Celo en gatos - Macho y hembra



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¿Crees que tu gato está en periodo de celo? Es importante que sepas reconocer cuándo el animal se encuentra en este momento para, así, poder comprender su actitud y cuidarle con las atenciones que requiere. Ten en cuenta que el celo de un gato es distinto al de una gata, es por eso que a continuación te explicamos las diferentes características según el género para que consigas una mayor comprensión con tu mascota.
En este artículo de ExpertoAnimal queremos que aprendas todo sobre el celo de los gatos: las características, los síntomas y los cuidados requeridos.
El celo en gatas hembras
Comenzaremos hablando del celo en las gatas puesto que es el más complejo. Lo primero que debes saber es que los períodos de celo se suceden en ciertas épocas del año, momentos en los que la gata está predispuesta a ser fecundada por el macho para procrear. Pero no todo el año permitirán el encuentro sexual: tan solo cuando estén con el celo.
Una gata comienza a tener el primer celo hacia los 6 o los 9 meses y acaba a los 12 años, aproximadamente. Si tu gata es de raza pequeña seguramente comenzará de manera más temprana con el celo que las que son de raza grande o gigante (de hecho, estas razas de gatos pueden llegar a retrasar el celo hasta los 15 meses). Esto es así debido a que el desarrollo de las gatas de menor tamaño es mucho más rápido en general.
Una vez alcanzado el primer celo, mientras que las perras solo tienen un celo por estación del año, en el caso de las gatas esto es distinto y pueden tener más de un celo durante una misma época. Las gatas son poliéstricas estacionales, lo que quiere decir que pueden experimentar varios celos en una misma época debido a que se ven influenciados por la cantidad de luz diaria. Por este motivo, los meses de más calor y en los que la luz se marcha más tarde son los más propensos para que aparezca el celo (es decir, primavera y verano).
¿Cada cuánto tiempo entran en celo las gatas?
Durante esta época, la frecuencia del celo puede aumentar y aparecerse cada dos o tres semanas. Sin embargo, no existe ninguna norma básica que pueda ayudarnos a saber la frecuencia del celo en las gatas porque intervienen factores como los que te detallamos a continuación:
- Ya hemos dicho que la raza del felino tiene mucho que ver pero también influye el peso y la genética.
- También te hemos comentado que en las épocas de calor son más frecuentes los celos, esto es porque infieren aspectos como la luz y/o el clima.
- Las gatas también pueden experimentar el celo si están en contacto con otras que lo tengan; esto es porque se desprenden unas feromonas que pueden provocar la aparición del celo. También si existe la presencia de otros machos en la zona.
Fases del celo de las gatas
También es importante que conozcas las fases en las que se divide el celo en las gatas pues, a diferencia del de los gatos, el de ellas es mucho más concreto y se prepara para ser fecundada:
- Proestro: en esta etapa la gata se muestra más afectuosa de lo normal, empieza a vocalizar y a experimentar los primeros síntomas del celo, aunque no lo padece como tal.
- Estro o celo: en esta etapa, de duración variable, aunque generalmente alrededor de 5 u 8 días, la gata se muestra receptiva para la cópula. Es el momento en el que puede quedarse embarazada, por lo que debemos extremar las precauciones.
- Diestro o metaestro: en esta etapa la hembra deja de rechazar a los machos y si ha quedado preñada entra en estado de gestación. De no ser así, pasará unos días hasta que llegue al anestro, pero puede ocurrir que padezca un embarazo psicológico.
- Anestro: se trata de un período de inactividad sexual y puede durar entre 50 y 95 días, de forma aproximada.
Duración del celo de una gata
¿Cuánto dura el celo de una gata? El celo de una gata puede durar alrededor de una semana y aparecer cada 10 o 15 días aproximadamente.
El celo en gatos machos
El celo en los gatos machos es distinto al de las hembras pues, para empezar, es más tardío: comienza entre los 8 o 12 meses y termina alrededor de los 7 años. Tampoco presentan los ciclos de celo que acabamos de explicar, sino que el gato está preparado para aparearse durante todo el año.
Cuando detecta el olor que desprenden las hembras con el celo u oyen los gritos de llamada que lanzan, los gatos empiezan a iniciarse también en el celo con el deseo de encontrarse con ellas.
Aunque hemos apuntado que no hay ciclos de celo en los machos, sí que es cierto que durante los meses de invierno y otoño la libido es menor que cuando llega el buen tiempo. Esto es porque el factor ambiental también hace mella en los gatos aunque esto no quiere decir que si en esta época capta la señal de una gata, él no reaccione: lo hará pero en menor medida que si ocurre en verano.
¿Cuánto dura el celo de un gato macho?
El celo en gatos machos durará lo mismo que el celo de las gatas que haya a su alrededor. Puesto que un gato macho entra celo al detectar la presencia de una gata en este periodo, si vive rodeado de gatas en celo es normal que el macho esté constantemente mostrando síntomas de celo.
Síntomas de un gato en celo
Ahora que ya conoces algunas de las características del celo de los gatos, continuamos con los signos que te ayudarán a saber cuándo tu felino esté en celo. Estos síntomas son también distintos dependiendo del género sobre el que hablemos así que, a continuación, te los clasificamos según sea macho o hembra.
Síntomas del celo en los gatos macho
Cuando capte el olor o los gritos de una hembra en celo, el gato comenzará a experimentar los signos del celo que son reconocibles porque verás cómo están más nerviosos, empiezan a maullar de forma más insistente, pueden llegar incluso a temblar de la excitación.
También puedes notar que marca con orina zonas en las que no acostumbra a hacerlo, esto es porque está marcando territorio para dejar claro que esa hembra es suya. Y precisamente esta actitud tan territorial y de marcaje hace que el animal pueda tornarse un poco más agresivo con otros machos. De hecho, en gatos callejeros son comunes las peleas entre machos por hembras en celo.
Síntomas del celo en las gatas
A diferencia de lo que ocurre con las perras, las gatas no sangran cuando están preparadas para ser fecundadas. Durante este período es muy difícil ignorar los síntomas de una gata en celo: maullará mucho más de lo normal, a veces, incluso parecerá que está gritando y su voz puede llegar a confundirse con la de un niño pequeño.
Además, verás que empieza a frotarse y a revolcarse con todo y con todos, a restregarse por los muebles y a mostrar una actitud más cariñosa. Es también habitual que si acaricias a tu mascota en este período, veas cómo coloca su cuerpo de la manera en la que tendría que ponerse para recibir al macho. Puede ocurrir que también trate de escaparse de casa en busca de un macho.

¿Cómo es el maullido de un gato en celo?
En el apartado anterior hemos podido comprobar el maullido es uno de los síntomas de celo en gatos más reconocibles. Esto es así debido a que los gatos emiten un maullido muy diferente a los demás, puesto que estos animales cuentan con un lenguaje muy amplio y pueden emitir más de 100 vocalizaciones distintas. Centrándonos en este tipo de maullido, en las hembras es más similar a un grito profundo que denota desesperación, es un maullido largo, intenso y fuerte que tiene como objetivo captar la atención de los machos. En los gatos, los maullidos también son más intensos pero menos fuertes y más cortos. En ellos, es más común ver signos de nerviosismo y agresividad si hay otros machos, como ya hemos visto.
Cuidados de un gato en celo
Existen algunos cuidados de un gato en celo que debemos tener en cuenta, como prestarle más atención, pues está más sensible y necesita cariño. Además que, si te despistas, es probable que llegue a escaparse de casa para buscar un compañero de apareamiento, así que no le pierdas de vista. Juega con tu gato en celo, acarícialo, dale más mimos y atenciones y conseguirás que se sienta más tranquilo y atendido.
Para proteger a una gata en celo de los machos que acudirán a buscarla, desde ExpertoAnimal te recomendamos que cierres las ventanas y los balcones, pues el gato podría colarse o ella podría escaparse. Para cuidar a tu animal en estos momentos y conseguir que deje de sufrir, una buena manera es la esterilización o castración.
Existen muchas ventajas de esterilizar a un gato, empezando por el molesto celo, que les provoca estrés, ansiedad y frustración. También evitarás las escapadas y reducirás algunas conductas, como la agresividad o el marcaje reproductivo, aunque esto depende totalmente del momento en el que se lleve a cabo la cirugía. Si te estás planteando esterilizar o castrar a tu felino, no dudes en seguir en ExpertoAnimal para descubrir la mejor edad para castrar un gato macho o la mejor edad para castrar a una gata hembra.
Esta operación conlleva el riesgo natural que supone cualquier intervención quirúrgica, pero es imprescindible llevarlo a cabo si deseamos un mejor bienestar del animal y evitar algunos problemas de salud, como la piómetra o un embarazo psicológico.
¿Se puede esterilizar una gata en celo?
No es lo más recomendable esterilizar a una gata en celo, no obstante, todo dependerá del criterio del profesional. Algunos veterinarios prefieren esterilizar antes del primer celo para evitar que aparezcan los síntomas de este periodo, así como ciertos hábitos de conducta. De esta forma, sí es posible prevenir comportamientos como la agresividad o el marcaje. Por el contrario, si la gata es esterilizada siendo más mayor, es más complicado evitar conductas ya adquiridas.
¿Cuándo castrar a un gato macho?
Lo ideal es castrar al gato macho sobre los 5-6 meses de edad. Así, es mucho más sencillo que el felino no desarrolle los comportamientos relacionados con el ciclo reproductivo. Por supuesto, ni en hembras ni en machos la castración o esterilización impiden el desarrollo de otros comportamientos propios de la especie.
Si no se castra o esteriliza al gato cuando aún es cachorro, experimentará los signos de celo incluso después de la cirugía. De esta forma, si tu gato esterilizado está en celo debes saber que es algo normal cuando la intervención se realiza en ejemplares adultos. El felino seguirá percibiendo hembras en celo y mostrará los mismos síntomas que presentaba cuando aun no había sido castrado, solo que ahora no podrá dejar embarazada a ninguna gata.

¿Cómo calmar a una gata en celo?
La mejor forma de calmar a una gata en celo es evitando que este periodo se produzca mediante la castración o la esterilización. Ahora bien, si por el momento no es posible realizar la cirugía, puedes seguir estos consejos para tranquilizarla:
- Intenta evitar que entre en contacto con gatos machos para que no quiera captar su atención.
- Ofrécele mucho cariño y mimos para que se sienta atendida.
- Juega con ella para mantenerla entretenida.
Pastillas para el celo de las gatas
Existen pastillas inhibidoras de celo en gatas que actúan como método anticonceptivo, sin embargo, no son recomendables debido a los efectos secundarios que producen. Por ello, lo mejor es esterilizarlas o castrarlas.
¿Cómo calmar a un gato en celo?
Como ocurre con las hembras, lo más aconsejable es castrar o esterilizar al gato. Si no es posible, el mejor remedio casero para los gatos en celo es evitar que detecten a una gata en este periodo. Recuerda que los machos entran en celo tras percibir a una gata que lo está, de manera que si no perciben ninguna, no entrarán en celo.
Ahora bien, si ya está en celo porque ha olido alguna gata, puedes intentar calmarlo con feromonas sintéticas en difusor, jugando con él y mimándolo.
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- Stornelli, M. A. (2007). Particularidades fisiológicas de la reproducción en felinos.
- Vet Málaga VETSUMMIT. (2017). Esterilización: del mito a la realidad. Colegia Oficial de Veterinarios Málaga.