¿Cómo enseñar a un gato a pasear con correa?
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En este artículo vamos a darte algunos consejos que puedes seguir para tratar de conseguir todo un logro como adiestrador, el que significaría pasear tranquilamente con tu gato por la calle. Esto seria todo un paso en la relación que tienes con tu felino y podrías romper la barrera que supone dar una vuelta con un gato por la calle, llena de estímulos (tanto positivos como negativos) para ellos.
Lo que si has de tener en cuenta es que para conseguir este hito sería aconsejable empezar desde bien pequeño con el entrenamiento, es sin duda el periodo en el que los gatos se encuentran más receptivos a aprender este tipo de comportamientos. También tendrás que considerar que va a llevar tiempo, dependerá del gato por supuesto, pero todos sabemos lo recelosos que son cuando se trata del contacto con su cuerpo, así que adaptarse al uso del arnés puede suponer todo un reto para él.
En ExpertoAnimal te damos las claves para conseguirlo, pero sobre todo has de tener presentes las siguientes premisas para conseguir pasear a un gato con correa: paciencia, elogios y premios. Sigue leyendo y descubre cómo enseñar a un gato a pasear con correa.
Pasos a seguir:
Para empezar, la elección del arnés será un paso importante. No se te ocurra sacar a pasear a tu gato con un simple collar y una correa, corres el riesgo de que éste se asuste, se consiga librar de sus ataduras con lo escurridizos que llegan a ser y salga corriendo con serio peligro de no alcanzarlo y que se pierda, además, los collares pueden perjudicar la tráquea del felino, dificultando su normal capacidad de tragar.
Gracias al uso de un arnés se conseguirá que la fuerza que el gato realiza para escapar sea repartida entre hombros, barriga y pecho, de esta manera no se hará ningún daño y le resultará casi imposible zafarse de sus sujeciones.
Para tomar la medida correcta deberás medir el contorno de su pecho, anotarlo y tenerlo en cuenta a la hora de comprar el arnés, que en todo caso deberá mostrar indicado el rango de medidas para el que está indicado. Lo encontrarás en innumerables colores y diseños así como en diferentes materiales de fabricación como pueden ser nailon o neopreno.
También tendrás que tomar una decisión acertada con la correa. Evita las que son comunes en el uso con los perros, las retráctiles, pues podrían dañar a tu gato. Puedes contemplar la posibilidad de adquirir una correa elástica para darle cierta libertad a tu mascota pero con seguridad de que aguantará firmemente los tirones.
Como hemos mencionado al principio, antes de tan siquiera contemplar la posibilidad de pasear al gato con la correa, tendrás que lograr que se sienta cómodo (o al menos lo tolere) cuando lleva el arnés puesto. Para conseguirlo deberás ir poniéndoselo durante varios minutos al día, aumentando paulatinamente el tiempo que lo lleva puesto. Considera elogiarlo cuando lo lleve puesto y darle algún premio en forma de comida que le guste, por supuesto si no tolera ese día llevar puesto el arnés no cometas el error de castigarlo físicamente, nunca hay que maltratar a los animales y el gatito te responderá mucho mejor a base de premios que de otra manera.
Si consigues que se olvide que lo lleva puesto cuando está dentro de casa será todo un éxito.
Cuando sientas que se siente cómodo con el arnés puesto será el momento de introducir la correa. Mismo procedimiento que con el arnés, enganchasela y deja que arrastre por el suelo, que se mueva libremente por donde le plazca, dándole premios y elogios.
Para terminar el proceso deberás coger la correa y de nuevo dejar que se mueva por donde él quiera, es muy posible que si pretendes dirigirlo se muestre reacio, deja que se desplace a su antojo.
Preparar a un gato para salir a la calle es un proceso que puede llevar bastante tiempo, de nuevo será muy importante la paciencia, porque a pesar de que el gato se asome a la ventana y parezca muy interesado en el exterior, a la hora de salir puede mostrarse algo más dubitativo. Una vez ataviado con su arnés y correa podrás invitarle a salir, pero si no se siente seguro y no quiere es mejor que abortes el proceso y pruebes otro día, no lo fuerces porque resultará contraproducente para todo el buen trabajo que lleváis recorrido.
En el momento que consiga traspasar el umbral de la puerta de nuevo todo deben ser premios y buenas palabras para él. Las primeras salidas deberán ser cortas, unos 5-6 minutos para que vaya habituándose y no se sature al principio.
Deberás elegir para estos primeros días de adiestramiento en el exterior días secos, sin lluvia, porque así el gato podrá orientarse y dejarse invadir por todos los olores que habitualmente hay en el entorno. Los gatos poseen un olfato excelente y será el sentido que más use en el exterior (siempre y cuando no haya ruidos fuertes).
Si todo marcha como bien, tu gato se irá sintiendo más cómodo paseando con correa en el exterior, así conseguirás que los paseos sean más largos y más lejos de casa, pero siempre deja que tome su propio camino, acompañando el movimiento de la correa con tu mano, casi como un mero espectador del evento.
A continuación te ofrecemos algunos consejos y obligaciones que tienes que llevar a cabo para que las condiciones sean las adecuadas para conseguir pasear a un gato con la correa. Si lo haces todo bien, este adiestramiento puede convertirse junto al de enseñar a tu gato a usar el WC en toda una satisfacción como adiestrador y como dueño.
- Antes de poner una pata fuera del portal deberás consultar con tu veterinario las vacunas que tu gato debe tener al día, es de tu obligación asegurar no solo la seguridad de los demás sino la de tu propia mascota, porque en el exterior hay todo tipo de enfermedades que no requieren de contacto con otro felino para que pueda contraerlas.
- En caso de que el gato reciba algún estimulo que escape de su control tratará de escapar del posible peligro por todos los medios, así que deberás estar preparado física y mentalmente para ese tipo de eventualidades.
- El objetivo de pasear al gato fuera de casa es que la vida de gato se enriquezca gracias a ver más mundo, a recibir otro tipo de estímulos de los que está acostumbrado y de esta manera labrar una relación mucho más profunda con él. No pienses que se va a comportar como un perro y que más adelante podrás soltar su correa para llevarlo caminando a tu lado e incluso jugar con él, es altamente improbable que el gato llegue a ese punto de confianza y seguridad.
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