Mi perro tiene un grano blanco: causas y tratamientos



Ver fichas de Perros
"Mi perro tiene un grano blanco en la oreja", "en el lomo", "en la lengua", "en la pata" o "en la cabeza" son frases que pueden decir los cuidadores cuando observan algún grano de color blanquecino en alguna parte del cuerpo de su perro.
Debes saber que los granos blancos en la piel de un perro pueden deberse a varias causas, desde afecciones leves como espinillas o quistes de grasa, hasta problemas más serios como infecciones (por ejemplo, foliculitis), alergias o incluso parasitosis. Si quieres obtener más información sobre los granos blancos en perros, sus causas y posibles tratamientos, te invitamos a continuar leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
1. Comedones
A nuestros compañeros caninos les pueden salir granos de color blanco, también conocidos como espinillas o comedones, que son obstrucciones en los folículos pilosos o en las glándulas sebáceas. Esto ocurre cuando se acumula el sebo, que es la grasa natural de la piel, cuando las células muertas no se eliminan correctamente o como consecuencia de la suciedad o contaminación ambiental. Todas estas causas terminan por obstruir o bloquear el poro, lo que provoca el desarrollo de un comedón o grano blanco que corre riesgo de infección si entra alguna bacteria, pudiendo derivar en foliculitis.
Las zonas donde más comúnmente se desarrollan los comedones son el mentón, el lomo, el abdomen y las axilas. Las razas en las que este tipo de granos blancos son más frecuentes incluyen el bóxer, el bulldog y el schnauzer.
Tratamiento
El tratamiento de los comedones generalmente incluye una higiene adecuada mediante antisépticos o baños con champús antisépticos que contengan clorhexidina, ya que mantener la zona limpia es especialmente importante. Debes evitar manipular, y mucho menos explotar, los comedones de tu perro, pues esto puede favorecer que se inflamen o se infecten. En los casos más leves se puede aplicar tratamiento tópico con cremas antibacterianas, mientras que en los casos más severos se puede recurrir al peróxido de benzoilo u otros fármacos bajo prescripción veterinaria, o antibióticos si hay infección.
2. Parásitos
Algunos parásitos externos de nuestros perros pueden provocar granos blancos. Entre estos parásitos están los ácaros, como Demodex canis o Sarcoptes scabiei, responsables de la sarna demodéctica y sarcóptica, respectivamente, además de pulgas y garrapatas.
Estos granos aparecen como resultado de la respuesta inflamatoria del organismo tras la invasión de la piel o los folículos pilosos por parte del parásito, o bien cuando ponen huevos o se alimentan. El cuerpo reacciona con inflamación y acumulación de pus, lo que da lugar a la formación de granitos o pústulas blancas. Otros signos clínicos comunes son picor, enrojecimiento, formación de costras, mal olor, piel aceitosa o engrosada.
Tratamiento
El tratamiento se basa principalmente en desparasitar al perro para eliminar la infestación, utilizando el antiparasitario específico según el tipo de parásito. Además, se emplearán antibióticos si existe una infección bacteriana secundaria. En casos de picor intenso o inflamación importante, también está indicado el uso de antiinflamatorios o corticoides. No se debe olvidar la limpieza y desparasitación del ambiente donde vive el perro. Para apoyar el tratamiento, pueden usarse champús medicados con azufre, peróxido de benzoilo o clorhexidina, que ayudan a limpiar y reducir la carga parasitaria y microbiológica.

3. Dermatitis o alergia
Como en el caso anterior, las alergias o dermatitis, como la alergia alimentaria, la alergia ambiental o la dermatitis por contacto, también provocan una reacción inflamatoria en el organismo del perro. Esto causa inflamación en la piel, además de picor y daño en la barrera cutánea como consecuencia del rascado, lamido o mordido, lo que lleva a la acumulación de pus en los folículos pilosos y a la formación de granos blancos o pústulas.
Tratamiento
El tratamiento se enfoca en eliminar la causa que está provocando la inflamación y en aliviar el picor, la inflamación o la infección de la piel. Veamos los más comunes:
- En alergias alimentarias: se debe emplear una dieta hipoalergénica o de eliminación.
- En alergias ambientales: se utilizan antihistamínicos o inmunoterapia en casos crónicos.
- En la dermatitis por contacto: es fundamental eliminar el alérgeno (plantas, detergentes, etc.), aplicar cremas calmantes o bañar al perro con champús medicados o suaves. La infección se debe tratar con antibióticos o antifúngicos según corresponda, sin olvidar la limpieza adecuada de la piel.
4. Foliculitis
La foliculitis en perros es otra posible causa de la aparición de granos blancos. Consiste en una infección o inflamación de los folículos pilosos caninos, que provoca pústulas o granos con pus que se parecen a espinillas y se ven como granos blancos en la piel del perro. Generalmente, está causada por una infección bacteriana por Staphylococcus spp., aunque también puede deberse a traumatismos, ácaros, hongos, enfermedades endocrinas como el síndrome de Cushing o el hipotiroidismo, o al daño causado por lamidos o rascados.
Esta inflamación local con granos con pus afecta principalmente zonas como el abdomen, el lomo, las axilas, la cara o las ingles.
Tratamiento
El tratamiento de la foliculitis canina incluye antibióticos tópicos en casos leves, o antibióticos orales cuando la infección es de moderada a grave, con una duración de entre 3 y 6 semanas. Además, el uso de champús medicados con azufre, clorhexidina o peróxido de benzoilo dos o tres veces por semana puede estar indicado para reducir la carga bacteriana y ayudar a controlar la inflamación, manteniendo la piel limpia.
5. Quistes sebáceos
Por último, los quistes sebáceos son otra causa de granos blancos en perros. Consisten en acumulaciones de sebo o grasa cutánea que quedan atrapadas bajo la piel, formando una especie de grano blanco o blanco amarillento. Surgen como consecuencia de obstrucciones en las glándulas sebáceas, que se encargan de producir sebo para lubricar la piel y el pelo. Cuando estas glándulas se obstruyen, el sebo no puede llegar a su destino y se acumula, formando el grano. Además, el quiste puede infectarse, volviéndose rojizo y doloroso.
Las zonas donde con mayor frecuencia aparecen los quistes sebáceos en nuestros perros son la espalda, las orejas, el cuello, la cabeza y el tronco.
Tratamiento
El tratamiento depende del tamaño y la gravedad del quiste. Si son pequeños, cerrados y no están infectados, solo se deben observar, sin necesidad de un tratamiento inmediato más allá de una limpieza suave con clorhexidina. Sin embargo, cuando el quiste está muy inflamado o infectado, se suelen recetar antibióticos tópicos u orales y antiinflamatorios si el perro presenta dolor. En casos de quistes muy grandes o molestos, será necesario proceder a la extirpación quirúrgica.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
Si deseas leer más artículos parecidos a Mi perro tiene un grano blanco: causas y tratamientos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Problemas de la piel.
¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: