Medusa de agua dulce

Las principales características de la medusa de agua dulce son las siguientes:

• Taxonómicamente se ubica dentro del subfilo Medusozoa y la clase Hydrozoa. De esta forma, a pesar del nombre que recibe la especie, no se consideran verdaderas medusas porque estas últimas se agrupan en la clase Scyphozoa.
• No posee cabeza ni estructura esquelética, ya que es un animal invertebrado. Tampoco tiene órganos diferenciados para la respiración o la excreción, sino que presenta un único orificio para comer y excretar.
• Más del 90 % del cuerpo está formado por una sustancia gelatinosa a base de agua.
• Cuando es adulta tiene forma acampanada, aunque también es algo aplanada comparada con otras medusas.
• Alrededor de la campana hay unos 400 tentáculos de diferentes longitudes, sólidos y cargados de nematocistos, útiles para cazar el alimento y defenderse.
• La estructura digestiva o estomacal conocida como manubrio se ubica hacia el centro y debajo del animal, donde además está la única abertura que ya hemos comentado que posee, por la que entra el alimento y salen los residuos excretados.
• Se distingue un canal circular que bordea la campana y cuatro canales radiales, estos últimos conectados al área estomacal y los cuales facilitan el transporte de nutrientes.
• Es común observar asociados a los cuatro canales radiales las cuatro gónadas (glándulas genitales), que se diferencian según el sexo ya que son animales dismórficos.
• En el borde de la campana se encuentran unas estructuras llamadas estatocistos, los cuales le permiten a la medusa orientarse y mantener el equilibrio.
• En los tentáculos hay un tejido conocido como "manchas oculares", a través del cual percibe la luz, la oscuridad y en general detecta alimento y posibles depredadores.
• El diámetro de una medusa de agua dulce adulta puede llegar alrededor de los 2,5 cm y la masa corporal puede ir de los 3 a los 5 g.

Colores de la medusa de agua dulce

Una de las formas más sencillas de identificar a las especies de medusas, aparte de por sus tamaños y formas distintivas, es mediante los colores que poseen. La coloración de la medusa de agua dulce es blanquecina o verdosa, y la zona de las gónadas se suele mostrar como más opaca que el resto del cuerpo.

La medusa de agua dulce fue identificada y descrita en Inglaterra hacia finales de 1800, no obstante, es originaria de China, específicamente de la cuenca del río Yangtze. Actualmente se encuentra en todos los continentes excepto en la Antártida, debido a la introducción de la misma por los intercambios entre países, como el de plantas acuáticas de tipo ornamental.

La medusa de agua dulce tiene una gran adaptabilidad a diversos ecosistemas de este tipo, pero parece tener más presencia en espacios de aguas tranquilas y no con corrientes fuertes. Así, es común encontrarla en lagos de agua dulce, embalses naturales o artificiales, zonas de canteras rocosas con presencia de agua o estanques con algas.

Particularmente, la presencia de la medusa de agua dulce se ha reportado en casi todo Estados Unidos y Canadá.

Comúnmente, la especie se ubica hacia el fondo de cuerpos de agua poco profundos y no suele movilizarse a menudo, excepto para buscar el alimento o escapar de la depredación. Puede encontrarse de forma solitaria o también en agrupaciones coloniales.

La proliferación de la medusa de agua dulce suele ocurrir en los meses de verano y otoño, con picos hacia agosto y septiembre. Estos crecimientos poblacionales están principalmente relacionados con el aumento de la temperatura del agua y presencia de alimento, lo que evidencia su preferencia por aguas cálidas.

Sin embargo, la medusa de agua dulce es de alguna manera impredecible en cuanto a su presencia y desarrollo poblacional, ya que a veces no responde a los patrones antes mencionados, por lo que los científicos siguen estudiando su comportamiento para conocer más al respecto.

La medusa de agua dulce responde en general al ciclo reproductivo de este tipo de animales. Una fase sexual, en la cual la hembra y el macho liberan sus gametos al agua donde son fertilizados. Posteriormente, se forma una larva que, en este caso, se denomina "plánula". Luego, esta larva busca un lugar en el fondo del agua, que puede ser sobre plantas, rocas o raíces, para fijarse, formar colinas y transformarse en la siguiente fase conocida como "pólipo", que da origen a una yema de medusa.

La yema de medusa se produce asexualmente porque el pólipo se divide por gemación y origina a una medusa inmadura, la cual se desarrollará y formará un individuo adulto. Pero un aspecto peculiar es que esta especie también puede producir una yema conocida como "frústula", de vida libre y, aunque no puede viajar tanto como la plánula, busca otro lugar donde asentarse y originar otra formación de pólipo. Es decir, esta fase llamada frústula sería una especie de transición que usa el pólipo para trasladarse a otros espacios y seguir reproduciéndose.

Por otro lado, los pólipos de la medusa de agua dulce pueden entrar en un estado de latencia cuando las condiciones son desfavorables, cambiando su forma porque se contraen. En este caso se les llama "podoquistes", los cuales, a su vez, llegan a ser transportados de manera pasiva en las patas de aves acuáticas, en conglomerados de algas o animales acuáticos en general. Luego, cuando las condiciones son favorables, el podoquiste se activa para dar origen nuevamente al pólipo y continuar con el desarrollo.

Los aspectos precisos de las fases mencionadas aún se desconocen y los científicos continúan los estudios para comprender mejor estos ciclos reproductivos en la medusa de agua dulce. Sin embargo, se especula que su gran difusión masiva a nivel mundial pueda deberse a este estado de latencia.

Es un animal depredador, el cual se alimenta especialmente del zooplancton y de manera particular de pequeños crustáceos como las dafnias y los copépodos. No obstante, si tiene la oportunidad puede capturar y comerse a pequeños peces.

Cuando una presa toca el tentáculo de la medusa, se activa el nematocisto, inyectando la sustancia tóxica que paraliza a la víctima. Luego, usando el mismo tentáculo el alimento es llevado a la boca para ser digerido.

Todas las medusas producen sustancias tóxicas, algunas incluso letales para el ser humano, otras con un efecto más leve pero que igual puede resultar doloroso o molesto. Sin embargo, un aspecto particular de esta especie es que no se ha comprobado que sus nematocistos puedan atravesar la piel humana, por lo que sería totalmente inofensiva para las personas. Así, se trata de un depredador letal para su principal fuente de alimento, pero nada dañina para las personas. De hecho, se considera incluso una medusa que no pica para el ser humano.

No hay reportes de evaluación sobre el estado de conservación de la medusa de agua dulce y, como hemos mencionado, es algo impredecible su tendencia poblacional en los cuerpos de agua, pero no se cree que esté bajo algún peligro en este sentido.