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Mi gato se excita conmigo - Causas y qué hacer

 
Eduarda Piamore
Por Eduarda Piamore, Técnica en psicología, educación y adiestramiento canino y felino. Actualizado: 2 julio 2024
Mi gato se excita conmigo - Causas y qué hacer
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Varios comportamientos instintivos de los gatos pueden ser malinterpretados por los humanos debido a las diferencias entre nuestros sistemas de comunicación y nuestros códigos de conducta social. En este sentido, algunas de las situaciones más embarazosas están relacionadas con la manifestación de conductas sexuales hacia individuos o recursos inapropiados según nuestro juicio. Casi siempre estas conductas se llevan a cabo a través de la monta o el intento de montar una persona o incluso un objeto. Y si alguna vez tu minino ha tratado de montarte, probablemente te has hecho preguntas como “por qué mi gato se excita conmigo” o “por qué mi gato me monta”.

Lo primero que debes tener en mente es que, si bien la monta muchas veces está asociada al deseo sexual y el instinto reproductivo en los gatos, también es una conducta que puede ser disparada por otros factores, como el estrés o incluso el dolor. Por ende, antes de creer que tu gato se excita propiamente contigo, es fundamental conocer un poco más sobre el comportamiento de los gatos. En este artículo de ExpertoAnimal, te ayudaremos a identificar cuándo un gato realmente muestra señales de excitación sexual y cuándo lleva a cabo conductas como la monta para satisfacer otro tipo de necesidades que no están directamente asociadas al instinto reproductivo. Sigue leyendo y descubre las causas y qué hacer.

Índice
  1. ¿Cómo saber si mi gato se excita conmigo?
  2. ¿Por qué mi gato se excita conmigo?
  3. ¿Qué hago si mi gato me monta y se excita conmigo?

¿Cómo saber si mi gato se excita conmigo?

Los gatos no se excitan con las personas, sino por iniciar el periodo fértil en las hembras y por detectar hembras en celo en el caso de los machos. La excitación sexual en los gatos está directamente relacionada con los ciclos reproductivos que popularmente conocemos como “celos”, aunque biológicamente este concepto va más allá de la expresión de comportamientos sexuales y del propio acto de apareamiento. En este sentido, además de la monta y la exposición del miembro sexual en los machos, hay otras señales que indican que un gato está excitado y estas pueden variar sutilmente de acuerdo con el sexo del individuo. Pero, insistimos, estas señales no manifiestan que tu gato se excita contigo, aunque algunas de ellas te impliquen directamente.

Señales en gatas

En las hembras, el celo es un ciclo más complejo que en los machos porque comprende diferentes fases, desde el proestro (cuando la gata ya muestra las primeras señales de celo, pero aún no es receptiva a la monta) hasta el anestro (donde la gata se vuelve sexualmente inactiva mientras se prepara para el próximo ciclo reproductivo). Cada una de esas fases supone diferentes fenómenos biológicos y hormonales en el organismo de la gata. En consecuencia, podemos observar señales comportamentales distintas.

Las hembras experimentarán su primer celo durante la pubertad, generalmente entre su sexto y noveno mes de vida. Los celos en las gatas siguen un patrón poliéstrico estacional, es decir, que una gata puede experimentar repetidos celos al año, siempre y cuando estén dadas las condiciones adecuadas (por ejemplo, la disponibilidad de luz solar). En términos generales, los principales síntomas de una gata en celo son:

  • Maullidos agudos, fuertes y prolongados, que tienden a intensificarse durante la noche o madrugada.
  • Frotarse por todos lados, incluso en tus piernas, y/o revolcarse contra el suelo.
  • Comportamiento más cariñoso. Tu gata te demandará más atención y mimos, principalmente durante las primeras fases del celo. También es posible que, cuando la acaricies, tu minina se posicione como si se preparara para la monta.
  • Exposición de los genitales. Una gata en celo tiende a levantar sus genitales para evidenciarlos.
  • Intensificación de los lamidos en la zona genital, que deriva de la inflamación de dichos órganos.
  • Receptividad. Durante el estro, las gatas en celo son receptivas a la monta, por lo que se mostrarán más interesadas en atraer a los machos e incluso en escaparse para aparearse.
  • Marcaje. Las gatas también marcan con orina y este comportamiento tiende a intensificarse durante el celo, con el objetivo de informar de su disponibilidad al apareamiento a los machos que se encuentren cerca.

¡Atención! A diferencia de las perras, las gatas en celo no sangran, por lo que esta no es una señal fiable para identificar cuándo tu gata está en un periodo fértil.

Señales en gatos machos

El celo en los gatos machos es bastante más sencillo porque su organismo no necesita prepararse para el desarrollo de un embarazo, como en el caso de las hembras. Básicamente, un gato macho, después de haber alcanzado la madurez sexual estará dispuesto a aparearse durante todo el año. Y la mayoría de los gatos machos se volverán sexualmente activos entre su 8º y 12º mes de vida, siendo más tardíos que las hembras.

Si bien un gato macho permanece fértil durante todo el año, la intensificación de los comportamientos relacionados al deseo sexual suele estar relacionado con la presencia de hembras sexualmente receptivas. Es decir, que siempre que tu gato perciba que hay una hembra fértil cerca de él, tenderá a estar más excitado y querrá ir al encuentro de una pareja para concretar la copula. ¿Cómo saber cuándo un gato está excitado? Las principales señales en los machos son:

  • Agitación. Un gato excitado no necesariamente querrá montar a su tutor, pero ciertamente tendrá un comportamiento más excitado o incluso nervioso. Al percibir la presencia de parejas sexuales, es muy probable que tu minino se muestre ansioso para salir y hasta puede llegar a temblar de la excitación.
  • Escapismo. Una de las principales razones por las que un gato se escapa de su hogar es para satisfacer su instinto reproductivo, o sea, para encontrarse con las parejas sexuales cuya presencia ya había detectado.
  • Maullidos insistentes. Los machos también tienden a maullar más frecuentemente y con más fuerza cuando están excitados, en especial durante la noche o madrugada, ya que, naturalmente, tienden a mantener hábitos crepusculares.
  • Intensificación del marcaje. Cuando un gato macho percibe que hay hembras fértiles, tiende a intensificar el marcaje, ya que esto le permite tanto reforzar la delimitación de su territorio y de los recursos allí presentes (incluyendo las hembras fértiles), como liberar feromonas que indican su disponibilidad para aparearse, atrayendo, así, a las parejas sexuales. Cabe recordar que tanto machos como hembras marcan y no lo hacen solo con orina, sino frotándose contra recursos y también con las personas. Aquí te contamos "Cómo marcan los gatos y por qué lo hacen".
  • Aumento de la agresividad intrasexual. Cuando dos o más gatos machos enteros comparten el mismo territorio, la presencia de una hembra fértil puede ser un disparador de conflictos. Instintivamente, el macho querrá asegurar el acceso a un recurso tan precioso, como lo es una pareja sexual, y eso puede llevarlo a pelearse con otros machos con mucha frecuencia. Y no es necesario que la hembra en cuestión conviva con los gatos machos en el mismo hogar, ya que las feromonas sexuales que las gatas liberan para indicar su disponibilidad sexual pueden ser percibidas a varios metros de distancia por el poderoso olfato felino.

Si quieres seguir profundizando en este tema, no dejes de leer nuestro artículo “Celo en gatos - Machos y hembras”. Pero, ahora, tratemos de identificar si tu gato está excitado contigo o si su comportamiento se debe a otra causa.

Mi gato se excita conmigo - Causas y qué hacer - ¿Cómo saber si mi gato se excita conmigo?

¿Por qué mi gato se excita conmigo?

El disparador de la excitación en los gatos machos es la identificación de una hembra fértil en su entorno, algo que es posible porque las gatas liberan ciertas feromonas cuando están en la fase receptiva del celo para indicar su disponibilidad al apareamiento. Las feromonas son unos compuestos químicos que los seres vivos producen con la finalidad de generar diferentes tipos de respuestas en el organismo de sus congéneres. Muchos animales e incluso algunas plantas segregan feromonas, pero estas actúan únicamente en la comunicación intraespecie (dentro de la misma especie). Por ende, ni las feromonas sexuales liberadas por los humanos (¡cuya existencia sigue generando mucha controversia!) ni el olor de la menstruación de una mujer debería ser un factor de excitación sexual para los gatos, ya sean machos o hembras.

Además, un comportamiento inadecuado de monta se debe, muchas veces, a factores externos al propio desarrollo sexual del gato, los cuales pueden llegar a ser patológicos, pero que no tienen que ver con un interés sexual dirigido hacia los humanos. Es decir que, si tu gato te monta o intenta montarte, es más probable que esto indique un problema en su organismo o estilo de vida.

Hechas estas aclaraciones, veamos cuáles son esos factores que pueden hacer que tu gato quiera montarte:

Estrés

Lamentablemente, esta sí es una causa muy común de trastornos de conducta en los gatos, independiente de su sexo o edad. Un gato estresado tiene mucha tensión acumulada y, tarde o temprano, hará lo que esté a su alcance para descargarla y sentirse mejor. El resultado puede ser la manifestación de conductas destructivas, una repetición incesante de ciertos comportamientos instintivos, como la monta, y en casos más severos, un incremento de la agresividad.

Estudios también apuntan a que el estrés en gatos interfiere con la libido, la fertilidad, el desarrollo del embarazo y el parto. Además, un gato estresado estará más predispuesto a la agresión sexual, la cual se presenta casi exclusivamente en los machos y se caracteriza por la monta sobre otro animal o sobre los antebrazos y piernas de personas. En estos casos, el macho sujeta y muerde el miembro elegido y realiza el empuje pélvico similar al observado durante la monta, mientras gruñe. En consecuencia, la persona puede salir lastimada.

Causas patológicas

En este caso, el movimiento de empuje pélvico similar al que se observa cuando se aparean los gatos no proviene de una excitación sexual, sino de las siguientes causas patológicas:

  • Necesidad de aliviar un dolor o una sensación desagradable (por ejemplo, picor o ardor asociados a una inflamación), principalmente cuando estos síntomas se concentran en el tracto urinario o en los propios genitales del animal.
  • Excesiva producción de hormonas sexuales en gatos con problemas en las glándulas suprarrenales, la cual podría conllevar a una intensificación de los comportamientos asociados al deseo sexual, como la monta y el marcaje.

En ambos contextos, es muy probable que veamos otras señales de que el gato está enfermo o tiene dolor. Y el primer paso es acudir al veterinario para descartar cualquier problema de salud que pueda estar alterando su conducta habitual, llevándote a pensar que tu gato se excita contigo.

Mala socialización

Un gato que no ha sido socializado correctamente es más propenso a desarrollar conductas inapropiadas en sus interacciones con otros individuos. A nivel comportamental, esto se puede traducir desde querer montar a alguien para aliviar el exceso de excitación (que puede ser causado por un estímulo sexual, pero también por un juego muy intenso u otro contexto que genere ansiedad o entusiasmo en el gato), hasta adoptar una postura defensiva o agresiva ante la llegada de cualquier individuo desconocido al hogar (por ejemplo, un amigo o familiar que viene a visitarte).

Satisfacción sexual

Si bien este comportamiento es más común en los perros, algunos gatos, de hecho, pueden recurrir a recursos extraños para satisfacer su necesidad de aparearse. Y, eventualmente, este recurso puede ser alguna parte del cuerpo de su tutor, en especial sus brazos o piernas. El disparador de esa excitación sexual sigue siendo la identificación de una gata fértil, pero dada la imposibilidad de alcanzarla, el gato recurre a lo que esté a su alcance y que resulte mínimamente funcional para montar.

También puede suceder que el gato se muestre excitado con su tutor o tutora por percibir en él o ella los olores de una gata fértil. Por ejemplo, si de camino a casa paras para acariciar a una gata callejera en celo, o si visitas a un amigo o familiar que tiene una gata que está sexualmente receptiva y ella se frota contra ti, es posible que, al regresar a tu hogar, tu minino perciba cierto olor residual que puede llegar a despertar su deseo sexual. No es una situación común, pero tampoco es imposible.

En ambos casos, tu gato no está excitado propiamente contigo, sino que ocasionalmente te ha elegido como una vía alternativa de satisfacción, dada la ausencia de su real objeto de deseo: la gata fértil. Recordemos que ese estado de sobreexcitación, cuando se prolonga en el tiempo, puede volverse muy incómodo o estresante para el gato, que está constantemente ansioso en la búsqueda de satisfacer una necesidad de su organismo. Por ende, aliviar esta tensión sexual termina siendo importante para recuperar cierto equilibrio emocional.

Costumbre adquirida

¿Tu gato castrado te monta? Es muy raro que la permanencia de comportamientos sexuales se deba a problemas durante el procedimiento quirúrgico de la castración. En gran parte de los casos, eso se debe a que el gato ha sido castrado tardíamente y ya había asimilado estas conductas (monta, marcaje, escapismo, etc.) como parte de su comportamiento.

Mi gato se excita conmigo - Causas y qué hacer - ¿Por qué mi gato se excita conmigo?

¿Qué hago si mi gato me monta y se excita conmigo?

Lo primero siempre será acudir al veterinario para descartar cualquier causa patológica y, de ser necesario, dar inicio a un tratamiento. Solo después de asegurarte de que tu minino está sano, podrás empezar a evaluar otras explicaciones para su comportamiento.

En segundo lugar, debes tener en mente que los gatos desconocen los principios morales que nortean gran parte de los códigos de conducta social de los humanos. La “moral” y el “pudor” son conceptos creados por el humano y solo pueden ser aplicados en la comprensión del comportamiento y de las relaciones humanas. Cuando un gato lleva a cabo una conducta o acción que puede resultarnos embarazosa, es con el sencillo propósito de suplir una necesidad, por lo que no es apropiado someterlo a ningún tipo de juicio moral ni mucho menos a regaños o castigos por expresar los instintos inherentes a su naturaleza.

En lugar de regañar a tu gato o castigarlo, invierte en las siguientes estrategias que sí serán eficientes para evitar que se excite contigo y quiera montarte (pero recuerda que tú no eres el objeto de su excitación):

Reduce el estrés

La mejor estrategia preventiva consiste en eliminar o minimizar la presencia de fuentes de estrés en el entorno del gato. Con este propósito, lo primero que deberías tener en cuenta es la importancia de enriquecer el entorno de tu minino con juguetes interactivos o tradicionales, rascadores, estímulos olfativos (por ejemplo, la hierba gatera), plataformas aéreas y otros recursos que despierten su curiosidad, motivándolo a ejercitarse y poner a prueba sus sentidos, así como le permitan expresar sus comportamientos instintivos de una manera segura. En ExpertoAnimal, te explicamos qué es y cómo implementarlo en tu hogar: "Todo sobre el enriquecimiento ambiental para gatos".

También es muy importante que dediques algo de tiempo cada día a jugar con tu gato y demostrarle cuánto lo quieres. Aprovecha para presentarle juegos de inteligencia y actividades que simulan el contexto de una cacería, siempre utilizando los recursos más apropiados para tal fin.

No obstante, hay muchas otras circunstancias que pueden resultar estresantes para nuestros mininos, como los cambios repentinos en su entorno o rutina, la llegada de un nuevo miembro a la familia, la exposición a estímulos muy fuertes, y otras cosas que los gatos odian de los humanos. Para conocerlas en detalle y aprender cómo atenuarlas, no dudes en consultar nuestro artículo sobre “El estrés en gatos: síntomas y tratamiento”.

Socializa a tu gato

El proceso de socialización del gato permite la asimilación de un mayor número de recursos para gestionar sus emociones y la forma de relacionarse con su entorno. Un gato que es socializado temprana y adecuadamente tiene la oportunidad de aprender cómo interactuar de forma más armoniosa con otros individuos, ya sean gatos, perros o personas, y estará más preparado para reaccionar a la medida de las circunstancias, siendo menos probable que reaccione exageradamente ante estímulos desconocidos o circunstancias adversas.

Lo ideal es que un gato empiece a ser socializado desde cachorro, preferiblemente entre su segunda y séptima semana de vida, que es cuando tiene lugar el llamado “periodo sensible de socialización”, durante el cual debería producirse el reconocimiento de las especies amigas. No obstante, la socialización de los gatos adultos también es posible, siempre con paciencia y afecto, y aquí encuentras varios consejos valiosos: "Cómo socializar a un gato adulto".

Evalúa los beneficios de la castración

Si bien tanto la castración como la esterilización sean eficientes como métodos de control reproductivo en los gatos, se tratan de procedimientos quirúrgicos distintos y solo uno de ellas – la castración – resulta eficiente en la atenuación de conductas asociados al deseo sexual y el instinto reproductivo. Eso es así porque castrar a un gato supone extirpar los órganos responsables de producir y segregar las hormonas sexuales que activan dichos comportamientos en machos y hembras.

Estudios apuntan a que la castración reduce la monta, el marcaje con orina, el vagabundeo y la agresión intrasexual entre gatos machos en un 80 o 90 % de los casos. Los mismos efectos se observan entre las hembras, con una significativa reducción de la incidencia de conductas agresivas y sexuales.

Respecto a cuál sería la edad ideal para castrar a un gato, puede variar en función de la raza, el sexo, la condición de salud y el tamaño de cada individuo, así como de los factores ambientales que podrían inducir o retardar el primer celo en machos y hembras. En la actualidad, existe un consenso sobre que la castración temprana es más eficiente para prevenir no solo la asimilación de los comportamientos sexuales como parte de la rutina, sino también una serie de enfermedades con alta tasa de mortalidad que suelen afectar el tracto reproductivo de los gatos, o bien estar relacionadas con las hormonas sexuales. De hecho, en España es obligatoria en gatos antes de cumplir los seis meses de edad.

No obstante, como se ha observado que la castración a una muy temprana edad puede favorecer el desarrollo de trastornos de conducta relacionados a la timidez, la inseguridad y el miedo excesivo, no se recomienda castrar a un gato antes de los cuatro meses de edad. Para profundizar en los pros y los contras de la castración en gatos machos y hembras, te invitamos a leer nuestro artículo: “Castrar gatos: precio, consecuencias y procedimiento”.

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Bibliografía
  • GEMCA (2021). El efecto de la gonadectomía sobre la conducta en la especie canina y felina. Disponible para consulta en: https://gemca.org/wordpress/el-efecto-de-la-gonadectomia-sobre-la-conducta-en-la-especie-canina-y-felina/
  • Millard, R. P., Pickens, E. H., & Wells, K. L. (2009). Excessive production of sex hormones in a cat with an adrenocortical tumor. Journal of the American Veterinary Medical Association, 234(4), 505-508.
  • Tornelli, M. A. (2007). Particularidades fisiológicas de la reproducción en felinos.
  • Universidad Santo Tomas de Chile (2016). Etología Clínica Veterinaria del Gato. Guía práctica de abordaje para médicos veterinarios.
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