Marta cibelina

Te presentamos las principales características de la marta cibelina, a la cual también se le conoce como el sable:

• Existe dimorfismo sexual entre machos y hembras: en cuanto al peso y tamaño, siendo los primeros más grandes. El tamaño corporal de los machos está entre 38 y 56 cm, mientras que la cola mide de 9 a 12 cm; el peso oscila de 0,88 a 1,8 kg. Las hembras miden 35 a 51 cm, la cola de 7 a 11 cm, con una masa que va de 0,70 a 1,5 kg.
• Se proponen varias subespecies pero no está clara la taxonomía al respecto.
• El pelaje puede variar de marrón claro a oscuro según la subespecie: es más intenso en el dorso y patas, pero claro en el vientre. En la garganta hay una mancha de color claro, como gris, blancuzco o amarillo pálido.
• Durante el invierno el pelaje se vuelve más largo y brillante.
• Posee un sentido del olfato y oído bastante desarrollado.

La marta cibelina es nativa de Europa y Asia, desarrollándose principalmente en bosques de coníferas, tanto en áreas montañosas como en tierras bajas. Tiene una gran distribución en toda su área nativa, que incluye Rusia, China, Japón, Kazajstán, Corea y Mongolia. Así, según la región se ubica a diferentes altitudes que van desde alrededor de los 20 hasta 2200 m.

El hábitat lo conforma generalmente la taiga, que son bosques poblados de coníferas, pero también puede estar en bosques caducifolios y cerca de zonas altamente urbanizadas.

Una de las costumbres de este tipo de marta es que suele mantenerse en un área de 4 a 30 km², teniendo los adultos un mayor rango de distribución que los jóvenes. Sin embargo, la disponibilidad de alimento puede determinar el rango de movilización. En cuanto al comportamiento de los jóvenes, estos suelen dejar sus madrigueras en el otoño y movilizarse hasta los valle de inundación.

La marta cibelina o martes zibellina es de hábitos diurnos, pero cuando las condiciones ambientales son fuertes, como en las tormentas de nieve, se mantienen refugiado en su madriguera, lo cual también hace cuando siente la presencia humana que tiende a cazarla. Esta especie de marta es principalmente de hábitos terrestres.

Tienes más información sobre la "Marta: tipos y características" a continuación.

En las regiones donde habitan pocos individuos, las martas tienen rituales de cortejo que parecen lúdicos porque se persiguen y saltan. Sin embargo, en las zonas donde hay abundancia de individuos, se suscitan fuertes enfrentamientos entre los machos para poder aparearse.

Los machos suelen hacer surcos en la nieve y orinan con frecuencia en una especie de marcaje territorial. Las hembras entran en celo en la primavera y el apareamiento ocurre entre junio y agosto, pero las fechas pueden variar según la región. Después de la fecundación se da una diapausa, es decir, un retraso en la implantación en el útero, y la misma dura entre 7 y 8 meses. Pasado este tiempo, el embrión se implanta y desarrolla rápidamente entre unos 25 a 30 días.

Las camadas pueden variar desde 1 a 7 individuos, aunque más comúnmente son entre 2 a 3 martas bebés. Algo poco común en el grupo, es que en esta especie el macho puede brindar apoyo con las crías, trayendo alimentos para la madre y las crías, aunque principalmente lo que hacen es proteger el territorio.

Las crías son totalmente indefensas al nacer. Tienen los ojos cerrados, muy poco pelo, el peso va entre 25 a 35 gr y miden unos 10 cm. Sin embargo, crecen rápidamente, luego del mes, ya pueden salir de la madriguera; y a las 7 semanas son destetadas y comen alimento regurgitado.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, reporta que la marta cibelina se clasifica como de Menor preocupación. La principal amenaza la representa la caza, que aunque se reporta como controlada y bajo las leyes no deja de tener impacto. La modificación del hábitat por la tala para la construcción y la explotación petrolera y minera, también son causas de afectación.

La marta cibelina se caza para la comercialización de sus pieles y, aunque se indique que es de manera controlada, bajo ningún concepto es ético cazar animales para obtener partes de su cuerpo, porque son seres vivos que sienten y no deben ser explotados.