5 síntomas de que un conejo se va a morir

¿Cómo saber si un conejo está a punto de morir? Uno de los síntomas más evidentes es que el animal no muestra interés por la comida y el agua. ¿Tu conejo no come heno? Debes saber que la falta de apetito puede estar causada por distintas patologías, como la sarna, las malformaciones dentales o la acumulación de bolas de pelo en el estómago. No obstante, los conejos necesitan consumir heno de forma muy regular y beber agua para hidratarse, de no ser así, lo más probable es que fallezcan.

Otros signos que nos indican que un conejo está a punto de fallecer son la inactividad y la apatía, también frecuentes en cuadros de estrés en los conejos. En cualquier caso, cuando el cambio de comportamiento es muy radical y el conejo no es capaz de levantarse, debemos ser conscientes de que algo no marcha bien. Le procuraremos un espacio cómodo y blando, alejado de los ruidos y el calor, mientras contactamos con nuestro veterinario de confianza.

Cuando un conejo está próximo a la muerte, los signos vitales están muy alterados, pudiéndose observar respiración entrecortada o una temperatura más baja de lo habitual. Pero, ¿cómo saber cuáles son los signos vitales de un conejo? Debemos prestar atención a los valores de un conejo adulto sano para poder compararlos con nuestro propio conejo:

• Temperatura corporal: lo habitual es que se encuentre entre los 38 ºC y los 40 ^oC.
• Frecuencia cardíaca: oscila entre los 180 y los 250 latidos por minuto.
• Frecuencia respiratoria: entre 30 y 60 respiraciones por minuto.
• Tiempo de relleno capilar: consiste en observar cuántos segundos tarda en recuperar el color normal una mucosa tras ser presionada. Puedes probar con delicadeza en la mucosa de las encías, que no debería tardar más de 2 segundos en volver a adquirir su color normal. Así mismo, si observamos las mucosas de color azul, amarillo o blanco es que nuestro conejo está enfermo.

Cuando se presentan uno o varios de estos signos, lo más recomendable es acudir al veterinario de forma urgente.

Cualquier animal que esté próximo a la muerte muestra cambios de conducta evidentes, ya estén causados por el dolor de una patología o por la vejez. Podemos observar comportamientos muy variables, desde miedo hasta agresividad. Además, pocos minutos antes de morir, el conejo suele liberar sus esfínteres, orinando y defecando en cualquier lugar.

En el momento del fallecimiento, la respiración del conejo se altera, iniciándose así los últimos estertores. El conejo empezará a respirar de forma agitada y, quizás, entrecortada, a la vez que su pulso cada vez es más lento. También es posible que adquiera rigidez en la mandíbula y que experimente algunos temblores. Es importante que en este momento estés junto a tu conejo, para que pueda estar tranquilo a tu lado.

No es fácil gestionar un momento tan delicado, sabiendo que el conejo se está muriendo, no obstante, es importante conservar la calma, principalmente para evitar que el pequeño lagomorfo no se muestre especialmente nervioso o ansioso en este momento tan sensible. Se deben evitar los ruidos fuertes, el estrés y una manipulación excesiva.

Lo ideal es actuar con suavidad y tacto, acariciando al animal para tratar de relajarlo en todo momento. Si nos sentimos incómodos, asustados o especialmente alterados, lo ideal es pedir ayuda a un miembro de nuestra familia para que, en sus últimos momentos, se pueda sentir acompañado.

Es difícil aceptar que una mascota muere, por lo que muchas veces quedan dudas sobre si realmente ha fallecido, está inmersa en un estado de sopor e, incluso, si se encuentra durmiendo o muy débil.

Sin embargo, es cuestión de reconocer los signos para cerciorarte de si tu mascota ha fallecido o no. En primer lugar, ¿cómo se ha comportado minutos antes? Si percibes que ha dejado de moverse y respirar, sus esfínteres se han liberado y hay una nula respuesta en el tiempo de relleno capilar, entonces tu conejo está muerto.

Para cerciorarte, revísalo de forma delicada en busca de latidos o algún otro signo vital. Si no te sientes convencido, acude a tu veterinario de inmediato.

El fallecimiento de un conejo es un proceso muy doloroso, pero debes comprender que se trata de algo natural. Tras la muerte, es momento de decidir qué hacer con el cuerpo de tu pequeño amigo. Debemos acudir a una clínica u hospital veterinario para que incineren su cuerpo, aunque también puedes contactar directamente mediante vía telefónica con una funeraria de animales, un procedimiento que suele ser ligeramente más económico.

Es muy importante señalar que jamás debemos tirar el cadáver a la basura, pues puede provocar la transmisión de enfermedades y parásitos al medio. Finalmente, podríamos enterrar al animal en algún lugar especial, pero lo más aconsejable es actuar de forma responsable y acudir a un veterinario o una funeraria.

Para terminar, queremos recordar que cuando fallece una mascota es normal atravesar un período de luto y duelo. Siéntete libre de expresar tu dolor y darte el tiempo necesario para superar la muerte de tu mascota. Por otro lado, no olvides que los niños también deben ser ser conscientes de lo sucedido, por ello, en ExpertoAnimal contamos con la ayuda de nuestra psicóloga, que te enseña cómo explicar a un niño la muerte de su mascota.

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