¿Cómo criar un caracol?
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Los caracoles son unos animales muy interesantes que es posible mantener en casa, por ejemplo, si nos encontramos con alguno con la concha dañada. Si es tu caso o, simplemente, quieres aprender más sobre estos moluscos, en este artículo de ExpertoAnimal te explicamos cómo criar un caracol en el hogar. No nos referimos a las explotaciones para el uso comercial de estos animales, sino a mantener un par de caracoles para observarlos, aprender de ellos y volver a liberarlos en su hábitat natural llegado el momento.
Criar caracoles para su explotación no es una práctica adecuada, es por ello que te animamos a reflexionar sobre ello si es lo que pretendes. En caso de querer mantener a un caracol por los motivos anteriores, sigue leyendo y descubre con nosotros cómo cuidar caracoles.
Características del caracol
Si estás interesado en cómo criar un caracol en tu hogar, lo primero es que conozcas cuáles son sus principales características. Los caracoles son moluscos gasterópodos muy comunes en las huertas. Hay varias especies de caracoles terrestres, siendo el más común el Helix aspersa. Son animales herbívoros que se alimentan de vegetales que roen utilizando una parte de su anatomía denominada rádula. En ella se encuentran unos 40 000 dientes diminutos y curvados hacia atrás. Al avanzar el caracol los frota contra el maxilar superior, que también está dentado. Con este mecanismo se consigue la trituración de los alimentos. Las partículas alimenticias son procesadas gracias a la acción química de las secreciones que excretan las glándulas salivales en la cavidad bucal.
Sin embargo, su característica más destacada es su concha de carbonato de calcio, que está formada por tres capas que resultan de la secreción de unas glándulas específicas. Dentro de la concha se alojan las vísceras. Cuando el caracol se siente en peligro, está en reposo o las condiciones del exterior son desfavorables, se retrae dentro de ella y se cierra con el denominado opérculo mucoso, que se endurece y forma una película sólida que mantiene protegido y húmedo al caracol. Además, para hibernar, cierra la concha con una especie de tapadera calcárea y porosa que pierde con la llegada de la temporada cálida. Si hay sequía en los meses cálidos, también puede paralizar su actividad.
Todo el cuerpo del caracol está cubierto de mucus. Este es producido por glándulas epidérmicas y una gran glándula mucosa que desemboca por debajo del orificio bucal. El mucus sirve para reducir el rozamiento, de forma que el caracol logra deslizarse suavemente por cualquier tipo de superficie, incluidas las más rugosas.
Por último, otra de las características del caracol más fácilmente reconocibles es sus particulares ojos retractables y situados en la punta de dos largos tentáculos. Así mismo, la visión de este animal es muy reducida, por lo que no distingue más que masas y luz.
¿Cómo crían los caracoles?
Otra característica muy conocida de los caracoles es que son hermafroditas, es decir, producen tanto espermatozoides como óvulos, pero no se autofecundan, por lo que deben aparearse. Poseen unos órganos sexuales que fabrican una especie de flechas o espículas de carbonato cálcico que se hunden en el cuerpo de la pareja durante el cortejo para estimular la reproducción. Esta suele tener lugar durante la noche. Tras la fecundación, el caracol deposita en un agujero que excava en el suelo unos 50-60 huevos, los cuales eclosionan a los 15 días. Puede poner huevos una vez al mes.
Los pequeños caracoles nacerán con una concha con un número reducido de espiras. La concha crece con el caracol. Al finalizar este crecimiento es cuando comienza a reproducirse. Su hábitat son los bosques claros de especies frondosas, los cultivos y los terrenos calcáreos. Su esperanza media de vida es de entre 2-3 años.
Si quieres saber más acerca de la reproducción de los caracoles, no te pierdas este artículo: "¿Cómo se reproducen los caracoles?".
El caracol como mascota
Los seres humanos se han dedicado a la cría de caracoles desde hace siglos. Se conoce con el nombre de helicicultura. Se considera un animal comestible, que viene consumiéndose desde la época de los romanos. Ellos ya los criaban para este fin y, además, les atribuían ciertas propiedades medicinales.
A continuación, vamos a explicar cómo criar iniciarse en la cría de caracoles en casa, pero no con fines comerciales o alimenticios, sino como animal de compañía. Puede ser una buena oportunidad para que los más pequeños de la casa aprendan más sobre los caracoles observándolos en directo. Además, si alojamos más de uno podremos presenciar su cortejo y su reproducción. Después podemos soltarlos en un ambiente adecuado, que tiene que ser su hábitat natural para no causar daños en el ecosistema, ya que pueden llegar a constituir una plaga para los cultivos. Devuélvelos siempre al lugar donde los has encontrado. Escoge un día cálido y déjalos en una zona donde puedan resguardarse. Mejor por la mañana para que aprovechen la humedad del rocío nocturno. Estos cuidados también sirven si nos encontramos un caracol en mal estado y queremos ayudarlo hasta que se recupere.
¿Cómo cuidar un caracol?
En este apartado te explicamos cómo criar caracoles en casa, en el sentido de cuidar. Verás que estos animales requieren pocas atenciones, tanto es así, que incluso pueden encargarse los niños, siempre bajo tu supervisión para garantizar el bienestar de los caracoles.
En primer lugar, prepara el terrario, que será el lugar en el que vivirá tu caracol o caracoles. Para ello, escoge un recipiente tipo acuario de cristal o de plástico, pero cerrado y, por supuesto, con orificios para la oxigenación. Unas medidas de 30x20x20 valen para un par de caracoles. Una vez seleccionado esto, ten en cuenta los siguientes consejos:
Ambiente ideal para caracoles
El ambiente húmedo y calizo es el más propicio para los caracoles. La humedad puede proporcionarse con pulverizaciones de agua tan frecuentes como se necesite para mantenerla. En este sentido, la humedad no debe descender del 65 %.
Por otro lado, la humedad tiene que ir acompañada de una buena ventilación para evitar el crecimiento de hongos.
Iluminación
Los caracoles domésticos también necesitan una buena iluminación, pero no sol directo. Estarán activos con temperaturas templadas y cálidas, alrededor de los 20 ºC.
Alimentación y sustrato para caracoles
El calcio es muy necesario en la dieta de los caracoles, ya que con él mantienen su concha en buen estado. Un ambiente y una alimentación deficientes pueden hacer que la concha sea demasiado fina o se rompa. Si estos daños son leves, es posible solucionarlos mejorando el manejo. Lesiones graves o el mantenimiento de unas malas condiciones de vida que no permitan que la concha se regenere ponen en peligro al caracol.
Como fuentes de calcio pueden aprovechar las rocas calizas que incluyamos en el sustrato. También podemos añadir cáscaras de huevo, huesos de sepia o, directamente, bloques de calcio. Basta con dejárselos a su alcance para que los ingieran a demanda y reponerlos cuando se acaben.
Ahora bien, ¿cuál es el sustrato ideal para caracoles? Como sustrato puedes utilizar los elementos del suelo típicos del lugar donde vivas, como unos 6 cm de tierra para que el caracol pueda enterrarse y poner huevos, piedras, hierbas, hojas o palos. Así mismo, ¡no olvides ponerle algún escondite!
En cuanto a la alimentación de los caracoles, estos animales se alimentan de vegetales y de frutas, como lechuga, escarola, acelga, brócoli, col, manzana, pera, plátano o zanahoria. Retira los restos en cuanto se estropeen y renueva los alimentos todos los días. Como dato curioso, podemos decir que los caracoles jóvenes prefieren las hojas, los mayores las frutas. Para más detalles, no te pierdas este otro artículo: "¿Qué comen los caracoles?".
Por último, hazte con un bebedero poco profundo donde colocarle agua, por ejemplo, sirve una tapa de cualquier bote.
Otros cuidados para caracoles
La higiene del recipiente es muy importante para criar caracoles correctamente, de manera que elimina las heces que localices a diario. Otros cuidados importantes son:
- Si tienes que manipular a un caracol, no lo hagas tirando de la concha, sino poniendo tu mano para que se suba y siempre tomando a la vez el caracol completo.
- Si tus caracoles ponen huevos los enterrarán y eclosionarán a partir de las 24 horas, en función de las condiciones climáticas. El primer alimento de los pequeños caracoles va a ser la cáscara de su propio huevo y de los que localicen a su alrededor todavía no eclosionados. A partir de ese momento, los cuidados son los mismos que los mencionados para los caracoles adultos. Hacia los dos años comenzarán a reproducirse.
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