Gato de la jungla (Felis chaus)

El gato de la jungla es conocido, también, como gato de los pantanos o chaus. En esta especie se pueden encontrar algunas diferencias morfológicas, sin embargo, los rasgos generales que caracterizan al gato de la jungla son los siguientes:

• El tamaño del gato de la jungla se sitúa, en promedio, en los 0,70 m de largo y 0,35 m de alto hasta la cruz.
• El peso puede variar entre 4 y hasta 16 kg. Las diferencias en masa se relacionan con el área de desarrollo, lo cual a su vez está definido por la disponibilidad de alimento y la competencia entre los animales. Los machos son más grandes y pesados que las hembras.
• Su cara es alargada y delgada, con unas líneas blancas tanto por encima como por debajo de los ojos. Además, hay una mancha oscura debajo de cada ojo.
• Los ojos son de color amarillo brillante.
• Las orejas son alargadas pero redondeadas, con un mechón de pelo en la punta.
• La cola es relativamente corta, con varios anillos en su extensión y la punta negra.

Colores del gato de la jungla

Un aspecto variable en el gato de la jungla es el pelaje, el cual puede ser marrón rojizo, arenoso o gris leonado. No obstante, también hay reportes de individuos blancos y negros. El color del hocico, garganta y vientre es crema pálido. Un dato curiosos sobre la especie es que en invierno el color del pelaje es más oscuro y denso que en verano.

Por otro lado, al nacer, los gatos bebés pueden tener algunas rayas o manchas, pero estas se pierden a medida que crecen, permaneciendo solo en las patas.

El gato de la jungla es nativo de un área geográfica muy amplia, pues abarca algunas partes del Medio Oriente, Asia del Sur y el sureste de Asia. A pesar del nombre, esta especie realmente no está relacionada con las junglas o selvas tropicales. El gato de la jungla o chaus habita desde humedales con densas capas de cubierta vegetal, como pantanos con juncos, marismas, zonas litorales, ribereñas y matorrales, hasta el desierto, encontrándose cerca de los oasis o en los lechos de los ríos, pastizales, bosques arbustivos, caducifolios o húmedos.

La especie no se ha reportado en selvas tropicales y bosques con doseles cerrados, por lo que se considera ausente en este tipo de hábitats. Es posible que transite en áreas agrícolas pero con baja presencia humana y que tengan parches de matorrales. También, en algunas zonas ha demostrado tener cierta tolerancia a la presencia de personas, por lo que se ha introducido en áreas urbanas.

El gato de la jungla es una especie de costumbres solitarias, excepto durante la época reproductiva. Aunque su actividad principal es nocturna, no es estrictamente nocturno. Su preferencia de actividad es al anochecer, cuando se moviliza entre unos 5 y 6 km diariamente.

Suele pasar el día en zonas con cobertura vegetal densa, aunque también le gusta posarse al sol en la época de invierno. Una particularidad del gato de la jungla es que no le teme al agua, como sí sucede en muchos otros gatos. De hecho, es buen nadador y puede incluso cazar dentro del agua. En este otro artículo te explicamos "Por qué los gatos odian el agua".

La esperanza de vida del gato de la jungla en la naturaleza es de 12 a 14 años.

La época reproductiva del gato de la jungla está precedida por una fuerte vocalización de maullidos y peleas entre los machos, aunque las hembras también maúllan fuertemente cuando entran en celo para atraer a posibles parejas. Marcar con orina la zona es otra estrategia de comunicación antes del apareamiento.

Tanto machos como hembras tienen múltiples parejas a lo largo de su vida. La reproducción ocurre dos veces al año, pero la temporada varía según la región. Cada hembra tiene una camada de entre 3 y 6 gatos, los cuales son relativamente grandes al nacer, pesando unos 136 g, y crecen alrededor de 22 g por día. Aunque son amamantados hasta los 90 días aproximadamente, cerca del día 50 ya empiezan a comer alimentos sólidos. La independencia ocurre entre los meses 8 y 9.

Mientras ocurre la cría de los cachorros, se conforman familias formadas por ambos padres, pero los machos solo se limitan a la defensa territorial, mientras que la madre se encarga del cuidado directo de los pequeños gatos de la jungla.

La UICN clasifica al gato de la jungla como de "menor preocupación". Sin embargo, no está libre de amenazas, ya que la destrucción del hábitat, causada principalmente por la urbanización, industrialización y desarrollo agrícola, aumenta de manera exponencial el descenso poblacional de la especie. La contaminación, la caza ilegal y la comercialización también son factores que afectan de manera importante al gato de chaus.

Se han implementado algunas prohibiciones de caza en ciertas zonas y se ha incluido en el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. No obstante, es esencial establecer más medidas de protección de la especie para evitar su extinción en un futuro. Conoce este otro artículo "Cómo ayudar a los animales en peligro de extinción".