado ninguna reacción adversa. Incluso utilizando una dosis más alta de la aconsejada, no se han descritos signos de intolerancia. Pero sí se han notificado casos de reacciones de hipersensibilidad ante tratamientos con vitamina K inyectable a grandes dosis. Por supuesto, requieren la intervención del veterinario. En este caso, también podrían aparecer vómitos y anemia.

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Bibliografía
  • Carlson y Giffin. (2002). Manual práctico de veterinaria canina. Madrid. Editorial el Drac.