Abubilla común

A primera vista, lo más característico de la abubilla común es su cresta, de color ocre y con puntas negras. El resto del cuerpo tiene un color canela, mientras que la cola y las alas poseen bandas de color blanco y negro. Se trata de ave un tamaño mediano, de aproximadamente 27 cm de alto y con una envergadura alar de 47 cm. Su pico es largo y ligeramente inclinado hacia abajo (es decir, levemente decurvado). Como mencionamos, su vuelo es errático y ondulante, y junto con su plumaje vistoso, la convierten en un ave muy elegante. Su llamativo canto “up-up-up” es lo que le da nombre a la especie. Otra de sus características más llamativas es la presencia de una glándula fétida situada en la base de la cola, lo que le permite producir una secreción que le ayuda a ahuyentar a sus depredadores.

Existen 9 subespecies descritas, siendo la más común Upupa epops epops. Algunos estudios, además, describen a Upupa marginata como otra subespecie de abubilla, pero comúnmente es considerada una especie aparte.

La abubilla común es típica de regiones secas, ocupando claros de bosque, áreas de plantaciones, como viñedos y otros frutales y en campos de cultivos, así como estepas y zonas de praderas. Prefiere zonas por debajo de los 1.000 m de altitud, así como las dehesas y sabanas naturales o bien artificiales. En España es residente y se distribuye por toda la península, a excepción de la franja cantábrica, siempre con preferencia por el clima mediterráneo. Además, también es un ave residente de las Islas Baleares y Canarias.

Es un ave generalmente solitaria, diurna y puede ser migratoria o residente, dependiendo de la región y país. Comúnmente, anida en huecos de árboles, techos de edificios o en rocas. También es posible que construyan sus nidos en graneros, en maderas apiladas, en pozos o en muros arenosos.

Una imagen común es la de verla caminando por el suelo, levantando vuelo rápidamente si se siente amenazada. Similar al comportamiento de otras especies (como el martín pescador), durante la época de anidación acumulan grandes cantidades de heces, por lo que las hembras y los polluelos emiten un olor peculiar y desagradable, muchas veces alejando así a posibles depredadores. Además, untan sus huevos con la secreción de su glándula fétida, comportamiento que ayuda a tener mayor éxito de eclosión.

La abubilla común se alimenta principalmente de insectos y larvas presentes en el suelo, que extrae mediante su alargado pico, siendo un depredador natural de la procesionaria del pino, de allí su mayor presencia en áreas de pinares. Sus insectos favoritos son los grillos y saltamontes, además de larvas de coleópteros y dípteros y de hormigas.

Se alimenta mientras camina por el suelo y es común observarla introduciendo su pico largo y algo decurvado en excrementos de animales y en tierra blanda, donde busca a los insectos y sus larvas. ​Si quieres saber más sobre la importancia del pico de las aves en su alimentación y modo de vida, te animamos a leer este otro artículo de ExpertoAnimal sobre Tipos de picos de aves.

A mediados de mayo comienza la época de cría de las abubillas, y es cuando comienzan a buscar un sitio para anidar. La hembra es la encargada de incubar los 7 a 10 huevos que generalmente ponen, mientras que el macho la alimenta a ella y posteriormente a los polluelos. Después de aproximadamente unos 28 días, los polluelos estarán listos para abandonar el nido, evento que ocurre entre julio y agosto.

Aunque en la lista roja de la IUCN figura como preocupación menor, su población se encuentra actualmente en disminución, debido principalmente a la caza y la disminución de alimento disponible (debido al uso de insecticidas), de lugares apropiados para anidar y a causa del aumento de la actividad agrícola. Por el momento no hay ningún proyecto específico de recuperación de esta especie, sin embargo, sí se realizan monitoreos de sus poblaciones.