Gordon setter o setter escocés

El gordon setter, setter gordon o setter escocés es un perro originario de Escocia, cuya aparición se remonta al año 1620 cuando ya se nombraba un perro “negro y leonado”. Se piensa que se originó gracias a razas como el perdiguero de Burgos, los collies, el sabueso de San Huberto y otras razas antiguas del perro spaniel, siendo destinado para la caza de urugallos, faisanes, perdices y otras aves.

Este perro debe su nombre al cuarto duque de Gordon porque decidió que la raza fuese establecida de forma oficial en su castillo de Banffshire de Escocia en 1827.

Si quieres conocer más en profundidad las razas escocesas, no te pierdas este otro artículo con las Razas de perros escoceses.

El setter gordon es un perro de tamaño mediano a grande, con una altura de 58-68 cm y un peso de entre 22 y 34 kg. Es un perro bien proporcionado, con un cuerpo robusto y fuerte, que presenta las siguientes características físicas:

• Cabeza alta con cráneo bien desarrollado.
• Mandíbula regular y fuerte.
• Ojos almendrados de tamaño proporcionado y de brillante color marrón oscuro.
• Hocico largo y de forma cuadrada.
• Trufa de color negro.
• Orejas caídas, medianas y finas.
• Cuerpo de media longitud.
• Pecho amplio con costillas arqueadas.
• Espalda fuerte y corta.
• Cola muy poblada y de mediano tamaño, recta o algo curvada.

Colores del setter escocés

El pelo de los setters escoceses es suave, abundante y brillante, liso o algo ondulado en zonas como la cola, las orejas y el vientre. Es corto en zonas como la parte de arriba de la cabeza y las partes delanteras de las patas, y largo en la parte de arriba de las orejas y las partes delanteras de las patas.

El color del pelo es negro carbón con marcas de color fuego o rojo castaño en las patas y parte inferior de la garganta, piernas y hocico. Algunos setter escoceses tienen una mancha blanca en el pecho o manchas de color negro bajo la mandíbula o los dedos. No está aceptado, en cambio, el rojo óxido.

El gordon setter es un perro muy cariñoso y agradable con su cuidador, así como muy enérgico, especialmente cuando es cachorro o joven. Es un canino muy tolerante con los niños, a los que protegerá y con los que disfrutará con juegos y carreras. Eso sí, al ser un perro de gran envergadura siempre han de estar supervisados y tener cuidado con los bebés y niños muy pequeños.

Al establecer un gran vínculo con sus cuidadores, el setter gordon puede no tolerar bien la soledad y desarrollar ciertos problemas como la ansiedad por separación, que puede desembocar en comportamientos destructivos, estereotipias y ladridos excesivos. Cabe destacar que se trata de un perro tímido con los extraños, que prefiere estar rodeado de los suyos antes que de invitados. Por ello, el setter escocés puede ser un buen perro guardián del hogar, aunque esto no significa que deba vivir en el exterior sin atención ni cuidados por parte de sus cuidadores, puesto que, repetimos, necesita recibir esa atención.

También es probable que se estrese si no se le permite realizar ejercicio suficiente cada día, ya que es un perro muy activo que requiere unos niveles altos de actividad física diaria.

Al ser un perro tan desconfiado con los extraños, puede mostrar comportamientos un tanto agresivos con ellos, por lo que requiere una buena socialización desde cachorro con el fin de lograr que acepte a todo tipo de personas y animales, así como conocer distintos entornos, sonidos, etc. De esta manera, conseguiremos un perro más sociable y tolerante.

Debido, también, a otra de las características del setter escocés, la intolerancia a la soledad, es fundamental acostumbrarlo a estar solo en casa para evitar que desarrolle ansiedad por separación. Para ello, es conveniente empezar por salidas cortas e ir incrementando el tiempo que estamos fuera de manera progresiva. La educación debe controlar también los comportamientos destructivos y conseguir un perro ideal para el hogar mediante la técnica del refuerzo positivo, premiando los buenos comportamientos sin usar el castigo de ningún tipo. De esta manera, se obtienen los resultados de forma más temprana y efectiva.

Dado que es un can muy activo, disfrutará con las sesiones de adiestramiento y mostrará interés por seguir aprendiendo siempre que esté bien motivado, es por ello, también, que el adiestramiento en positivo cobra tanta importancia.

El bonito pelaje del setter escocés requiere de un buen mantenimiento mediante un cepillado al menos dos veces por semana, aumentándolo en las épocas de muda, que son en primavera y otoño, para eliminar los pelos muertos y evitar que se enreden. El baño será necesario cuando esté sucio, siendo importante para eliminar malos olores y restos de sebo y suciedad que el cepillado no puede retirar, así como cuando requiera de un tratamiento de tipo champú para algún problema dermatológico.

Al tener las orejas largas y caídas, son propensas a la acumulación de cera, secreciones, polvo y suciedad, que pueden provocar infecciones e inflamaciones (otitis) muy molestas y dolorosas para el perro, por lo que una buena higiene de los oídos y recortar el pelo de los mismos cada cierto tiempo es clave para prevenir estos procesos. Tampoco hay que olvidar la higiene de los dientes y de los ojos para prevenir infecciones e inflamaciones que afecten a estas estructuras.

Con respecto a la actividad física, estos perros son muy activos y energéticos, de manera que requieren niveles altos de ejercicio diario mediante largos paseos, carreras, deportes y juegos con sus cuidadores. También es importante mantener la estimulación mental en el hogar mediante un correcto enriquecimiento ambiental con juguetes variados y juegos de inteligencia.

La alimentación del setter escocés debe ser completa, equilibrada y destinada para la especie canina para que obtenga todos los nutrientes en sus correctas proporciones, independientemente de si se trata de una dieta comercial o casera. La cantidad diaria dependerá de sus características individuales, destacando edad, estado fisiológico, clima y actividad física diaria.

Con respecto a la salud del gordon setter, es un perro fuerte que ronda una esperanza de vida de 11-14 años. Sin embargo, como raza de gran tamaño, puede estar predispuesta a enfermedades como la displasia de cadera y de codo, en la que se producen cojeras, dolor y artrosis, o el síndrome de dilatación-torsión gástrica tras ingestas copiosas después de mucha actividad o agitación y que puede acabar en un shock y muerte del perro.

Otras patologías frecuentes en el setter escocés son la atrofia progresiva de retina, en la que los fotorreceptores (conos y bastones) se van degenerando hasta culminar en ceguera; el hipotiroidismo, en el que las hormonas tiroideas que controlan multitud de procesos celulares del cuerpo se ven reducidas, descendiendo el metabolismo general y teniendo consecuencias; y la abiotrofia cortical cerebelosa, una enfermedad neurológica hereditaria en la que degeneran precozmente las células del cerebelo.

Además de estas enfermedades, el setter escocés puede verse afectado por cualquier otra que afecte a la especie canina, por lo que una buena medicina preventiva con vacunaciones, desparasitaciones, esterilizaciones y chequeos de rutina es clave para prevenir estos procesos y mantener con una buena calidad de vida al setter gordon.

El setter gordon es de todos los setter, quizás, el menos conocido, por lo que puede ser más difícil la adopción de un ejemplar, especialmente en lugares fuera del continente europeo. Sin embargo, siempre es buena idea acercarse a las protectoras y refugios cercanos en busca de un setter gordon o mirar en internet asociaciones de rescate de perros setter, pudiendo tener así mayores posibilidades de éxito. Sin embargo, antes de adoptar este perro hay que pararse a pensar si realmente es una buena opción para nosotros, si podemos de verdad ofrecerle todos los cuidados que requiere y si somos tan activos como él, ya que, de lo contrario, puede verse frustrado y estresado y reducir su calidad de vida. Hay muchos perros mestizos o de otras razas esperando una adopción responsable que merecen una oportunidad igual que un perro de raza como el setter escocés, lo importante es que el can encaje en nuestro estilo de vida y nosotros en el suyo.