Las serpientes más venenosas del mundo

La mamba verde es más pequeña, aunque su veneno también es neurotóxico. Ostenta una bella librea de color verde brillante y dibujos blancos. Se distribuye más al sur que la negra. Mide de promedio 1,70 metros, aunque existen ejemplares de más de 3 metros.

La víbora cornuda vive en Europa, en concreto en la zona de los Balcanes y más al sur. Está considerada la serpiente europea más venenosa. Posee unos grandes incisivos de más de 12 mm y sobre la cabeza tiene un par de apéndices que semejan cuernos. Su color es de un marrón claro polvoriento. Su hábitat preferido son las grietas rocosas.

En España existen víboras y culebras venenosas, pero si no existe alguna enfermedad asociada en el humano atacado, sus mordeduras no pasan de ser heridas muy dolorosas sin provocar consecuencias fatales.

La cobra real es la serpiente venenosa más grande y emblemática del mundo. Puede medir más de 5 metros y se distribuye por toda la India, sur de la China, y todo el Sudeste Asiático. Tiene un poderoso y complejo veneno neurotóxico y cardiotóxico.

Se distingue de inmediato de cualquier otra serpiente por la particular forma de su cabeza. También es distintiva su postura de defensa/ataque, con una importante parte de su cuerpo y cabeza erguidos desafiantes.

La víbora de russell es probablemente la serpiente que produce más accidentes y muertes en todo el mundo. Es muy agresiva, y aunque sólo mide 1,5 metros, es gruesa, fuerte y veloz.

La russell, al contrario que la mayoría de los ofidios que prefieren huir, se muestra tenaz y quieta en su lugar, atacando al menor roce. Habita en los mismos lugares que la cobra, además de las islas de Java, Sumatra, Borneo, y la pléyade de islas de aquella zona del Índico. Es de color marrón claro con manchas ovaladas más oscuras.

La krait rayada, también conocida como búngara, habita el Pakistán, Sudeste asiático, Borneo, Java e islas limítrofes. Su veneno paralizante es 16 veces más potente que el de la cobra.

Por lo general podemos apreciarlas de color amarillo con franjas negras aunque en ocasiones puede mostrar tonos azules, negros o marrones, dependerá de cada caso.

La serpiente yararacusú está considerada la más venenosa del continente sudamericano y mide 1,5 metros. Tiene una tonalidad marrón con un abigarrado dibujo de tonos más claros y más oscuros. Esta tonalidad la ayuda a camuflarse entre la hojarasca caída que alfombra el suelo de la selva húmeda. Habita en climas tropicales y subtropicales. Su veneno es muy poderoso.

Vive cerca de ríos y afluentes, por lo cual se alimenta de ranas y roedores. Es una gran nadadora. Esta serpiente se halla en Brasil, Paraguay y Bolivia.

La serpiente de cascabel diamante rojo es la mayor serpiente de Norteamérica. Mide más de 2 metros, siendo también muy pesada. Por su color se camufla perfectamente con el suelo y las piedras de los lugares agrestes y semi-desérticos donde vive. Su nombre "cascabel" proviene de una especie de sonajero cartilaginoso que esta serpiente tiene en la cola.

Tiene por costumbre realizar un ruido inconfundible con este órgano cuando se siente inquieta, con lo cual el intruso sabe a lo que se expone cuando oyen el siniestro cascabeleo.

La serpiente terciopelo, también llamada Nauyaca Real o Bothrops asper habita en el sur de México. Es la serpiente más venenosa de américa. Tiene un bello color verde y unos grandes incisivos. Su potente veneno es neurotóxico.

La víbora de la muerte también conocida como Acanthophis antarcticus es una serpiente de peligrosidad elevada ya que a diferencia de otras serpientes no dudará en atacar, es muy agresiva. La muerte se produce en menos de una hora gracias a sus neurotoxinas extremadamente potentes.

Encontramos en la serpiente marrón oriental o Pseudonaja textilis la serpiente que más vidas se cobra en Australia. Eso es debido a que esta serpiente tiene el segundo veneno más mortal del mundo y sus movimientos son sumamente rápidos y agresivos.

Acabamos con una última serpiente australiana, la taipán de la costa o bien Oxyuranus scutellatus, destaca por ser la serpiente con los colmillos más largos del planeta, midiendo unos 13 mm de longitud.

Su veneno altamente potente es el tercero más tóxico del mundo y la muerte tras una mordedura puede suceder en medos de 30 minutos.

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