Diamante mandarín
El diamante mandarín es también conocido como pinzón cebra y es originario de Australia. En los últimos 5 años la tenencia de esta ave se ha popularizado debido al fácil mantenimiento y a la alegría que transmiten dentro del hogar. También es común la cría de estas aves pues su reproducción es muy sencilla.
Según la zona donde habita, el tamaño de esta ave puede ser mayor o menor y se encuentra prácticamente en todo el mundo debido a la gran cantidad de seguidores de esta maravillosa especie de pájaro. Sigue leyendo para saberlo todo los finches más adorables.
- Oceania
- Australia
Apariencia Física
Se trata de una ave de tamaño muy pequeño que suele medir entre 10 y 12 centímetros de longitud y alcanza los 12 gramos de peso aproximado. El pico del diamante mandarín es corto y compacto, adaptado a comer semillas varias.
El diformismo sexual es evidente en esta especie de ave ya que los machos muestran las mejillas de color mientras que las hembras tienen un plumaje más sencillo. Prácticamente todas las variaciones de color muestran este diformismo exceptuando los diamantes mandarines de color blanco completo.
Debido a la gran cantidad de criadores amateurs existen muchísimas variedades de mutaciones que dan lugar a especímenes muy hermosos y singulares. Es imposible clasificarlos a todos pero sí podemos hacer un resumen de los más conocidos:
- Gris común: La mayor parte del cuerpo es de color gris aunque el cuello y la cola muestran unas características rayas negras, de ahí el nombre de Zebra Fich. Al final de las alas muestra un plumaje marrón y moteado. Todo el vientre es blanco.
La hembra de gris común es completamente gris con el vientre blanco. Solo muestra el moteado cebra en la cola y una lagrima negra debajo del ojo.
- Mejillas negras: Como bien su nombre indica, este ejemplar destaca por sus mejillas negras. Solo los machos evidencian este fenómeno aunque en casos contados algunas hembras también lo muestran.
- Masqué: Es una variedad que muestra un plumaje blanco y marrón. Las zonas de manchas pueden variar en las alas, la parte superior del cuerpo o la cabeza. Las rallas de la cola también suelen ser marrón aunque también las encontramos de color negro. Los ejemplares masqué pueden ser muy variados y singulares, presentando el moteado habitual o no en las plumas de las alas.
- Blanco: Existen diamantes mandarines completamente blancos. En este caso es muy difícil determinar el sexo y para determinarlo nos guiaremos por el color del pico, mas rojizo en los machos y más naranja en el caso de las hembras.
Comportamiento
Los diamantes mandarines son aves muy sociables que viven en grandes colonias que favorecen su supervivencia. Les encanta relacionarse y comunicarse, por ese motivo, tener a un diamante mandarín solo es una tristeza para ellos, que no pueden disfrutar de los de su misma especie.
Si quieres tener a varios mandarines en una jaula grande o voladera te recomendamos mezclar varias hembras ya que tendrán un comportamiento positivo y amigable entre ellas. Si quieres disfrutar de la presencia de uno o dos machos te aconsejamos que tengas a varias hembras por cada macho, sino puede derivar en actitudes de rivalidad. Es importante destacar que tener simplemente a una pareja puede agotar a la hembra, que se verá constantemente forzada por el macho a reproducirse.
Son aves muy parlanchinas, especialmente los machos, que se pasarán todo el día canturreando y relacionándose con sus compañeros e incluso contigo. Aunque son aves algo asustadizas si las adoptamos ya en la etapa adulta, los diamantes mandarines con el tiempo se acostumbran a quienes les dan de comer y les cuidan. Repondrán a tus silbidos sin dudarlo.
Como ya hemos comentado anteriormente, el diamante mandarín se reproduce con mucha facilidad y regularidad. Son muchas aquellas personas que los crían por placer ya que es todo un ritual observar cómo hacen el nido y lo sacan adelante conjuntamente. Por lo general hablamos de una especie que es muy fiel a su pareja.
Cuidados
El diamante mandarín es un ave que, aunque tenga un tamaño reducido, adora volar y necesita espacio. Hazte con una jaula grande, preferiblemente horizontal: de 1 metro x 70 centímetros es totalmente aceptable.
En la jaula debes disponer unos utensilios varios como palos o ramas, que encontrarás comercios habituales, existen ramas árboles frutales muy bonitas que además de decorar tu jaula harán de ella un lugar único para tus mandarines. El hueso de jibia no puede faltar ya que les aporta calcio, súper necesario.
También dispondrás comederos y bebederos, siempre frescos y limpios.
Además de sus necesidades básicas, es importante que tengan sus momentos de diversión, por eso, puedes dejarles a su alcance espejos y juguetes. El agua es otra fuente de diversión ya que el diamante mandarín adora limpiarse. Hazte con una piscina o un pequeño recipiente, ellos se mojarán y disfrutarán, y además prevendrás la aparición de ácaros y piojos.
La alimentación del diamante mandarín es muy sencilla, bastará que tenga a su disposición semillas especiales, que encontrarás en cualquier comercio. Deberán contener un 60% de alpiste, un 30% de mijo y un 10% entre lino, colza, cáñamo y nigeriana. Incluir yema de huevo de vez en cuando les proporcionará energía extra y vitalidad en el plumaje, recuerda que debes retirarlo cuando pase un rato. Puedes darles alfalfa, que les encanta, la devorarán en nada y menos.
Darle fruta es muy importante, para ello, prueba de dejarle trozos pequeños de distintos tipos como naranja, manzana o pera, ¡descubre que es lo que más le gusta a tu diamante mandarín! Finalmente, como premio también puedes dejar a su alcance pasta de cría insectívora o directamente insectos varios, solo de vez en cuando.
Interactúa con tu diamante mandarín para que te conozca y disfrute contigo. Háblale, pónle musica o sílbale y disfruta de observarlo cada día, pues tienen un nivel de energía alto que resulta adorable para los amantes de los pájaros.
Salud
Es importante que te fijes en el diamante mandarín a menudo para que tuviese un problema de salud, a continuación te detallamos los más comunes:
- Huevo atascado: Si estás criando diamantes mandarines esto puede sucederte, y se trata de un problema grave, pues la hembra puede morir. Verás que se trata de un huevo atascado porque tiene el abdomen abultado y emite sonidos lastimeros y débiles. Cógela con cuidado y hazle un pequeño masaje en la zona del huevo para que pueda expulsarlo. Si no sucede llévala de inmediato al veterinario.
- Fractura de la pata: Si observas que tu diamante tiene la pata fracturada (no rota) deberás alcanzarlo e inmovilizarsela con dos varillas y una gasa, en dos semanas debería curarse sin problema. Vigila por qué ha sucedido y si es problema de la jaula, cámbiala.
- Anemia: Las carencias alimenticias se traducen en esta enfermedad. Podrás identificarlo por una decoloración del pico o las patas. Varía su dieta y ofrécele distintos alimentos.
- Cloacitis: Consiste en una inflamación de la cloaca, más común en las hembras ponedoras. Límpia la zona y aplica una pomada a base de óxido y cinc, además ofrécele más variedad en su dieta.
- Acariosis: Es la aparición de ácaros y piojos. Evita este problema poniendo una piscina en la jaula de tu diamante para que se bañe a menudo, además, en las tiendas de mascotas encontrarás spray antiparásitos para solucionar el problema.
- Crecimiento anormal del pico: En este caso hablamos de una consecuencia de la falta de hueso de jibia. Puede provocar carencias en su alimentación. Desmenuza la jibia y déjala a su alcance para que poco a poco se solucione solo el problema.
Evita enfermedades como la bronquitis y la acarosis en las patas manteniendo a tu diamante mandarín en un ambiente limpio y seco, sin humedades ni corrientes de aire, tampoco es aconsejable el contacto directo con el sol.
Curiosidades
- Los diamantes mandarines aprenden a cantar imitando el sonido que hacen sus padres o compañeros adultos, reproducen un sonido muy similar al que oyen, por ese motivo, el canto del diamante mandarían tiene miles de posibilidades.