Caracol volcánico (Chrysomallon squamiferum)

En biología, se usa el término "esclerito" para referirse a ciertas estructuras endurecidas en el cuerpo de los invertebrados. En el caracol volcánico, de manera peculiar, hay una gran cantidad de escleritos en todo el borde de la base del animal, los cuales están formados por diversos minerales de sulfuro de hierro, algo muy inusual. Estas estructuras tienen aproximadamente 1x5 milímetros de tamaño. Hasta ahora, el caracol volcánico es la única especie de animal que se ha determinado que tiene el compuesto sulfuro de hierro en su estructura corporal.

Por otro lado, la concha del caracol volcánico tiene tres enrollamientos hacia adentro, dando forma a una estructura globosa. Este caparazón está caracterizado por tener delgadas líneas de crecimiento. En promedio, el caparazón tiene un ancho de 32 mm y la apertura posee un diámetro de 23 mm.

Esta especie se desarrolla únicamente en tres puntos específicos, y debido a que cada zona tiene compuestos químicos diferentes, la coloración tanto de la concha como de los escleritos de este animal varía. Así, encontramos al caracol volcánico en las siguientes tonalidades:

• Blanco: los que habitan en la zona conocida como Solitario son de color blanco debido a la ausencia de hierro.
• Negro: los de Kairei tienen color negro y son magnéticos debido a la presencia de greigita, un mineral de sulfuro de hierro con propiedades magnéticas.
• Marrón: los de Longgi son de color marrón debido a la presencia de pirita y también greigita.

El opérculo (estructura que actúa como "puerta" para sellar la apertura del caparazón cuando el caracol se esconde dentro de él) en esta especie experimenta cambios a medida que crece. Así, en los jóvenes tiene una forma redondeada, mientras que en los adultos es más curvo. Además, el tamaño también disminuye con el paso del tiempo. Los escleritos crecen con el desarrollo del animal y terminan por cubrir todo el pie del mismo, brindando así una función protectora que el opérculo va perdiendo en este caso.

En cuanto a la boca, es un sistema muscular en forma de anillo cuando se cierra. Tiene dos tentáculos lisos a nivel cefálico, que son más gruesos en la base y delgados en el extremo. No tiene ojos ni un órgano copulador especializado.

El caracol volcánico habita en tres puntos oceánicos específicos, y las temperaturas pueden variar de un punto a otro. En uno de los lugares, el rango térmico está entre 2 y 10 °C, y estos animales prefieren estar en unos 5 °C. No obstante, en otra de las zonas de ubicación, las temperaturas pueden ser muy elevadas, llegando a unos 400 °C, las cuales este animal puede soportar. Un aspecto importante es que debido a las altas presiones, por la profundidad en la que se encuentra, el agua aquí no hierve.

¿Sabías que el caracol volcánico no es el único animal que puede vivir en condiciones tan extremas? En este artículo te mostramos más: "Animales que sobreviven en condiciones extremas".

El caracol volcánico es una especie que habita solo en tres campos de respiraderos hidrotermales que se ubican en el Océano Índico, frente a la costa este y sur de Madagascar. Son regiones volcánicas submarinas y los lugares específicos se conocen como campo de Kairei, Solitario y Longgi, los cuales están entre los 2 400 y 2 900 metros de profundidad.

El campo de Kairei está entre 2 415 y 24 60 m, y mide unos 30x80 m, con rocas de troctolita y basalto. En cuanto al campo de Solitario, se ubica a 2 606 m, con unas dimensiones de 50x50 m, principalmente con rocas de basalto. Mientras, el campo Longgi está a 2 780 y sus dimensiones son mayores que los anteriores, con 100x150 m.

Faltan estudios para conocer detalles sobre la actividad del caracol volcánico. No obstante, es un animal de hábitos sedentarios, y aunque vive en agrupaciones, sus actividades son totalmente independientes. No se conocen formas de comunicación con otros individuos, pero se sabe que no podría hacerlo de manera visual debido a la ausencia de ojos. En caso de existir, las formas de comunicación deben estar más bien vinculadas a un tipo de interacción a través de los nervios de los tentáculos cefálicos, así como otros presentes en el pie y el manto.

Todos los aspectos biológicos del caracol volcánico son realmente interesantes y poco comunes. En el caso de la alimentación, no hay excepción, ya que estos son animales simbiotrofos, es decir, se alimentan gracias a una relación simbiótica con bacterias de tipo quimiosintéticas que habitan en una glándula esofágica grande. En este sentido, gracias a la acción bacteriana, el caracol obtiene la energía para desarrollarse.

Esta especie no obtiene alimento por otra vía. No consume absolutamente a ningún otro animal o compuesto, sino que toda su nutrición es por la vía química realizada por estas bacterias. Por tanto, no se clasifica como carnívoro, herbívoro u omnívoro en el sentido tradicional, ya que no come otros animales, plantas ni una combinación de ambos. Por otro lado, se han identificado gránulos en la zona del intestino interior que se cree que son de azufre, el cual producen las bacterias endosimbiontes, y esto permite desintoxicar del sulfuro de hidrógeno.

A nivel reproductivo, el caracol volcánico muestra rasgos particulares, ya que es la única especie de su familia que es hermafrodita simultáneo. De este modo, se autofecunda, por lo que no necesita pareja para reproducirse, y no presenta comportamientos reproductivos o copulatorios.

De esta manera, un mismo individuo tiene tanto óvulos como espermatozoides, permitiéndole autofecundarse. Debido a las condiciones en las que vive, no hay estudios más precisos sobre su biología reproductiva.

¿Quieres conocer más en profundidad cómo es este tipo de reproducción? Te lo explicamos en este artículo: "Ejemplos de animales hermafroditas y cómo se reproducen".

El caracol volcánico está clasificado como "en peligro de extinción" por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Lamentablemente, dos de los tres campos cuentan con licencias internacionales para la explotación de minerales, una otorgada a China y otra a Alemania, lo cual sin duda causa una fuerte impactación a la especie. Hasta ahora, no hay medidas de conservación establecidas, y se consideran las subpoblaciones de los campos intervenidos con un futuro incierto.