¿Qué hace una gata cuando se le muere una cría?

Al igual que nos sucede a los humanos, las gatas hacen gala de un temperamento único y su reacción ante este hecho puede variar de unas a otras. Esto no es incompatible con lo que acabamos de adelantarte: las mininas están biológicamente programadas^[1] para dejarse guiar por su instinto de supervivencia. Este las avoca a afanarse en la protección y buena evolución de los gatitos, procurándoles calor, alimento, higiene y seguridad. Entonces, ¿qué hacen las gatas cuando se les muere una cría? Veámoslo:

• Tratar de reavivarla. Algunas gatas, cuando se percatan de que una cría no se mueve, no se alimenta o está más fría que el resto, sienten la pulsión de reavivarla lamiéndola con insistencia.
• Buscarla y maullar con insistencia. Otras, si la cría muerta ha sido retirada, seguirán el rastro de su olor por el nido y fuera de él tratando de dar con la cría. Al no hallarla, pueden inquietarse y no dejar de maullar durante varias horas. Este desasosiego suele remitir al cabo de pocas horas y la gata recupera el foco en atender a sus gatitos vivos.
• Comérsela. Es posible que al reparar en que no ha prosperado, por instinto, se la coma para aprovechar esos nutrientes y destinarlos al cuidado del resto de gatitos la camada. Igualmente, esta acción previene la proliferación de enfermedades infecciosas entre los cachorros. En este otro artículo explicamos más motivos de este comportamiento: "¿Por qué las gatas se comen a sus gatitos?".
• Apartarla. También por instinto, es probable que, en un primer momento, no se dé cuenta de que la cría no está viva y proceda como con el resto: cortará con los dientes el cordón umbilical y se comerá tanto la placenta como la bolsa que envuelve al gatito. A medida que se vaya enfriando puede que la rechace y la aparte, dejándola en uno de los extremos del nido. En ese momento (y solo entonces), deberías retirarla para evitar infecciones.
• Intensificar la atención al resto de la camada. Algunas gatas pueden estresarse y extremar las atenciones hacia sus crías supervivientes. Se mantienen en permanente alerta (descuidando sus horas de sueño), porque perciben cualquier estímulo como una posible amenaza para sus hijos.
• Desatender la camada. Otras, en cambio, pueden experimentar lo contrario y despreocuparse por completo de dar calor, amamantar, estar pendientes de la higiene y estimulación de los esfínteres de sus crías y de acompañarlas. Se mostrarán apáticas. No conviene regañarlas por su comportamiento. Especialmente las gatas primerizas se estresan con facilidad, por ejemplo, si la camada supera las 5 crías o si detectan una deformación en alguna de ellas. En este caso, te recomendamos consultar este post y, por supuesto, al veterinario: "Cuidados para gatos recién nacidos sin madre".

Pese a lo comentado hasta ahora, queremos transmitirte tranquilidad, ya que, por regla general, las gatas sanas, con un peso correcto y que cuentan con un espacio tranquilo, abordan el alumbramiento sin mayores problemas. Sin embargo, en ExpertoAnimal queremos facilitarte información de valor y, por ello, no podemos obviar que pueden presentarse ciertas anomalías durante la gestación o en el transcurso del parto. Ahondamos en ellas.

Una vez resulta la duda de qué hacen las gatas cuando se les muere una cría, es posible que quieras adelantarte a los acontecimientos y te preguntes "cómo saber si mi gata tiene gatitos muertos dentro". Pues bien, hay varias señales que te alertan de problemas de cara al parto o de un posible aborto:

• Tu gata expulsa un líquido marrón de olor fuerte y desagradable. Puede ser indiciario de una infección uterina o de la existencia de una cría muerta dentro.
• Tu gata tiene una hemorragia.
• Tu gata deja de mostrarse activa en el parto. Las razas braquicéfalas, como los persas y los exóticos, son proclives a la distocia o dificultad para alumbrar por el tamaño del cráneo de los gatitos. Acude sin demora al veterinario si han pasado 4 horas desde el nacimiento de una cría y la siguiente. Será obligado practicarle una cesárea.

No podemos sino solicitarte que lleves a tu gata al veterinario tanto antes como durante la gestación para que la explore, con una ecografía o una radiografía, la vacune y la desparasite. Si está en buenas condiciones de salud y le procuras un espacio tranquilo y una adecuada alimentación, no tienes de qué preocuparte. En el caso de que se presente alguna dificultad durante el alumbramiento, recurrir al especialista marcará la diferencia.

Si entendemos el sufrimiento como la imposibilidad de cumplir expectativas, tal y como lo experimentamos los humanos, no podemos afirmar que las gatas se entristezcan de ese modo y sufran por perder a una o a varias de sus crías. Como decimos, por instinto, su afán será sacar adelante a las supervivientes (si alguna no prospera, tenderán, antes o después, a dejarla a un lado para centrarse en el resto).

Sin embargo, sí se tienen evidencias^[2] de que algunos ejemplares llegan a deprimirse tras la pérdida de un compañero de vida (por ejemplo, otro gato), más si cabe si se trata de su tutor o humano de referencia. Si convives con un gato, ya conoces la capacidad que tienen para mostrar su afecto, lo que desmiente por completo su injustificada fama de animales ariscos, independientes e interesados.

En este otro artículo explicamos "Por qué los gatos quieren más a una persona".

Que de las 4-5 crías una nazca muerta o fallezca a los pocos días entra dentro de la normalidad. Lo que no es tan usual es que este hecho afecte a varias o a todas las crías. Si te topas con esta desagradable situación, no deberías demorar la visita al veterinario. Lo más probable es que los gatitos muertos fueran víctimas de un virus^[3] (como el herpesvirus), de una enfermedad congénita o de alguna complicación durante el parto.

Igual de importante es que el especialista examine a la gata para certificar que está bien. Extremar el aporte de nutrientes y la hidratación, así como ofrecerle un entorno seguro y tranquilo en el que se sienta acompañada, es lo idóneo para ayudarla a recuperarse de este trance. En el caso de que haya sobrevivido algún gatito, supervisa que su progenitora no lo ignora para mantenerlo calentito y alimentado. De lo contrario, deberás encargarte tú.

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