¿Es posible tener un dingo como mascota?

El perro salvaje dingo australiano - Canis lupus dingo - es un cánido que los expertos tildan como el eslabón intermedio entre los primeros perros y el perro doméstico.

El dingo no es oriundo de Australia, aunque lo cierto es que allí se ha aposentado y la mayoría de ejemplares proceden de la zona norte de dicho continente. Se calcula que existen dingos en Australia desde hace unos 4.000 años.

Muchos dingos se han apareado con perros domésticos y por este motivo existen híbridos que no poseen todas las características originales. La estampa del dingo es preciosa y formidable, plena de un poderío que va más allá de su tamaño y peso. El dingo suele medir entre 50 y 58 cm, y su peso oscila de 23 a 32 kg, aunque se han visto ejemplares que rebasan los 50 kg.

El dingo ostenta el tamaño de un perro medio, pero es más macizo y su nuca más gruesa. Su hocico es más largo que el de un perro medio y los incisivos son mayores. El color de su manto se circunscribe en la gama de anaranjados, leonados, amarillentos arena y rojizos.

Su cola es muy peluda y se asemeja bastante a la cola de un zorro. La medida de su pelaje es corta (similar a la del pastor alemán), y los ejemplares menos mezclados muestran zonas blancas en el pecho y entre las uñas. Sus ojos pueden ser ambarinos o amarillentos.

El dingo asiático

En el sureste asiático y en algunas islas índicas viven colonias de dingos. Son de menor tamaño que los dingos australianos. La mayoría de dingos de estas zonas superpobladas por humanos se alimentan de basuras. En estos países es factible adoptar cachorros de dingo.

Los dingos australianos viven en manadas de unos 10 a 12 ejemplares y, al igual que ocurre con otros cánidos, como los perros, tienen una estructura basada en la jerarquía. No obstante, en ocasiones los dingos pueden ser algo solitarios.

La población de dingos salvajes se regula principalmente por la extensión del territorio, por lo que actualmente y debido a la desforestación del hábitat, cada vez existen un menor número de ejemplares. Aún así la población de Australia sigue siendo mayor que la de dingos asiáticos.

La comunicación de los dingos es parecida a la que tienen otros cánidos. Aunque no suelen vocalizar tanto como los perros, su comunicación corporal es muy parecida.

En Australia está permitido tener un dingo como mascota, no obstante cabe señalar que nunca se debe capturar un digno salvaje. Los ejemplares adultos asilvestrados no están domesticados y algunos de ellos no han socializado con personas, por lo que podría ser muy peligroso intentar poseer uno. Recluir un animal salvaje puede comprometer seriamente su bienestar y la seguridad de quienes lo intenten.

Por otro lado, existen granjas que se dedican exclusivamente a la cría de estos cánidos, aunque no es recomendable fomentar la compraventa, principalmente debido a las condiciones a las que están sometidos muchos de ellos, lo mejor es apostar siempre por la adopción responsable.

En caso de residir fuera de este continente y querer adoptar un dingo como mascota, debemos recordar que actualmente está prohibida la exportación de dingos.

Estudios científicos desarrollados en Australia concluyen que en la dieta del dingo pueden apreciarse hasta 170 especies animales diferentes. Desde insectos hasta el búfalo de agua son presas potenciales de las manadas de dingos. En función de la zona en la que se encuentren, su dieta se basará en unas u otras especies:

• En el norte de Australia las presas más habituales del dingo son: el wallabie, la rata polvosa y el ganso urraca.
• En la árida zona central, las presas más habituales son: ratones, conejos, el canguro rojo y la rata de orejas largas.
• En el sur australiano los dingos se alimentan comúnmente de: opósums, wallabies y wombats.
• En el noroeste australiano las presas más habituales de los dingos son: canguros rojos y el walarú oriental.

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