El jerbo como mascota
El jerbo es un inusual roedor que se ha hecho su hogar en muchas casas, y es que cada vez más es habitual ver gente que los tiene como mascotas debido a su carácter afable, juguetón, curiosidad y, contrario a lo que muchos puedan pensar, inteligencia.
Por esta razón, si estás pensando en tener un jerbo como mascota o ya tienes uno, en este artículo de ExpertoAnimal, te ayudamos a que conozcas todo lo necesario respecto a las necesidades que debes atender para que tu peculiar roedor se encuentre sano y a gusto en tu familia.
Origen del jerbo doméstico
Los jerbos son una especie perteneciente al suborden de los miomorfos, en la cual también pertenecen el hamster, ratas, ratones, topillos… Y dentro de esta clasificación, son de la familia dipodidae. Cabe aclarar que es común confundirlos con la familia de los muridae, en la cual pertenecen los gerbilinos.
Estos peculiares roedores, no llevan demasiados años como mascotas, sino que originariamente fueron usados como animales de laboratorio en la década de los 50. Pero debido a su carácter dócil, fue poco a poco adoptándose como animal de compañía. Sin embargo, no existe una especie única de jerbos en la naturaleza, sino que se conocen nueve variedades distintas repartidas en la zona septentrional de África y Asia. Ahora bien, la especie que hemos acogido como mascota es el jerbo de Egipto.
Características del jerbo
Este animalillo comúnmente también se llama jerbo del desierto o rata del desierto, debido a que está acostumbrado a vivir en zonas desérticas, lo que hace que tengan un cuerpo resistente y adaptado a esta clase de entornos. No obstante, las características físicas más llamativas del jerbo son:
- Pelaje marrón o gris: la coloración de su pelaje suele ser de color arenoso o grisáceo y blanco en la parte inferior, lo que le permite camuflarse en el entorno y no ser fácilmente visto por sus depredadores. Ahora bien, al ser una especie doméstica, se han ido seleccionando para que presenten pelajes más variados.
- Tamaño: este pequeño roedor es físicamente similar al ratón, pudiendo medirentre 10 y 12 cm de cuerpo, sin tener en cuenta su larga cola.
- Cola: como decíamos, el jerbo presenta también una larga cola de unos 10 cm acabada con un mechón de pelo, con la cual se equilibra con facilidad.
- Ojos y orejas grandes: el tiene grandes ojos que le permiten ver de noche, y está provisto de unas grande orejas con las que tiene una gran audición y le permiten regular su temperatura.
- Patas traseras largas: sin embargo, se diferencia de los ratones debido a sus peculiares largas patas traseras (que nos pueden recordar a las de un canguro), las cuales están provistas de pelos en los dedos que le aíslan del suelo y le permiten desplazarse saltando y facilitándole la movilidad en los terrenos arenosos en los cuales está adaptado a vivir. Además, gracias a estas extremidades, también es capaz de realizar largos saltos con los cuales escapar velozmente de sus depredadores, como águilas o serpientes.
¿Cuánto vive un jerbo doméstico?
Por otro lado, aunque el jerbo sea un animal muy resistente en la naturaleza, capaz de vivir en climas tan extremos como el desierto, el jerbo no es de por sí un animal muy longevo, pues cuenta con una esperanza de vida de unos 3-4 años si están siendo bien cuidados, llegando incluso a los 5 años en casos excepcionales.
Si quieres conocer otros animales que habitan los mismos lugares que el jerbo, no te pierdas este otro artículo de ExpertoAnimal sobre Animales que viven en el desierto y sus características.
Carácter y comportamiento del jerbo doméstico
En general, el jerbo es un animal muy cariñoso, sociable y limpio. A continuación, analizaremos un poco más en detalle el carácter y comportamiento del jerbo.
Actividad del jerbo
Debido a su naturaleza de presa, estos animales suelen excavar madrigueras en las que vivir, para así protegerse de los depredadores, pero también, para evitar las altas temperaturas del desierto. Para evitar el calor, suelen ser animales más bien nocturnos. Ahora bien, al convivir con nosotros, pueden adaptar su horario y estar activos tanto de día como de noche.
Curiosidad del jerbo
Estos pequeños roedores tienen un carácter muy curioso y, por este motivo, están constantemente explorando todo a su alrededor. Es habitual entonces, fijarnos en que suelen mantener una postura erguida, estirando sus dos patas traseras para observar su entorno.
Jerbos - sociables y amistosos
Además, los jerbos son animales sociables y amistosos. Estos suelen vivir en comunidades dentro de las madrigueras y dormir juntos. E incluso, cuando un jerbo se encuentra asustado debido a un depredador, suele golpear el suelo con sus patas traseras para alertar a otros jerbos. Estos golpes en el suelo, también suelen darse durante el cortejo. Recordemos que tienen muy buena audición y, por lo tanto, se comunican especialmente a través de sonidos de alta frecuencia que son imperceptibles para nosotros. También emiten silbidos cuando se acicalan o por otras razones como temor o reclamo.
Jerbos machos y hembras - Diferencias
Cabe recalcar que las hembras suelen tener un carácter más temperamental que los machos, el cual se ve acentuado durante el celo en caso que haya otras hembras cerca, las cuales perciben como competencia, algo que puede provocar que haya peleas.
Otro comportamiento peculiar que suelen realizar, sobre todo los machos, es el de arrastrarse sobre su tripa en el suelo y objetos que se encuentren en su zona de confort (normalmente su jaula). Esta conducta la suelen realizar para marcar su territorio, puesto que los jerbos presentan glándulas odoríferas en la tripa con las cuales dejan su olor.
Higiene del jerbo
Los jerbos también tienen unos hábitos higiénicos muy marcados. Normalmente, en su hábitat, estos roedores suelen acicalarse a ellos mismos frotándose con arena. Y, también, suelen lavarse unos a otros entre los miembros de un mismo grupo. Suelen también hacer sus heces y orines en el mismo lugar apartado de la comida y lugar de descanso.
¿Los jerbos muerden?
En sí, los jerbos no muerden. Sin embargo, cuando juegan, estos peludos suelen relacionarse mediante mordisquitos, los cuales no hacen daño, a no ser que se encuentre a la defensiva (y, por lo tanto, no estén jugando). Es decir, sería muy raro que actuasen de forma agresiva, a no ser que se encuentren asustados y acorralados. Además, podría darse el caso que si estuviésemos molestando en exceso a nuestro jerbo, este nos mordiera para pedirnos que paremos. Debemos tener en cuenta que, pese a ser animales sociables, es importante que desde una edad temprana nuestro jerbo se haya acostumbrado al contacto con las personas, sino no sería extraño que este desconfíe de nosotros y se encuentre estresado.
Por esta razón, es muy importante que si nuestro peludo va a estar con niños, les expliquemos muy bien cómo interactuar con él; mediante voz suave (ya que tienen un oído sensible) y tratándolo con cuidado. En definitiva, explicarles que no se trata de un juguete, ya que es un animal frágil. Además, si agarramos de la cola a nuestro pequeño, ¡podemos llevarnos un buen susto!, ya que uno de los mecanismos de defensa que tiene este animal es, ni más ni menos, que desprenderse de su cola en caso que se encuentre atrapado. Y a diferencia de los lagartos, no le volverá a crecer.
Cuidados del jerbo
El jerbo es una mascota que requiere pocos cuidados, en comparación a un perro, por ejemplo. Es un animal más bien independiente que no requerirá tanto nuestra atención. Ahora bien, debemos conocer bien qué cuidados sí debemos brindarle para que sea un animal sano y feliz, los cuales se resumen en:
- Alimentación adecuada.
- Jaula con todo lo necesario.
- Cubrir sus necesidades sociales.
A continuación, explicaremos más en detalle cada uno de estos puntos.
¿Qué comen los jerbos? - Alimentación
Los jerbos son animales que no necesitan una gran ingesta de alimentos. En su hábitat natural, suelen alimentarse de toda clase de alimentos que se encuentran a su alcance, como:
- Flores.
- Hierbas.
- Fruta.
- Semillas.
- Tubérculos.
- Insectos.
- Huevos de ave.
No obstante, para asegurarnos que le proporcionamos una dieta completa y equilibrada en nutrientes, lo mejor es darle un pienso específico para este roedor, y ofrecerle también un poco de heno, que le dará un aporte extra de fibra. Podemos, a su vez, dejarle alimentos naturales como frutos o vegetales esparcidos por la jaula, como manzana, brócoli, zanahoria… Siempre en pequeñas cantidades, contrariamente podría tener diarreas.
Por último, por lo que respecta al agua, aconsejamos que le coloques un tanque con agua limpia, que pueda suministrarse con libertad.
Alimentos prohibidos para jerbos
Por otro lado, nunca le daremos:
- Cebolla.
- Ruibarbo
- Alimentos en mal estado.
La jaula del jerbo
Como es un animal muy nervioso, el espacio en el que se encontrará no debe ser menor a, por lo menos, 1 metro de largo y ancho. Más, en caso que acojamos a más de uno. Además, las jaulas de un solo piso suelen ser demasiado pequeñas y reducidas en cuanto a movilidad, así que un habitáculo con varios pisos siempre será buena idea, siempre y cuando estos no sean de rejilla o barrotes (ya que se podría hacer daño).
Deberemos añadir también elementos con los que interactuar: estructuras para trepar, roer, esconderse… Esto es debido a que necesitan entretenimiento y ejercicio y por lo tanto, pasar largos ratos jugando con los objetos que colocas en su jaula. De este modo, se sentirán satisfechos si colocamos elementos para que puedan roer, lo cual les ayuda a mantener los dientes de un tamaño que les permita alimentarse de forma adecuada. Hay que suministrarle objetos como juguetes aptos para jerbos que se pueden adquirir en tiendas o rollos de cartón de papel sanitario, que les encanta y satisface su necesidad.
Seguidamente, nos aseguraremos que los barrotes deberán ser lo suficientemente estrechos para que nuestro peludo no pueda escaparse y evitaremos el uso del plástico, ya que lo puede roer con facilidad.
Como hemos comentado, este animal dedica gran parte de su tiempo a cavar madrigueras. Esta actividad es necesaria para su bienestar psicológico y físico, puesto que hace ejercicio y se lima las uñas. En este caso, será habitual observar a nuestro peludo excavar el suelo o fondo de su jaula. Por esta razón, cuando escojamos el sustrato, veremos que existen varios sustratos específicos en tiendas, pero aconsejamos que sea uno que le permita satisfacer su instinto de excavar (de maíz o papel prensado, por ejemplo). Además, podemos añadir tiras de papel higiénico con las que se entretendrá y construirá su nido (nunca papel de periódico, debido a que su tinta es tóxica).
La jaula deberá tener una buena ventilación y deberá ser fácil de limpiar (con jabón neutro), para asegurarnos de hacerlo a conciencia y cuidar la salud de nuestro animal. Por último, deberá estar ubicada en un ambiente sin corrientes de aire ni sol directo (que tenga siempre la opción de ponerse a la sombra). La temperatura ambiente debe estar entre los 18 y los 28 ºC.
Necesidades sociales del jerbo
Debido a que este es un animal gregario, es decir, en la naturaleza, los jerbos van en grupo, por lo que si decides adoptar un jerbo, es complicado mantener un único ejemplar sin que este manifieste problemas de conducta y sin encontrarse estresado, puesto que se normalmente se sentirá inseguro.
Por este motivo, aconsejamos tener dos jerbos, los cuales puedan hacerse compañía mutuamente y sentirse protegidos, siempre teniendo en cuenta el espacio que les proporcionamos. Además, es recomendable que estos peludos se conozcan ya de pequeños para evitar peleas o, en caso contrario, introducirlos de forma progresiva para que se conozcan poco a poco y se habitúen al olor del otro.
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