¿Puedo tener un podenco en un piso?
Ficha del animal: Podenco andaluz
Los podencos son perros muy llamativos tanto por su aspecto esbelto como por su temperamento activo y sumamente leal. Así pues, es natural que despierten mucho interés en quienes disfrutamos de compartir nuestro hogar con compañeros perrunos. No obstante, muchas personas se hacen preguntas como “¿puedo tener un podenco en un piso?” o “¿es mejor tener un podenco en una casa?”.
Si eres una de ellas, ¡has llegado al sitio ideal! En ExpertoAnimal, hablaremos de los principales aspectos a tener en cuenta antes de adoptar a un perro podenco, y de los cuidados esenciales para brindarle una vida sana y feliz, ya sea en un piso o en una casa. ¡Sigue leyendo y descubre!
¿Tener un podenco en un piso o en una casa?
Lo primero que necesitamos tener en cuenta para definir si es mejor tener un podenco en un piso o en una casa es que hay diferentes tipos de podencos, como vemos aquí: "Tipos de podencos". Si bien estas razas caninas muestran grandes similitudes morfológicas, estéticas y comportamentales, existen algunas diferencias en términos de tamaño, nivel de energía y de los cuidados que cada una de ellas requiere para preservar su salud y bienestar. Por tanto, los dividiremos en dos grandes grupos:
Podencos de tamaño grande
Por ejemplo, el podenco andaluz y el podenco portugués pueden ser de talla pequeña, mediana o grande. Si bien todos ellos pueden adaptarse a vivir en un piso, los perros podencos de talla grande suelen necesitar más espacio para moverse, ejercitarse y entretenerse. Por ende, es más recomendable tenerlos en una casa que en un piso (a no ser que el piso sea grande).
Además, en caso de que vivan en un piso pequeño, los podencos de mayor tamaño demandarán más tiempo y dedicación por parte de sus tutores para suplir su nivel diario de actividad física. Así, será necesario realizar al menos 3 o 4 paseos diarios de no menos de 30 minutos para que estos perros puedan gastar energía y mantener un comportamiento equilibrado.
Podencos de tamaño pequeño
Por otro lado, los podencos de talla pequeña suelen adaptarse más fácilmente a vivir en un piso y también resulta más sencillo proveerles un adecuado nivel de ejercicios físicos diarios. Por ejemplo, el maneto, un tipo de podenco originado en Andalucía, cuyo aspecto resulta algo similar al de un perro salchicha, ciertamente podrá vivir muy bien incluso en pisos pequeños. Ello se debe no solo a su pequeño tamaño, sino también a su carácter más sobrio y calmado.
La decisión de si es mejor tener un podenco en un piso o en una casa, depende tanto de las características del tipo de podenco que decidamos adoptar, como de nuestra disponibilidad de tiempo y paciencia para brindarles los cuidados que necesitan. Entonces, es fundamental que conozcas un poco más sobre los diferentes tipos de podenco antes de inclinarte por una u otra raza.
¿Cómo tener un podenco en un piso?
Como hemos mencionado, una de las características de los podencos es su gran energía. Por ende, la clave para tener un podenco en un piso es jamás descuidar su estimulación física y mental. Ello porque, cuando un podenco lleva una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido, son altísimas las probabilidades de que desarrolle síntomas de estrés, conductas destructivas y otros problemas de comportamiento asociados a la tensión acumulada.
En este sentido, resulta fundamental prestar atención a las siguientes pautas de cuidado del perro podenco:
Establece una buena rutina de paseos
Vimos que el nivel de energía de los diferentes tipos de podenco puede variar en función de su tamaño, su personalidad y también de su edad. Pero, en líneas generales, estos peros requieren de un nivel de actividad física de moderado a alto. Entonces, son necesarios al menos 3 o 4 paseos diarios de entre 25 y 45 minutos cada uno, para asegurarnos de que nuestro podenco gaste suficiente energía y pueda mantener un comportamiento más calmado dentro del hogar.
Además, los paseos son una experiencia muy positiva y placentera para la amplia mayoría de los perros. Mientras pasea, un perro interactúa con otros individuos y una variedad de estímulos y entornos, lo que fomenta el desarrollo de sus habilidades sociales, cognitivas y sensoriales. Si necesitas ayuda para socializar a tu perro, aquí encontrarás todos nuestros consejos: "¿Cómo socializar a un cachorro?".
Evalúa los beneficios de los deportes caninos
Los podencos jóvenes y particularmente enérgicos suelen verse muy beneficiados por la práctica de algún deporte canino. Por ejemplo:
- Agility: es una actividad muy completa, ya que no solo permite que el perro ejercite todos sus músculos, sino que también trabaja los principales pilares de la obediencia canina.
- Canicross: también es una gran alternativa para los tutores más activos que disfrutan de entrenar con sus perros. Además, los podencos suelen adaptarse muy bien a este tipo de running perruno, ya que su agilidad es ampliamente reconocida.
Sólo ten cuidado para no someter a tu podenco a una rutina extenuante de ejercicios, ya que ello, a mediano o largo plazo, podría traducirse en un mayor riesgo de sufrir problemas articulares o enfermedades degenerativas, como la artritis.
Estimula la mente de tu podenco
El enriquecimiento ambiental es el mejor aliado para prevenir problemas de conducta en los perros. Un perro que pasa horas solo y no tiene ningún recurso que lo motive a moverse y divertirse, tarde o temprano, recurrirá a las vías que estén a su alcance para aliviar el exceso energético y el aburrimiento que le produce esta rutina sedentaria y poco estimulante. Es ahí cuando suelen aparecer una serie de conductas destructivas e indeseadas, como morder objetos del hogar o pertenencias de su tutor, revirar la basura, correr como loco por toda la casa, escarbar en puertas y paredes, orinar en lugares inadecuados, etc. Y la peor parte es que, inevitablemente, este perro acabará padeciendo a causa de los efectos nocivos del estrés en su salud y bienestar.
Entonces, independiente de si decides tener un podenco en un piso o una casa, recuerda enriquecer su ambiente con juguetes tradicionales o interactivos y una buena variedad de estímulos que le permita a tu peludo ejercitarse física y mentalmente, y mantenerse entretenido, principalmente cuando quede solo.
Además, al igual que otros perros de caza, los podencos tienen un olfato muy desarrollado y disfrutan realizando actividades que pongan a prueba sus habilidades sensoriales. Por ello, una muy buena idea para completar la estimulación mental de un podenco es iniciarlo en el searching o sembrado para perros.
Otros cuidados del podenco a tener en cuenta
Más allá de los paseos diarios y la estimulación mental, debes prestar atención a las siguientes pautas de cuidado para tener un podenco en un piso o una casa:
- Alimentación: independiente de su raza, un perro necesita tener acceso a una alimentación completa y compatible con los requerimientos nutricionales de su tamaño y edad. Lo ideal es que cuentes con la orientación de un veterinario a la hora de decidir qué tipo de dieta es mejor para tu podenco.
- Mantenimiento del pelaje: aquí también puede haber algunas diferencias dependiendo del tipo de podenco que decidas adoptar. Por ejemplo, un podenco portugués de pelo largo y duro (de tipo alambre) requiere de un mantenimiento un poco diferente al de la mayoría de los podencos de pelo corto y liso. Pero la recomendación más básica es que cepilles el manto de tu podenco al menos dos veces a la semana para mantenerlo libre de suciedades y pelos muertos.
- Higiene facial: limpiar los dientes de tu podenco semanalmente es clave para prevenir la formación del sarro y numerosas enfermedades dentales. También es muy importante limpiar sus ojos y sus orejas con cierta regularidad para evitar que se acumulen impurezas y humedad, que suelen conllevar a infecciones y otros problemas.
- Socialización: todos los perros deberían ser socializados desde una temprana edad para favorecer el desarrollo de su autoconfianza y una mejor convivencia con otros individuos. No obstante, cuando hablamos de un perro como el podenco que, durante siglos, ha sido entrenado para la cacería, la socialización temprana se vuelve indispensable también para prevenir accidentes, principalmente en las interacciones con niños y otros animales. Por ello, asegúrate de socializar a tu podenco y, de ser posible, empieza a hacerlo antes de su tercer mes de vida.
- Educación: si quieres tener un podenco en un piso y esperas que él se comporte de forma equilibrada, otra cosa que no puedes dejar de hacer es transmitirle, desde su llegada al hogar, cuáles son las conductas que consideras apropiadas y cuáles no. Además, enseñar a tu peludo algunas órdenes básicas de obediencia, como acudir a la llamada, sentarse, quedarse quieto o esperar, entre otras, será muy beneficioso para fomentar un comportamiento más confiable dentro y fuera del hogar. Desde ExpertoAnimal, te recomendamos usar el refuerzo positivo para estimular el aprendizaje continuo de tu podenco.
Por último, pero no menos importante, asegúrate también de brindar a tu podenco una adecuada medicina preventiva. En este sentido, aplicarle las vacunas esenciales previstas en el calendario para perros, realizar las desparasitaciones periódicas contra parásitos internos y externos, y llevarlo al veterinario al menos una o dos veces al año son las pautas preventivas más básicas.
Y si tienes dudas respecto de los cuidados posteriores a la inmunización, echa un vistazo al siguiente artículo: “Recomendaciones después de vacunar a un perro”.
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