Medusa huevo frito o medusa del Mediterráneo

El nombre científico de la medusa huevo frito es Cotylorhiza tuberculata. Se trata de un animal de tamaño pequeño-mediano que mide entre 20 y 40 cm, aunque su sombrilla puede llegar hasta los 25 cm de diámetro. Esta última estructura es bastante particular en este animal, ya que, observada desde arriba, es similar a un huevo frito. Así, es redondeada, de color crema y con el centro abultado y de una coloración parda o rojiza.

Posee órganos sensoriales y ocho brazos orales de los que salen diversas ramificaciones que forman los tentáculos. Está bordeada de unas protuberancias en forma de botones con diferentes colores, como violeta, blanco o azul, lo que le otorga aún más vistosidad. Debajo de estas estructuras la coloración puede variar de verdosa, a parda o a naranja, lo que depende de las algas que viven asociadas a ella.

El cuerpo es fundamentalmente gelatinoso y sus tentáculos están cargados de una sustancia tóxica que no resulta peligrosa para los seres humanos. En caso de contacto, solo causa una irritación de leve a moderada, dependiendo de la sensibilidad de la persona. Una característica destacable de este cnidario es su dimorfismo sexual: las hembras presentan unos filamentos donde albergarán a los embriones mientras se desarrollan después de la fecundación.

El hábitat de la medusa huevo frito se encuentra en las aguas del mar Mediterráneo, de modo que vive cerca de la línea costera de países como España, Francia, Italia o Grecia, entre otros. Dependiendo de la época del año, se encuentra próxima a la costa o se traslada a zonas de mar abierto. Además, en una de sus fases reproductivas se desplaza a aguas poco profundas de fondo rocoso. Esta medusa también se ha observado en el Mar Menor, en el Egeo y en el Adriático. Tienden a acumularse grandes cantidades de ejemplares en zonas marítimas cerradas que se utilizan para actividades turísticas, lo que genera ciertos inconvenientes para las personas.

Esta es una medusa que habita principalmente en aguas superficiales, sin embargo, también se desplaza a ciertas profundidades. Aunque puede dejarse llevar por las corrientes acuáticas, es capaz de nadar por cuenta propia, movilizándose tanto de manera vertical, para lo cual contrae y expande el cuerpo, como de forma horizontal, logrando una inmersión en profundidad.

Si el agua superficial presenta mucho movimiento, tiende a sumergirse para ubicarse en zonas más tranquilas. Es común que se formen grandes agrupaciones de individuos en la línea costera a finales del verano y el otoño, coincidiendo con la época en la que las playas son usadas por las personas. Cuando el agua empieza a enfriarse, con la llegada de la temporada de invierno, la medusa huevo frito se desplaza hacia aguas abiertas en alta mar. Por otro lado, es común que esté rodeada por ciertas especies de peces, que no se ven afectadas por su toxicidad, que se refugian en sus brazos para evadir a sus depredadores.

La medusa huevo frito posee dos formas o tipos de alimentación. Uno es a través de la captura de pequeños peces, e incluso de otras medusas de menor tamaño, a los que atrapa e inocula veneno usando sus nematocistos. Esta sustancia causa la paralización de la presa, lo que le permite a la medusa devorarla lentamente. También se alimenta de plancton marino. No evidencia una dieta muy variada en cuanto al consumo de estos microorganismos.

La otra forma de alimentación de la medusa del Mediterráneo es a través de la relación simbiótica que establece con ciertas algas, en concreto dinoflagelados fotosintéticos. La medusa brinda un lugar donde estas formas unicelulares pueden habitar. A cambio, ellas, a partir de su acción fotosintética, almacenan energía después de la fijación de macromoléculas que son aprovechadas por la medusa, obteniendo así una importante fuente de nutrición que influye en su desarrollo.

La reproducción de la medusa huevo frito es como la de otros cnidarios, teniendo una fase sexual y otra asexual. La fase sexual se divide en cuatro etapas, que ocurren en un ciclo anual. En verano es cuando se da el mayor crecimiento poblacional. Las medusas diferenciadas sexualmente maduran en el verano y las hembras ya adultas se fertilizan de manera interna con el esperma que libera el macho en un proceso que tiende a ocurrir entre agosto y octubre. Posteriormente se desarrollan las plánulas y, una vez culminada la gestación, gran cantidad de ellas son liberadas en el agua, en donde se movilizan hasta fondos rocosos para fijarse y pasar a un tiempo de vida sésil.

La plánula se adhiere al sustrato para generar el pólipo y es en esta etapa en la que se inicia la simbiosis con las algas que durará el resto de su vida. Aquí ocurre la fase reproductiva asexual, de modo que el pólipo forma a otros idénticos a él de esta manera y, eventualmente, se metamorfosea para dar origen a las éfiras, que se liberarán entre la primavera y el verano, transformándose, finalmente, en las medusas de vida libre.

La medusa huevo frito no está considerada bajo ningún riesgo que disminuya sus niveles poblacionales, de hecho, no está incluida en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Al contrario, este animal ha estado teniendo altos índices de crecimiento en las épocas de verano, acumulándose en grandes cantidades en áreas costeras.

Esto ha hecho que se utilicen redes de pesca para procurar contener su paso y evitar contactos con los bañistas en las áreas más turísticas. El crecimiento ha sido tal que en un solo año se han recogido hasta cinco toneladas de esta medusa. Aunque, como hemos mencionado, no tiene un veneno letal para las personas, sí puede causar ciertas molestias en individuos sensibles.