Zarigüeyas - Tipos, características, alimentación y hábitat

Zarigüeyas - Tipos, características, alimentación y hábitat

Algunos animales tienen denominaciones comunes en diversos países, mientras que en el caso de otros, son nombrados de distintas maneras según la región. Este es el caso de las Zarigüeyas, animales que son conocidos por otros nombres dependiendo del país donde se encuentren. Algunos ejemplos son: carachupas, llacas, tacuazines, tlacuaches, rabipelados y particularmente en varias regiones se les llaman también zorras o zorros, entre otros. Sin embargo, esta última designación se usa de forma general para otro animal con características totalmente diferentes.

En este artículo de Expertoanimal te presentamos información sobre zarigüeyas, tipos, características, alimentación y hábitat.

¿Qué es una zarigüeya?

Las zarigüeyas son un grupo de animales marsupiales, nativos de América. Tienen aspecto similar al de una rata, pero con quien no se encuentran emparentados, por lo que es distante desde el punto de vista taxonómico. Son animales que logran desarrollarse en varios tipos de ecosistemas, con una alta capacidad de adaptación.

Clasificación taxonómica

Aunque con una amplia variedad de géneros y especies, todos estos animales se restringen a una única familia actual. La clasificación taxonómica de las zarigüeyas corresponde de la siguiente manera:

  • Reino: animal
  • Filo: cordados
  • Clase: mamíferos
  • Orden: didelphimorphia
  • Familia: didelphidae

Características de las zarigüeyas

Estos animales tienen un rango de peso que varía desde unos 10 gr hasta 2 kg. En cuanto a sus longitudes, incluyendo la cola, pueden medir entre 17 y 100 cm aproximadamente. Algunas especies presentan dimorfismo sexual en cuanto al tamaño, siendo las hembras más pequeñas que los machos.

Las zarigüeyas generalmente tienen una cubierta de pelo fino en su cuerpo, que puede variar en cuanto a la coloración, desde un tono oscuro hasta gris claro, marrón o amarillo. La cola de diversas especies es larga, desprovista de pelos o con muy pocos y de tipo prensil. Mientras que en otras, es más corta, con presencia de pelaje y no es prensil.

Las hembras de especies más grandes, poseen una bolsa o marsupio, mientras que las más pequeñas tienen unos pliegues cerca de las mamas. Un rasgo particular es que estas tienen de 4 hasta 27 glándulas mamarias, de modo que logran amamantar a un número importante de crías. Algunos machos también tienen una bolsa, como por ejemplo especies acuáticas, con la que recubren sus genitales y así quedan protegidos mientras nadan.

Las patas de los didelfimorfos son cortas y tienen cinco dedos en cada una. Sin embargo, en especies semi acuáticas, las patas traseras se han modificado con forma palmada, lo que sin duda facilita el nado.

En cuanto a los sentidos, la audición no está muy desarrollada, la vista aunque con cierto nivel, no alcanza el de otros mamíferos y tienen buen sentido del olfato.

Tipos de zarigüeyas

Estos animales en general, se agrupan en 19 géneros y unas 95 especies, aunque existen algunas clasificaciones aún no definidas del todo. Algunos tipos de zarigüeyas son:

  • Didelfinos: agrupa a unas 16 especies, donde se encuentran por ejemplo una semi acuática llamada yapok o zorro acuático (Chironectes minimus). También en este grupo encontramos a la zarigüeya común (Didelphis marsupialis), la cual tiene uno de los mayores rangos de distribución.
  • Monodelphinidos: se conforma por una variedad importante de géneros, dentro de los cuales se ubican diversas especies con diferentes características en cuanto a tamaños, colores, tipos de pelaje y colas. Una de las especie del grupo es la zarigüeya ratón o comadreja enana (Cryptonanus chacoensis).
  • Calurominos: este grupo lo integran especies conocidas como zarigüeyas lanudas y particularmente sus miembros se encuentran en algún estado de riesgo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Algunas especies son la zarigüeya lanuda parda (Caluromy philander) y la zarigüeya lanuda occidental (Mallodelphys lanatus).

Costumbres de las zarigüeyas

Estos animales, en general, tienen hábitos solitarios y son nocturnos o crepusculares. Algunas veces pueden reunirse mientras se alimentan, pero sin entrar en contacto. Los machos pueden ser bastante agresivos entre sí, pero no suelen serlo con las hembras. Las zarigüeyas pueden ser terrestres o semi acuáticas, con una gran facilidad para trepar, por lo que también es común que tengan hábitos arborícolas.

Suelen construir nidos para el momento del parto o utilizar algunos ya hechos, dentro de los cuales colocan hojas secas, raíces o pasto. Es común que debido a la escasez de recursos en algunos hábitats, ciertas especies entren en letargo mientras hay disponibilidad de alimentos.

A pesar de no tener tan buen sentido de la audición, las zarigüeyas pueden comunicarse a través de ciertos sonidos, sobre todo entre madres y crías, así como con fines reproductivos. El olfato es también un sentido habitualmente utilizado para comunicarse.

¿Dónde vive la zarigüeya?

Las zarigüeyas tienen un amplio rango de distribución desde norte América hasta el sur en la Patagonia, con ciertas excepciones dentro del continente.

Además, son capaces de desarrollarse en una gran cantidad de hábitats, que incluyen bosques tropicales o templados, pastizales, cuerpos de agua dulce, áreas secas, sabanas, espacios agrícolas y urbanos.

¿Qué comen las zarigüeyas?

Se clasifican como omnívoros y se consideran oportunistas debido al amplio rango de hábitats en los que se ubican. En este sentido, se alimentan de una gran variedad de invertebrados, que incluyen insectos, arañas, escorpiones y crustáceos; también pequeños roedores y serpientes. Las zarigüeyas son inmunes a ciertos tipos de venenos de serpientes y arañas, lo que facilita la depredación de estos animales.

Por otro lado, consumen además ciertos tipos de frutas, de modo que son dispersores de algunas semillas en los ecosistemas en que habitan. Adicionalmente, debido a su desarrollo en áreas urbanas, es común que consuman de los desechos humanos.

Reproducción de la zarigüeya

Los machos pueden aparearse con varias hembras, lo que conlleva en muchos casos a que ocurran enfrentamientos entre estos. No se han evidenciado cortejos en estos animales, pero si cierta emisión de ruidos en el momento reproductivo.

La maduración sexual de los individuos ocurre entre los 6 y 10 meses de edad aproximadamente, generando entre 1 y 4 camadas por año, lo que sin duda es una alta tasa reproductiva. Sin embargo, la reproducción está condicionada por la disponibilidad de recursos y condiciones del medio.

Las zarigüeyas nacen de una forma bastante prematura, por lo que la gestación no dura sino hasta dos semanas. Al momento del parto, las crías se encuentran en un estado inmaduro, con órganos aún sin formarse de forma completa. Una vez que ocurre el parto, los recién nacidos usando sus extremidades anteriores, las cuales poseen uñas afiladas, trepan hasta las mamas de la hembra. Allí se mantienen al menos por varias semanas para completar su desarrollo. Es común que las hembras jóvenes, tengan más crías de las que pueden amamantar, por lo que suele haber un cierto índice de mortalidad en recién nacidos.

Una vez que las nuevas zarigüeyas se han desarrollado adecuadamente, siguen amamantándose. Pero, ahora tienen cierta independencia y mientras la madre se desplaza, se mantienen trepadas sobre el cuerpo de esta.

Estado de conservación de la zarigüeya

Debido a la variedad de especies que tiene el grupo y su amplio rango de distribución, el estado de conservación varía entre las diversas categorías de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. En este sentido, se ha reportado desde una especie extinta, la zarigüeya de vientre rojo (Cryptonanus ignitus), hasta otras en peligro crítico como la zarigüeya ratón (Marmosops handleyi) y la zarigüeya de cola corta (Monodelphis unistriatus). De igual modo, otras están ubicadas como casi amenazadas o en menor preocupación, mientras que algunos casos no han sido evaluados.

Entre las principales causas que afectan a las zarigüeyas encontramos la transformación del hábitat, lo que sin duda genera un fuerte impacto en las especies que se desarrollan en los mismos. Por otro lado, el comercio ilegal para el consumo de su carne, es otro problema que ha estado emergiendo con el tiempo.

Existen personas que buscan zarigüeyas como mascotas. Sin embargo, este es un animal silvestre que no debe ser mantenido en cautiverio para tenerlo como animal de compañía, requiere de condiciones particulares para estar en buen estado, las cuales solo puede encontrar en sus espacios de origen.

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Bibliografía
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