Keeshond

Se considera que esta raza, que ha sido utilizada como perro de compañia desde sus inicios, es de origen holandés (Países Bajos) y en el siglo XVIII era conocida como "el perro de la gente". Proviene de sus parientes los chow chow, los elkhound, los samoyedos y los pomerania. Se llaman keeshond porque a principios de la Revolución Francesa, un patriota llamado Gyselaer que tenía un perro de esta raza, lo llamó Kees y lo hizo símbolo de la Patria Holandesa, y así dio nombre a esta raza.

Los keeshond fueron introducidos por la Sra. Wingfield-Digby por primera vez en el Reino Unido, pero no volvieron a tener popularidad como raza hasta 1920, año en que llegaron a Estados Unidos. Así en 1930, la raza fue reconocida por el American Kennel Club.

Todos los spitz alemanes (keeshond, grande, mediano, pequeño y pomerania) tienen la misma forma física y, por tanto, la misma apariencia. La única diferencia entre estas razas es el tamaño y, en algunas, el color, pero todos son perros hermosos que destacan por su pelaje.

La cabeza del keeshond es mediana y vista desde arriba tiene forma de cuña, muy parecida a la cabeza de un zorro. El stop puede ser marcado, pero no es abrupto. La nariz es redonda, pequeña y negra, excepto en los perros de color pardo, en los que es de color pardo oscuro. Los ojos son medianos, alargados, oblicuos y oscuros. Las orejas son triangulares, puntiagudas, erguidas y de inserción alta.

El cuerpo es tan largo como su altura a la cruz, por lo que tiene un perfil cuadrado. La espalda, el lomo y la grupa son cortos y fuertes. El pecho es profundo, mientras el abdomen es moderadamente recogido. La cola es de inserción alta, mediana y el perro la lleva enrollada sobre la espalda. Está cubierta de abundante pelo tupido.

El manto de los keeshond está formado por dos capas de pelo. La capa interna es de pelo corto, denso y lanoso. La capa externa está formada por pelo largo, recto y separado. La cabeza, las orejas, la parte anterior de las patas y los pies presentan pelo corto, denso y aterciopelado. El cuello y los hombros presentan una melena abundante. El color aceptado para los keeshond o spitz tipo lobo es el grisáceo, y el tamaño de la cruz es de 49 ± 6 cm según la FCI.

Aunque haya diferencias de tamaño, todos los spitz alemanes, desde el keeshond hasta el pomerania, comparten las características básicas de temperamento. Esta raza de perros es alegre, alerta, dinámica y está muy apegada a sus familia humana, pero también son reservados con los extraños y ladradores, por lo que pueden ser buenos perros guardianes, aunque no son buenos como perros de protección.

Si desde cachorros están bien socializados, los keeshond pueden tolerar sin problemas a perros desconocidos y personas extrañas, pero pueden surgir conflictos con otros perros del mismo sexo. Con las otras mascotas de la casa suelen llevarse muy bien, al igual que con sus humanos.

A pesar de que hayan sido bien socializados, estos canes no suelen ser buenos perros para niños muy pequeños, ya que su comportamiento es reactivo, por lo que pueden mordisquear si son maltratados de alguna manera, aunque sea sin querer. En cambio, son buenos compañeros de niños grandes que saben cuidar y respetar a un perro.

El pelaje de cualquiera de las razas de spitz alemanes debe ser cepillado al menos tres veces al día para mantenerlo en buen estado y libre de enredos. En las épocas de muda es necesario cepillar el pelaje a diario, con más frecuencia.

Estos keeshond son dinámicos pero pueden liberar sus energías con algo de ejercicio, paseos diarios y algo de juego. Todos pueden adaptarse bien a vivir en pisos o casa pequeños, pero es mejor si cuentan con un pequeño jardín para las razas más grandes, como en este caso. Todas estas razas, incluidos los keeshond, toleran muy bien los climas fríos a temperados, pero no toleran mucho el calor intenso. Debido a su pelaje protector pueden vivir en el exterior pero es mejor si viven dentro de casa, ya que necesitan la compañía de sus familias humanas.

El principal problema de comportamiento con cualquiera de los spitz alemanes, y en este caso de los keeshond, son los ladridos ya que tienden a ser una raza de perros muy ladradores.

Son canes fáciles de entrenar mediante los estilos de adiestramiento en positivo, y por su dinamismo, el adiestramiento con clicker se presenta como una buena alternativa para educarlos.

Igual que el keeshond, todas las razas de spitz alemanes son generalmente saludables y no presentan muchas incidencias de enfermedades caninas. Sin embargo, las enfermedades más comunes en este grupo de razas, con excepción del pomerania, son: displasia de cadera, problemas de piel y epilepsia.